El proyecto del LAB “Sal de tu tierra” es una propuesta formativa de la Delegación de Jóvenes de la Archidiócesis de Madrid que responde a una de sus claves pastorales: «Formar jóvenes evangelizadores que lideren los procesos, las acciones pastorales y sean misioneros».
El coordinador, Joe Cerutti afirma que después de varios encuentros llegaron a la conclusión que los «jóvenes necesitaban una formación teórica y teológica, orientada al trabajo pastoral». Asimismo, puntualiza que quieren que «ellos sean los protagonistas». Asimismo señala que «este proyecto no está dirigido a todos los jóvenes, sino a aquellos que están vinculados a la pastoral juvenil, en sus parroquias, movimientos, congregaciones y asociaciones». En este sentido recuerda que no quieren dar respuesta a todas las preguntas que puedan existir, «sino generar nuevas, es decir, adelantarnos a las preguntas nos van hacer los jóvenes en la parroquia, pero también las que nos hagan los jóvenes que no son cristianos en la Universidad, o nuestros compañeros de trabajo que antes acudían a la Iglesia y ahora no».
En este sentido, señala que en el «espacio laboratorio quieren crear un estilo de pastoral juvenil y de Iglesia, en el que los jóvenes, cómo nos pide el Papa Francisco, sean los protagonistas de los procesos, guiados y acompañados por los pastores, y en general, por los adultos». Sin olvidar que «ellos son los protagonistas poniendo su creatividad al servicio de otros jóvenes».
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«Encotrarnos, reconocernos y mirarnos»
La primera sesión del Lab Madrid se celebró el pasado sábado, y Joe Cerutti lo define como «un momento para encontrarnos, reconocernos y mirarnos, es decir, saber que juntos somos una Iglesia viva, joven, alegre, pero también una Iglesia llena de retos, que los afrontaremos de la mano del Señor».
Asimismo fue «un momento de reconocernos en las alegrías y en los problemas de los demás», así como, en los «retos que afrontan y que juntos, utilizando la metodología del Reconocer, Interpretar y Elegir», «miremos la realidad juvenil», no con desesperanza, sino con la ilusión de que «el Señor nos está llamando a una misión y nos está dando la oportunidad de adquirir herramientas para llevarla adelante».
En resumen, en la primera sesión han participado muchos jóvenes, de realidades distintas de la diócesis, conscientes de que «pertenecemos a una Iglesia diocesana que es más grande que mi parroquia, que mi movimiento, y más amplia, más diversa y rica que mi propia realidad». Sin olvidar que «juntos queremos afrontar, desde una mirada del Evangelio, los retos que nos impone la cultura actual y los jóvenes de nuestra sociedad», concluye el coordinador del LAB Madrid.
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