Madrid

Conferencia sobre la Pastoral del Duelo en la Parroquia Santa Cristina

La Parroquia Santa Cristina acoge este lunes, 17 de marzo, a las 18:00 horas, la conferencia '¿Se puede ser feliz tras la muerte del ser querido?' que imparte Jorge Megías Carrión, animador de la Pastoral del Duelo en España.

Durante la charla, Megías compartirá su experiencia y reflexión sobre el acompañamiento a las personas en duelo, haciendo especial énfasis en el trabajo de los Grupos de Mutua Ayuda al Duelo 'Resurrección', que puso en marcha en 1993, en Argentina, el padre Mateo Bautista, con el objetivo de acompañar con un sentido humano y cristiano a aquellas personas en proceso de duelo por la muerte de un ser querido.

Un acompañamiento que se hace desde las seis dimensiones de ala persona: corporal, porque las personas con grandes sufrimientos tienden a descuidarse, o somatizan el sufrimiento; emocional, y en este sentido hay que permitir el desahogo; mental, para no caer en ideas insanas del sufrimiento como «no voy a ser feliz», «nadie me puede entender», «no puedo», «me quedo sin misión en la vida», «y si me hubiera muerto»…; relacional, «es importante desahogarse pero también hay que practicar la escucha», por eso no son grupo de autoayuda, sino de mutua ayuda; de valores y, por último, espiritual, «no podemos sufrir sin la compañía, la gracia y el amor de Dios».

Jorge Mejías y su esposa, Purificación Roca, perdieron en 2005 a su hija Irene, que entonces tenía 17 años, de una meningitis fulminante. Ambos, agnósticos, iniciaron un camino de vuelta a la Iglesia que los llevó a, entre otras cosas, traer los grupos Resurrección a Madrid. Con su propia metodología y estructura, se hace un trabajo de duelo que, como señala el padre Mateo, tiene un principio y un final, no es «ni para olvidar al ser querido ni para dejarlo de amar; todo lo contrario, es para amarlo con paz entregándolo a la misericordia de Dios».

Fotografía Ayuda a la Iglesia Necesitada

Ayuda a la Iglesia Necesitada celebra este viernes la IX Noche de los Testigos en la catedral de la Almudena «para dar voz y visibilidad a los cristianos perseguidos en todo el mundo»

Jean Abdo Arbach, el arzobispo grecocatólico de Homs, atiende a Alfa y Omega por teléfono en perfecto castellano tras el fin de semana fatídico en el que casi 1.000 civiles sirios han perdido la vida a manos del Gobierno de transición. Un violentísimo episodio que la ONU ya ha calificado como «ejecuciones sumarias de familias enteras» bajo el pretexto de ser leales al depuesto Bashar al Assad.

«Hay miedo e incertidumbre entre los católicos, por eso la Iglesia de Siria y los patriarcas de las Iglesias orientales católicas y ortodoxas piden en sus mensajes que se creen condiciones para lograr la reconciliación nacional», recalca Arbach. Él será uno de los protagonistas de la IX Noche de los Testigos, una vigilia de oración por los perseguidos organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que tendrá lugar en la catedral de la Almudena este viernes 14 de marzo y que será presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo.

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El arzobispo sirio explica que «después de 14 años en guerra, hay muchas pérdidas entre la gente, muchos mártires y muchos secuestrados que, hasta ahora, no sabemos dónde están». Aparte de «los desafíos a la paz y a la seguridad», subraya que el 85 % de la población siria vive en la pobreza y «hay padres sin recursos para comprar pan para sus hijos». Dar con la solución a un conflicto tan enquistado es complicado, pero sí propone algunos pasos. Un primero: «Los periodistas deben reactivar el interés por nuestro país y pedir una vida digna para los cristianos y el pueblo de Siria». Pero igual o más importante es «levantar las sanciones» porque «no podemos exportar ni conseguir materiales y está todo parado». «Necesitamos que la Unión Europea y Norteamérica lo hagan para que podamos vivir», ruega.

Arbach llama también «a todos los líderes del mundo» para que no pierdan de vista que «Siria es la cuna del cristianismo y necesitamos su ayuda para que los cristianos se queden en sus países; es una responsabilidad de todos». Una reivindicación que, al mismo tiempo que explicita para la clase política, también pondrá en manos de Dios este viernes. «Iré a la catedral de la Almudena junto al cardenal Cobo para rezar juntos por los cristianos y por el pueblo de Siria», recalca. «Esta vigilia de oración nos ayudará a seguir adelante en nuestra misión y a contar con nuestra propia voz cómo vivimos los sirios».

«Empecé a vivir con miedo»

También compartirá su testimonio durante la Noche de los Testigos el agustino Peter Emmanuel Odogo. Es un sacerdote nigeriano afincado en Valencia desde 2018 que recuerda como si fuera ayer «mi primera experiencia de un ataque musulmán». Sucedió en 2001, cuando él tenía 9 años, en torno a las 4:00 horas en la ciudad de Jos. «Una vecina empezó a tocar nuestra puerta muy fuerte gritando y avisándonos de que ya se estaban acercando». Eran yihadistas y solo en aquella noche asesinaron a 100 personas. Otras 1.000 salvaron la vida al huir a toda prisa y convertirse en desplazadas; entre ellas el padre Odogo y su familia. «A partir de entonces empecé a vivir en una realidad de miedo constante», confiesa.

13 años después, en 2014, comenzaría sus estudios de Teología en aquella misma ciudad martirizada de Jos. «El monasterio estaba en un barrio totalmente rodeado por los musulmanes y existía un clima que a veces daba mucho miedo», explica. Aunque antaño «mi madre tenía una amiga allí y en Navidad le llevábamos comida y después celebrábamos juntos el Ramadán», apunta «que desde el ataque de 2001 cambió nuestra relación y no volvimos a entrar en esa zona».

Aquella atmósfera amenazante llevó a que «tuviéramos soldados en el monasterio para protegernos», pero incluso con militares desplegados «éramos pocos y tenía miedo». Hasta «vinieron expertos en temas de seguridad para darnos charlas sobre cómo reaccionar si pasara algo».

Pese a todas las precauciones, «hubo un momento en el que el monasterio fue atacado y, aunque no hubo muertos, algunos frailes fueron heridos». Un golpe especialmente doloroso teniendo en cuenta que «los agustinos estábamos intentando facilitar un ambiente de amistad en ese barrio». Gestionaban una escuela en la que «el 99,5 % de los beneficiarios eran musulmanes» y les impartían formación profesional sobre costura y zapatería. Odogo traduce al español un refrán que, según nos cuenta, sus vecinos repetían entre sí: «Aunque estés familiarizado con tu gallina, eso no te impide cortarle la cabeza». Lo que significa que, «aunque seamos amigos, cuando se trata de temas de religión te pueden cortar el cuello». 

«Dios salvó mi vida»

Sobre la situación actual en Nigeria, Peter Odogo explica que «conozco a muchos sacerdotes que han sido secuestrados». De hecho, casi le sucedió a él, pues el año pasado viajó a su país natal de vacaciones para visitar a su familia y pasó por un camino en el que «al día siguiente y a la misma hora fueron secuestrados 20 estudiantes que iban en autobús». «Podría haber sido yo y en esa ocasión Dios me salvó la vida», narra emocionado.

Pero este agustino nigeriano, a pesar de las evidentes dificultades, aguarda con ilusión la próxima Noche de los Testigos. «En esta vigilia de oración hay que rezar por muchas personas y por las iglesias que se han quemado», emplaza. Anima a sumarse a «tantos proyectos en los que la gente puede ayudar, por ejemplo, construyendo colegios». «De esta manera podemos echar una mano a esas familias que han perdido todo y que no tienen esperanza», apunta. Y él, que ha experimentado la persecución, invita a los españoles «a disfrutar la libertad religiosa que tenéis, que es un don que nosotros, al otro lado del mundo, no tenemos».

Los verdaderos protagonistas

José María Gallardo, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, la fundación que convoca esta IX Noche de los Testigos, señala que «para nosotros tiene una gran relevancia que el cardenal Cobo esté con nosotros en este encuentro para dar voz y visibilidad a los cristianos perseguidos en todo el mundo». Recuerda que «hay miles de cristianos que cada año están siendo asesinados, encarcelados, secuestrados y amenazados por seguir a Jesús». Por ello, valora como «un privilegio para nosotros» poder celebrar la vigilia «en la capital de España y en la catedral de la Almudena». Gallardo reivindica que, «los cristianos que recientemente han sido víctimas de persecución son los protagonistas reales de esta Noche de los Testigos; no es Ayuda a la Iglesia Necesitada la que quiere visibilizarse». 

Explica además que, aunque el grueso de la concienciación que hace la fundación gira en torno a la Iglesia católica, también se rezará por otros cristianos perseguidos, como los 21 coptos ortodoxos asesinados por el Estado Islámico en Libia en 2014 y que ya estuvieron presentes en la catedral de la Almudena durante la exposición que ACN desplegó allí hace cuatro meses durante la RedWeek de 2024. Finalmente, recuerda que esta vigilia de oración contará «con el lujo de la música de Hakuna para acercar esta realidad a la gente joven de nuestro país, algo que nos parece fundamental». Podrá seguirse desde el canal de YouTube de la archidiócesis de Madrid y el de ACN-España.

El cardenal José Cobo encarga a los misioneros digitales salir al encuentro de los jóvenes en riesgo de suicidio

«Este encuentro quiere ser una continuación del que tuvimos el año pasado, la idea es vernos, charlar un rato, proyectar un poquito y recoger ideas como Iglesia. Estamos hablando de la evangelización, en ese charco estamos todos». Así ha comenzado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, su encuentro con unos 60 influencers en un afterwork que recoge el testigo de #ashtagMadrid, el coloquio que la archidiócesis celebró en abril del año pasado junto a Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación.

Al comienzo de la reunión, el cardenal Cobo ha pronunciado una oración en la que ha dado las «gracias por la docilidad de haber venido aquí y encontrarnos en esta misión al servicio de toda la Iglesia». Después, la Delegación de Jóvenes de Madrid ha iniciado una dinámica para que todos los participantes se presentaran. Entre ellos estaban el chef Fray Marcos, Abel de Jesús —profesor de Religión y divulgador de Teología— o @soyunamadrenormal. También ha habido representantes de los grupos de comunicación de diferentes congregaciones religiosas o de parroquias, como Pilarín, quien iba en nombre de la parroquia de Las Tablas. O Juan, profesor de 22 años en representación de la parroquia de la Santísima Trinidad.

Fer Rubio, sacerdote implicado en la Delegación de Jóvenes ha refutado la frase manida de «creo en Dios pero no en la Iglesia», alegando que «la Iglesia es lo que estamos haciendo aquí». Más tarde, el cardenal Cobo ha propuesto como metáfora del mundo actual aquellas películas del Oeste en las que «llega un momento en el que, después de que cada uno fuera a su sitio con caravanas, hubo que crear pueblos y echar raíces». «Aquello que era el lejano Oeste son hoy los que están llevando el mundo», ha apuntado. Con un matiz: «Ya no estamos en el terreno de los primeros colonizadores sino que vamos por caminos que han hecho otros».

Atendiendo a las preguntas de los asistentes, quienes han buscado ideas para reforzar la dimensión común de su tarea, el cardenal Cobo ha explicado que «el misionero no puede hacerlo todo», pues las personas que acuden a él «en algún lugar tendrán que ir a Misa o confesarse». Por lo que es imprescindible «remitirles a una comunidad cristiana para consolidar el proceso» y que las personas sean peregrinas de verdad en vez de deambular sin rumbo de un influencer a otro. Por su parte, Sara de la Torre, delegada de Medios de la archidiócesis de Madrid, ha valorado que «toda la labor del misionero digital tiene que ver con la comunicación —que es comunión— y a través de las redes podemos hacer ver que hay una familia en la Iglesia con las puertas abiertas».

Carlos Taracena, uno de los responsables de comunicación de la Delegación de Jóvenes, ha comentado que «las personas que abren su corazón por redes sociales a veces cuentan allí su situación porque no tienen con quien hacerlo en su entorno». Por lo que ha animado a derivar a parroquias de confianza o —en los casos necesarios— a psicólogos para atender las crisis vitales.

Preguntado por un «diagnóstico» de la situación actual, el cardenal Cobo ha comentado que «cada uno tiene que hablar de lo que tiene que hablar» para ser auténtico. «Lo que estoy oyendo es la necesidad de sintonizar entre las líneas que vamos poniendo», con un énfasis fuerte en la urgencia de «redescubrir nuestro bautismo». En el caso concreto de Madrid, ha advertido de que «tenemos uno de los indicios más altos de suicidio juvenil». «Tenemos que ir generando puentes entre vosotros para ir acogiendo a esta gente», ha emplazado.

Por su parte, Ignacio Amorós —uno de los responsables de Se Buscan Rebeldes— ha comentado cómo «la parte sacramental no puede estar en redes» pero sí «la parte misionera de pescar y anunciar a Cristo». Recogiendo el testigo del #ashtagMadrid que se celebró en abril del año pasado, cuando el secretario Lucio Adrián Ruiz advirtió del «antitestimonio» que supone «la falta de unidad» y que «prediquemos la caridad y luego estemos todos peleados».

Finalmente, el cardenal Cobo ha llamado a los misioneros digitales a «no estar pendientes de los números sino ser auténticos cristianos católicos». Y recordado que, en caso de duda, «la fidelidad consiste en preguntar» a otras personas con más experiencia. «No somos llaneros solitarios», ha concluido.

El cardenal José Cobo preside la Misa del Día del Seminario en la catedral de la Almudena

Con el lema Sembradores de esperanza, el domingo 16 de marzo, domingo más próximo a la solemnidad de san José, se celebra el Día del Seminario. El cardenal José Cobo preside una solemne Eucaristía, a las 12:00 horas, en la catedral de la Almudena.

Jubileo de los seminaristas

En el marco del Día del Seminario, la catedral de la Almudena acogerá el martes 18 de marzo, a las 19:00 horas, el Jubileo de los seminaristas. La misa la presidirá el cardenal José Cobo. Además, en esta eucaristía celebrarán el rito de la admisión a las órdenes sagradas. «El Seminario tiene como finalidad la adecuada formación (espiritual, humana, intelectual y pastoral) de los futuros sacerdotes de la Diócesis de Madrid.» Por ello, es el lugar donde el seminarista se forma, reza, estudia y convive con otros jóvenes que han sentido la misma llamada a la vocación.

Actualmente, en el Seminario Conciliar de Madrid hay 88 seminaristas. Un seminarista «es un hombre que reconoce la llamada de Dios y desea entregar la vida como sacerdote, imagen viva de Jesucristo, al servicio de la Iglesia». Para fortalecer su vocación al sacerdocio, «ingresa al seminario y comienza un período de formación, reflexión y oración».

Los gastos en que se incurre anualmente en alojamiento, formación y manutención de cada seminarista superan los 17.000 €. Y es por eso que necesitan tu ayuda. «Nuestro Seminario depende de la ayuda de muchas personas, como tú, para seguir formando sacerdotes». Para sufragar los gastos de un seminarista, cualquier aportación, por pequeña que sea es importante.