Concluye la visita pastoral al arciprestazgo de San Juan Bautista, «un tiempo de gracia y bendición»
- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
La parroquia Nuestra Señora del Tránsito (Crta. de Canillas, 40) acogió este domingo, 15 de diciembre, el cierre de la visita pastoral al arciprestazgo de San Juan Bautista, de la Vicaría I, con una Eucaristía presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Una visita que se inició el pasado mes de noviembre, tras la celebración de la festividad de la Virgen de la Almudena, y que ha sido, en palabras de José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid, «un tiempo de gracia y bendición».
Los obispos auxiliares fueron los encargados de hacer la visita, que es, tal y como se explica en el Directorio para el ministerio pastoral de los obispos, una oportunidad para reanimar las energías de los agentes evangelizadores y una ocasión para invitar a todos los fieles a la renovación de la vida cristiana y a una acción apostólica más intensa. Asimismo, estos encuentros les permiten a los obispos examinar la eficiencia de las estructuras y analizar las circunstancias y dificultades del trabajo evangelizador.
Cada uno de los obispos auxiliares de Madrid han visitado durante este tiempo dos parroquias: Juan Antonio Martínez Camino, SJ, Virgen de la Nueva y San Pablo de la Cruz; Jesús Vidal, Nuestra Señora del Tránsito y San Juan Bautista; Vicente Martín, Santa María de Cervellón y Santa Paula, y José Antonio Álvarez, Santa Rosaría y María Virgen Madre. Su misión, según el directorio, ha sido conocer, alentar y ayudar a discernir caminos por donde dar respuesta a las necesidades del hombre de hoy en la tarea evangelizadora y misionera de la Iglesia.
Los encuentros, además de con los diferentes grupos parroquiales, se han extendido también a las diversas realidades del barrio, como residencias de ancianos, colegios y guarderías, y realidades pastorales, como vida consagrada. «Personalmente ha sido una experiencia muy grata», señala José Antonio Álvarez, quien destaca «el poder conocer de manera muy directa la entrega de muchos de nuestros agentes de pastoral, la generosidad con la que se entregan a la tarea de ser testigos del Reino de Dios».
Explica que el hecho de «conocer sus inquietudes, sus gozos y dificultades, es una invitación a seguir acompañando y alentando la misión de la Iglesia, de nuestra gente y seguir constatando que el Señor es fiel y no se deja ganar en generosidad». Agradece el obispo auxiliar la oportunidad de haber coincidido con «tantos hermanos nuestros» que «siguen dando la vida y haciendo presente la Buena Noticia del Evangelio». Esto es, de «reconocer cómo la vida de la Iglesia hace posible la vida y la esperanza de los hombres».
Impulso de la vida pastoral
El cardenal Cobo exponía en la carta enviada a las parroquias anunciando la visita su deseo de que esta «impulse la vida pastoral de la Iglesia en vuestra zona». Así, animaba a prepararla desde las parroquias organizando encuentros con los consejos pastorales y económicos. Igualmente, asambleas parroquiales de agentes de pastoral y miembros más comprometidos «para compartir lo que se está haciendo, reflexionar juntos sobre la misión común y discernir el futuro de la misma». No olvidaba el cardenal lo oportuno de «contrastar cómo la parroquia se inserta y acoge la vida diocesana y su estructura».
Una vez concluida la visita, y tras el análisis de las actas de cada encuentro por parte del obispo auxiliar, este remitirá el acta revisada y las indicaciones para trabajar en el futuro «en forma de recomendaciones». El seguimiento de estas líneas propuestas lo hará el vicario episcopal, en este caso, Juan Pedro Gutiérrez. «Gracias por la acogida —concluía el cardenal su misiva— y por hacer de éste un instrumento del paso de Dios que anima, acompaña y abre el corazón».