- Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
- Firma: María Martín, del grupo de jóvenes Sión de Cerceda: «Esta primera edición del Festival Sión ha sido un verdadero regalo de Dios»
- Fin Agenda: 17-07-2024
Este fin de semana, días 12 y 13 de julio, la localidad de Cerceda ha acogido el I Festival Sión organizado por el grupo de jóvenes Sión de la parroquia de Santa María la Blanca. María Martín, miembro del grupo y participante en el encuentro, hace un balance del mismo.
«La verdad es que esta primera edición del Festival Sión ha sido un verdadero regalo de Dios -afirma-. Se han acercado a participar un montón de personas. Hicimos un formulario, y se inscribieron unas 110 o 120 personas, pero luego vino más gente. Y, es muy curioso, el Festival Sión no va a ser un festival de jóvenes Sión, como habíamos pensado en un principio, porque se han acercado personas de muchísimas edades: han venido niños, adultos, jóvenes, personas mayores… Creo que ha sido muy bonito que el Señor, a través de este Festival, haya tocado corazones de gente tan distinta, por la edad. Así que el próximo año será Festival Sión a secas, para que se acerque todo el mundo que quiera. No sé el motivo que ha impulsado a la gente a venir, pero sé que se han ido con el corazón tocado por el Señor», remarca.
Para María Martín, «ha sido muy bonita la colaboración del Ayuntamiento, porque ellos nos han cedido el espacio de la plaza de la iglesia durante un fin de semana entero; además, nos han proporcionado agua, nos han cortado las calles, y han estado muy pendientes en todo momento. Así que nosotros hemos podido estar muy a gusto y muy tranquilos. Creo que sin el apoyo del Ayuntamiento no hubiera sido posible llevar a cabo el Festival», confiesa.
Cada detalle, un regalo de Dios
«Si tengo que destacar algo bonito del Festival -apunta-, no sabría con qué quedarme, porque ha sido entero precioso. Cada detalle ha sido un regalo de Dios, como decía antes. Aunque sí que me gustaría destacar varias cosas. Una de ellas es la organización: cómo la gente se ha volcado en el festival; cada uno con una tarea, unos más pequeñita y más sencilla, otros más grande, otros simplemente con la oración. Pero todos se han volcado. Y es que el festival no se podría haber llevado a cabo sin la participación de todas las personas, sobre todo de la parroquia, que han colaborado. Insisto: ha sido precioso ver cómo todos, cada uno en su misión, lo han dado todo. Han sido encargos muy ungidos por el Señor. O sea, Dios se ha servido de los dones de cada uno para que todos pudiéramos aportar nuestro granito de arena, y se pudiera derramar la gracia ‘a lo bestia’, como ha sucedido en el Festival. Es como si lo hubiéramos hecho todo en comunidad. Y eso ha sido también precioso: ver cómo la preparación del festival nos ha unido a todos los de la parroquia, desde la señora más mayor hasta el niño más pequeño. Ha sido una verdadera ‘pasada’. Personas que quizás no forman parte de ningún grupo de la parroquia, pero que asisten a Misa o a la adoración, también se han volcado. E incluso han ayudado personas desde fuera».
Reconoce que «todo está lleno de mini detalles que ahora mismo no podría destacar, porque sería eterno. Ha sido muy bonito ver la sonrisa de la gente, desde el primer día hasta el final. Creo que todos se han ido verdaderamente tocados por el Señor. Y no solo los que venían. Por ejemplo, un chico de la parroquia que durante la adoración se encontraba al final de la plaza de la iglesia, vio que estaba todo el espacio lleno de gente adorando a Jesús, y cómo la gente que pasaba por fuera, que no estaba participando en el Festival, se quedaba asombrada, como diciendo: esta gente, ¿que está haciendo? Porque veían una plaza llena de gente, de rodillas, en silencio».
«Y es que el silencio -añade- hace muchísimo ruido, la verdad. Cuando es un silencio de adoración, aún más. Así que el Señor se ha servido también de nuestro Festival para evangelizar. Nos ha ungido también en ese sentido. Hemos hecho una evangelización que nunca habríamos soñado, y sin buscarlo, porque, aunque hacíamos el festival para dar gloria a Dios y disfrutar de su amor, yo por lo menos no pensaba que fuera a impactar tanto a la gente de la calle que pasaba por allí».
II edición Festival Sión
«Seguro que hay un montón de cosas preciosas que me estoy dejando -señala-, pero es que todavía estamos digiriendo un poco esto, que de verdad ha sido un regalazo», insiste.
«Y ahora -indica-, lo que nos queda de verano, los jóvenes del grupo Sión nos vamos a descansar: a descansar en Jesús. Vamos a recargar pilas. En la primera semana de septiembre tenemos ejercicios espirituales, porque los hacemos una vez al año, y nos sirve parar estar una semana dedicada al Señor por completo, y coger fuerzas para los siguientes encuentros que organicemos, para el curso y para el día a día. Así que comenzaremos el curso pastoral poniendo a Jesús en primer lugar, con los ejercicios. Y, después, iremos organizando distintos encuentros. Tendremos convivencias y algún retiro, que iremos comunicando, para que vengan muchos jóvenes. Y, por supuesto, aunque aún no podemos decir las fechas, porque están un poco inciertas, el año que viene, en julio, repetiremos el Festival Sión, la segunda edición. Ya tenemos el lema, que no podemos desvelar aún», concluye.