Jesús Higueras, ante el 25 aniversario de la consagración del templo parroquial de Santa María de Caná: «En la Iglesia cada oveja es singular y hay que cuidarla como si fuera única, porque lo es»

Jesús Higueras, ante el 25 aniversario de la consagración del templo parroquial de Santa María de Caná: «En la Iglesia cada oveja es singular y hay que cuidarla como si fuera única, porque lo es»

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Tras tres años en Colmenarejo, en la sierra de Madrid, y otros cuatro en Canillejas, el entonces arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, llamó al sacerdote Jesús Higueras y le informó de la construcción de un nuevo templo en un nuevo barrio de Pozuelo de Alarcón. «Y ahí fuimos», recuerda Higueras.

Al principio, la comunidad se reunió en una iglesia pequeña y prefabricada, hasta que finalmente se construyó el actual templo. Este miércoles, 11 de diciembre, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, presidirá una misa de acción de gracias a las 20:00 h para celebrar el 25º aniversario de la consagración del templo. La ceremonia será retransmitida en el canal de YouTube de la parroquia.

santa maria de cana

Echando la vista atrás, el párroco de Santa María de Caná reflexiona sobre el contexto eclesial de 1995: «Daba la impresión de que las parroquias eran solo un lugar para celebrar sacramentos; la gente venía a bautizar, hacer funerales, bodas, etc.». Según Higueras, en aquel entonces, «la parroquia ofrecía unos servicios mínimos frente a otras realidades eclesiales que parecían más pujantes y las que más evangelizaban». En ese sentido, explica que «la parroquia se percibía como una pastoral de retaguardia, mientras que las realidades eclesiales eran vistas como la vanguardia».

Sin embargo, esta percepción cambió. «Pretendíamos que la parroquia fuese un lugar de evangelización con un sentido muy comunitario y una gran pluralidad», subraya Higueras. Para él, «la parroquia es la casa de todos, un lugar donde todos tienen cabida y donde podemos encontrarnos». Además, señala que esta pluralidad permitió crear espacios para el encuentro con Cristo y fomentar iniciativas apostólicas novedosas.

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«Escuchamos lo que el Señor nos va sugiriendo»

Durante estos 25 años, la parroquia ha albergado grupos que en su momento fueron pioneros. «Tuvimos un grupo de mujeres separadas, algo poco habitual en aquella época, y también iniciamos lo que llamábamos la ITV matrimonial, unos cursillos postmatrimoniales», comenta el párroco.

En este sentido, el padre Jesús Higueras destaca que «siempre hemos intentado escuchar lo que el Señor nos va sugiriendo». Subraya que «la parroquia ha sido un lugar de encuentro con el Señor», pero también «una plataforma para anunciar y evangelizar en todas las dimensiones: en lo intelectual, en lo social…».

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«Cada oveja es singular»

«Nuestra gran labor es dedicar mucho tiempo al confesionario», señala el párroco Jesús Higueras. No solo para que las personas se confiesen, puntualiza, sino también para ofrecer «escucha». Explica que muchas veces «la gente entra, charla, unas veces se confiesa y otras no, pero siempre hay un encuentro personal, cuerpo a cuerpo y uno a uno». Para Higueras, este enfoque es fundamental, ya que en la Iglesia «cada oveja es singular y hay que cuidarla como si fuera única, porque lo es».

En la actualidad, en Santa María de Caná se celebran cinco eucaristías diarias, a las que asisten entre 800 y 900 personas. Los fines de semana, la cifra asciende a unas 7.000. El párroco resalta la importancia de mantener «una dimensión muy comunitaria». Reconoce que hay «personas que vienen a misa y se van», pero también otras «que han hecho de la parroquia su punto de referencia para encontrarse con el Señor». Estas últimas participan activamente en grupos y comunidades, viviendo la parroquia «como su casa».

Además de las eucaristías, Santa María de Caná organiza una variedad de actividades, como el grupo de “Las Madres de Caná”, cursillos prematrimoniales, catequesis para niños y adultos, “el Cenáculo”, los martes universitarios, y una iniciativa que el párroco considera especialmente significativa: la Fundación Caná. Esta fundación atiende a casi 300 personas con necesidades especiales, como síndrome de Down, parálisis cerebral, retrasos madurativos o alzhéimer, además de brindar apoyo a sus familias. «La parroquia atiende diversas realidades, en las que está presente el Señor de manera concreta», explica Higueras.

Habitualmente atienden el templo, D. Jesús y dos vicarios parroquiales, y dependiendo de la época acuden dos sacerdotes adscritos. También visitan la residencia de ancianos que está cerca de la parroquia.

Fundacion Cana

El único protagonista es el Espíritu Santo

Ahora toca mirar al futuro. En este sentido, Jesús Higueras subraya que «en la parroquia el único protagonista tiene que ser el Espíritu Santo». Su deseo es que la comunidad parroquial sea «como una nube que descarga, que fecunda la tierra». Explica que esa tierra «son todas las personas que han conocido la comunidad parroquial, quienes, al marcharse, se vayan llenas de Dios». Según el párroco, «no tenemos otra finalidad, solo ese encuentro con el amor de Dios que salva». Lo importante, insiste, es que «es el Señor, el único protagonista, quien fecunda las almas con su gracia y convierte la parroquia en un signo de su presencia en medio de un barrio y en medio de un lugar».

Higueras también destaca que, después del Señor, «los protagonistas son los seglares». Asegura que «ellos son quienes, cada día, construyen la parroquia». Reflexiona que «una parroquia es impensable sin un buen equipo de seglares, que, estando inmersos en el mundo, vienen a la parroquia a cargar las pilas para llevar el Evangelio a todos los lugares». En este sentido, afirma que «ellos son quienes realmente hacen posible que la parroquia funcione y que salga adelante». Por eso, concluye, «la implicación de los seglares es esencial».