Eucaristía Solemne presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, con motivo del 60 aniversario de la parroquia. Tras la celebración, la comunidad parroquial compartirá un ágape fraterno.
Madrid
El pie derecho de Jesús de Medinaceli apenas tiene forma ya, de tantos millones de madrileños —y no solo ellos— que lo han besado en siglos. Mantiene, eso sí, la rugosidad y el olor de la madera con que fue tallado. Este viernes 7 de marzo, primer viernes de mes, el Cristo de Medinaceli acude a su cita con el pueblo.
El Señor de Madrid estrena para la ocasión cordones en hilo de oro, donación de unos devotos. Y lleva su atavío de gala: la túnica que llaman de los ángeles, más corta por delante para dejar los pies al descubierto; la corona de espinas de procesionar, una joya en oro y piedras preciosas regalo del pueblo de Madrid tras la guerra civil, y, a su espalda, una ráfaga de plata. Baja de su camarín para acercarse a sus fieles, que nunca se ha usado mejor esta expresión porque a Medinaceli se llega, fundamentalmente, por tradición familiar que pasa de padres a hijos.
O de tíos a sobrinos. Como David, joven de 21 años, que ha acudido este año por primera vez «porque a mis tías les gusta mucho». «Independientemente de que crea o no —que no mucho, reconoce—, es un acto bonito», según le han contado ellas. Nunca ha entrado en la basílica y nunca ha visto a Jesús, pero «tengo respeto hacia el cristianismo por sus valores» y le mueve un poco el ver «a la gente que tiene fe».
Es este un Cristo que acoge. Con su mirada, que parece que buscara la de uno. Incluso con su postura, ligeramente encorvado hacia adelante, como para escuchar mejor lo que cada cual lleva en su corazón. Lo hace, y mucho, en este templo a través del sacramento de la Reconciliación, como dice el padre Benjamín Echevarría, guardián de la comunidad de capuchinos que custodian la basílica. «Es una de las labores de los frailes, escuchar». Y hay historias «realmente emocionantes y de fidelidad: vidas especialmente marcadas por la devoción a Jesús de Medinaceli, que viernes tras viernes acuden a la basílica».
Porque este es día especial, pero en Medinaceli cada viernes del año es un ir y venir de personas. «Es un lugar de encuentro, de amigas que quedan para ver a Jesús y luego toman café; hay ya unas rutinas semanales por esa devoción a Jesús«. Así le ha pasado a Félix, recién cumplidos los 97 años, con andador porque «ojalá pudiera tener unas piernas nuevas», pero que no hace pereza para coger el 001 en Moncloa hasta la plaza de Neptuno —lo peor, «la cuestecita» hasta la basílica— y poder ir así a ver a su Cristo. Cada viernes de mes, y no solo este. «Yo creo que lo que he pedido este año me lo ha concedido», resuelve, contento.
Un rescatado que rescata
Es este un Cautivo que siempre ha vuelto a su pueblo: una talla del siglo XVII rescatada por los trinitarios en Fez (Marruecos) en 1682, por un grupo de republicanos durante la guerra civil, por un trabajador del Museo del Prado tras encontrarlo en un hangar de Ginebra en 1941… Un rescatado que rescata. «Me gusta insistir en esto —comenta el padre Benjamín—, porque necesitamos ser rescatados de los problemas de nuestra vida, necesitamos serenidad en un mundo cada vez más loco».
Así necesitan ser rescatadas de su dolor Fabiola, «mi nieto, el pobre, con tres años y sin bautizar, “que eso ya no se lleva”, dicen los padres»; o José María, con una hermana con cáncer, «ojalá haya buenas noticias», se le empañan los ojos. Y así fue rescatada del suyo Carmen (en la imagen inferior, en el centro, junto a sus hermanas), que se casó en la basílica pero «no me fueron muy bien las cosas, me refugié en Él y ya no lo dejo», porque supo de quién se había fiado.
Y fueron tantos devotos rescatados de sus enfermedades. Ángeles, «estuve enferma, vine a pedirle ayuda y ahora ya no pido nada, solo doy gracias». Josefa, «tuve algo y prometí que cuando me pusiera bien vendría». «Piden mucho por la salud», reconoce Miguel Ángel Izquierdo, hermano mayor de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli. Son, según tiene calculado él, unas 42.000 almas que acudirán este día al besapié, y que pueden llegar a las 300.000 en total entre los que participan en las Misas, los que se asoman a la puerta, los que entran a rezar…
Porque, como dice el sacerdote durante la Eucaristía de las 10:00 horas, «los cristianos necesitamos volver los ojos a Jesús; contempla a Jesús, mira a Jesús despojado, ora ante ese Jesús ecce homo». «Deja a Jesús que reine en ti», expresa en la Misa propia del día de Jesucristo Rey del Universo, porque esta es la festividad litúrgica de Jesús de Medinaceli, de la que precisamente este año se cumplen 100 años.
PRIMER VIERNES DE MARZO 2025
— Jesús de Medinaceli | Madrid (@archimedinaceli) March 7, 2025
Un año más, S. M. el Rey Felipe VI, acude a venerar a Ntro. Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, cumpliendo con la tradición, como viene haciendo desde antaño la Casa Real de España.#JesúsDeMedinaceli #SeñorDeMadrid #PrimerViernesMarzo25 pic.twitter.com/LWWvUynOwf
Ante este Jesús Rey ha orado, como ya hizo el año pasado, el Rey Felipe VI. A Él lo ha besado, entre gritos y vítores de «¡Viva el Rey!» de las gentes. Ante el Señor de Madrid se ha persignado, como si toda España estuviera ahí, ante esa mirada profunda, esas manos presas, esos pies descalzos. «Que no abandonemos nunca a los que peor lo están pasando», ha pedido, por su parte, el alcalde de madrid, José Luis Martínez-Almeida, que también lo ha visitado.
Misa presidida por el cardenal José Cobo
Ante Él rezará también este viernes el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en la Eucaristía que presidirá en la basílica. Será a las 19:00 horas, en una jornada en la que hay Misas cada hora en el templo, hasta las 24:00 horas, y en un año 2025 en el que, concluye el padre Benjamín, «insistimos en ser testigos de esperanza».
La Parroquia de Nuestra Señora de la Vega conmemora el 60 aniversario de su erección canónica con una serie de celebraciones que se desarrollarán del 6 al 15 de marzo. Durante estos días, la comunidad parroquial se unirá en oración y agradecimiento por seis décadas de vida y servicio eclesial.
Los actos comenzaron ayer, jueves 6 de marzo, con la Exposición y Adoración del Santísimo a las 18:30 h, seguido del primer día de la Novena en honor a la Virgen de la Vega, presidido por el párroco D. Francisco Javier Larrocha. La Novena continuará cada día con la participación de distintos sacerdotes vinculados a la parroquia.
Entre los actos destacados, el sábado 8 de marzo se celebrará una jornada de Adoración continuada del Santísimo desde las 11:00 h hasta las 19:00 h.
Además, el viernes 14 de marzo a las 17:30 h dará comienzo la Ofrenda Floral, seguida de una oración de Acción de Gracias por los 60 años de la parroquia y el último día de la Novena presidido por el sacerdote Alexander Sebasthiyan.
El sábado 15 de marzo será el día central de las celebraciones. A las 11:00 h se rezarán los Laudes Solemnes Marianos y a las 12:00 h concluirá la Ofrenda Floral con el rezo del Ángelus. La jornada culminará con la Eucaristía Solemne a las 19:30 h, presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Al finalizar la Misa, la comunidad parroquial podrá compartir un ágape fraterno.
Desde la parroquia invitan a todos los fieles a unirse a estas celebraciones y dar gracias por estos 60 años de camino, evangelización y fraternidad.
Cáritas diocesana de Madrid se suma este 8 de marzo a la celebración del Día de la Mujer con el lema ‘Caminamos juntas hacia la Esperanza’. La propuesta es continuar garantizando «la dignidad de la mujer», para que las situaciones de vulnerabilidad no se agraven por razón de género.
También menciona que sigue habiendo situaciones que reflejan una brecha entre hombres y mujeres con respecto al tiempo dedicado al cuidado del hogar o de los hijos, los salarios que cobran por el mismo puesto o la capacidad de prosperar laboral o socialmente, entre otras. Esto vulnera los derechos de la mujer por el solo hecho de serlo, algo que se acrecienta en el caso de las que están en situación de exclusión social, quienes además en su mayoría asumen solas cargas familiares.
Servicio de Empleo
«Al hecho de sentir que no llego a todo, se le suma la culpa por verme en esta situación, trabajando y estudiando y cuidando a mi hijo el tiempo que me queda, que es poco, por eso mi sensación es que siempre me estoy justificando por querer prosperar», comenta Ana, una de las mujeres solas a las que se acompaña desde el Servicio de Empleo.
Mujer sin hogar
También Claudia, mujer sin hogar, dice que para ella lo más duro es «además de estar sola, que siento vergüenza por haber acabado en la calle, siento que me miran mal; ojalá me sintiese libre de equivocarme».
Acompañamiento integral
El 57% de las familias atendidas por Cáritas Madrid están encabezadas por mujeres con hijas e hijos a su cargo y en situación de vulnerabilidad. Se hace un acompañamiento integral, y se les ofrece tanto ayudas básicas como apoyo estructural para que retomen los estudios, encuentren trabajo, consigan vivienda o palien la soledad no deseada. En este sentido cuenta también con proyectos específicos de atención a la mujer:
- El Hogar Santa Bárbara, un espacio residencial para mujeres gestantes o que acaban de ser madres y están solas al cuidado de sus hijos; se han ampliado las plazas un 50 %.
- “Nazaria baja a la calle”, donde se ofrece acompañamiento y un alojamiento temporal a mujeres jóvenes sin redes de apoyo.
- Centros de atención a la mujer “Concepción Jerónima” y “Alonso Cano” para mujeres en situación de exclusión social.
- CEDIA Mujer, un centro de día y donde pernoctar para mujeres sin hogar; la demanda ha subido un punto con respecto al año anterior.
- La Casa Familiar Santa Zita, una vivienda temporal compartida para mujeres solas con hijos.
En definitiva, se trata de darles oportunidades para que se desenvuelvan de forma autónoma sin que se vulneren sus derechos por ser mujeres, se trata de ‘caminar hacia la esperanza’.