Madrid

El cardenal Cobo, con los seminaristas del Redemptoris Mater: «Aprender a discernir la vida para descubrir en ella la presencia de Dios»

  • Titulo: Santiago Tedeschi Prades
  • Firma: El cardenal Cobo, a los seminaristas del Redemptoris Mater: «Aprender a discernir la vida para descubrir en ella la presencia de Dios»
  • Fin Agenda: 12-02-2024
  • Galeria: 2024-02-12

El cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, ha visitado el pasado lunes el seminario Redemptoris Mater y ha celebrado con los seminaristas una Eucaristía en la que les ha pedido «aprender a discernir la vida para descubrir en ella la voluntad y la presencia de Dios». Reflexionando sobre el Evangelio del lunes en el cual los fariseos piden a Jesús “un signo del cielo”, José Cobo ha reconocido que «en estos tiempos recios en los que vivimos, todos buscamos algún signo o alguna prueba» y ha lamentado que muchas veces nos olvidamos de que «Dios es libre para amar y actuar y que nosotros no somos los conductores de la vida y Él el copiloto, sino que es el contrario».

«Ese olvido a menudo nos lleva también a pedirle un signo: nos olvidamos de que la fe, que se renueva cada día, y que para eso en esta casa vais trabajándola, es confianza plena y amorosa», ha subrayado el cardenal ante los seminaristas del Redemptoris Mater. José Cobo ha añadido durante la homilía que «la oración es la gran vacuna que necesita nuestro tiempo» y es necesario que diariamente «uno se descentre y vea que el centro de la vida no está en mí, sino que está en el plan de Dios, en manos de Cristo».

Encuentro cardena seminaristas

«Jesús nos pide mirar más allá»

Es el mismo Jesús que «nos pide reconocer a Él como un signo, un signo más grande que nosotros, un signo amoroso, eucarístico y que nos saca continuamente de nuestros esquemas. Nos pide mirar más allá, donde Él mira, y por eso termina el Evangelio diciendo algo precioso y terrible al mismo tiempo: se va con los discípulos a otra orilla, a otro lado».

Nos toca a nosotros, cada día, decidir si «quedarnos con los fariseos o irnos a la otra orilla»: «Si algo aprendéis en el seminario, si algo necesita nuestro tiempo, no es gente que tenga grandes palabras o grandes discursos, sino que le digamos cuáles son los signos de Dios, porque a menudo no lo saben ni lo ven»

Encuentro arzobispo redemptoris Mater

«Aprender a discernir la vida»

«Lo que necesita nuestra gente, lo que necesita el pueblo de Dios, son pastores que les diga que Jesús está por ahí […] hay una palabra muy hermosa que tendremos que ir interiorizando y que Jesús nos proyecta continuamente a los discípulos: aprender a discernir la vida para descubrir en ella la voluntad y la presencia de Dios. Esa es vuestra tarea», ha remarcado el cardenal al final de la homilía con los seminaristas del Redemptoris Mater.

Rocío Quemada, psicooncóloga en Fundación Vianorte-Laguna: «El final de la vida da mucho miedo y nosotros estamos ahí para acompañar al enfermo y a los familiares»

  • Titulo: Sandra Madrid/Fundación Vianorte-Laguna

Este domingo, 11 de febrero, la Iglesia ha celebrado la Jornada Mundial del Enfermo con la que se inaugura la Campaña del Enfermo, que culminará en la Pascua del Enfermo en el VI domingo de Pascua.

Cada año, más de 300.000 personas padecen enfermedades en fase avanzada, y necesitan cuidados para vivir con calidad de vida hasta el final. Los familiares de los pacientes demandan cuidados paliativos especializados, y más de 70.000 personas fallecen sin estos. Los últimos estudios revelan que la valoración del trabajo de las Unidades de Paliativos en la fase final de la enfermedad obtiene mejores resultados: las enfermeras de unidades específicas logran una nota media de 8,5 sobre 10, mientras que los médicos logran un 7,5.

Rocío Quemada, psicooncóloga de cuidados paliativos en Fundación Vianorte-Laguna y miembro del equipo psicosocial de la Obra Social La Caixa afirma que «para nosotros es fundamental la atención psicológica. En estos casos de final de vida, vemos que hay pacientes que vienen muy situados y quizá no lo necesitan, pero tenemos que estar disponibles por si en algún momento lo demandan».

En esta línea, Quemda asegura que «el final de la vida, a veces da mucho miedo y nosotros estamos ahí para acompañar al paciente y a sus familiares». En ocasiones, «nos hacen preguntas que no tienen respuesta, pero que necesitan hacerlas, y sino las realizan a un equipo que está preparado para ello, lo que reciben es censura o distracción». Quemada afirma que «hablar de la muerte, del final, da mucho miedo y preocupa, así que nuestra tarea es estar ahí».

Rocio Quemada

Mediador y guía

En Laguna hay equipos multidisciplinares que lo forman el médico, la enfermera, auxiliares de enfermería, el psicólogo y el trabajador social. «Nosotros acompañamos al paciente que viene muy enfermo, pero también con mucho miedo, mucha preocupación y angustia; y a los familiares», recuerda la psicooncóloga.

«Nuestro trabajo consiste en pasar por las habitaciones para saludar al enfermo y saber cuál es la necesidad de cada uno de ellos, porque éstas son muy cambiantes; por ello, nos adaptamos a lo que demandan en cada momento».

Respecto a cómo actúan, explica que «hay dos maneras de hacerlo: en la habitación o una intervención en las salas disponibles. Nuestra tarea es la de mediador y guía».

La Fundación Vianorte-Laguna es una entidad sin ánimo de lucro dedicada al cuidado de personas en situación de fragilidad, que sufren enfermedades sin expectativas de curación. Ha promovido uno de los hospitales de Cuidados Paliativos más grandes de Europa en número de camas, y uno de los primeros en España.

Equipo

Daniel Escobar, delegado episcopal de Liturgia: «En Cuaresma, no debemos confundir la dimensión penitencial con la tristeza»

  • Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
  • Firma: Daniel Escobar, delegado episcopal de Liturgia: «En Cuaresma, no debemos confundir la dimensión penitencial con la tristeza»
  • Fin Agenda: 12-02-2024

Daniel Escobar, delegado episcopal de Liturgia, nos recuerda que el próximo 14 de febrero, «la Iglesia inaugura la Cuaresma, como tiempo que precede y dispone a la celebración de la Pascua». Y, es que, «con el Miércoles de Ceniza se comienza desde hace siglos un período de cuarenta jornadas, al final de las cuales celebraremos la pasión, muerte y resurrección del Señor».

«La liturgia de este tiempo -explica- nos prepara y encamina gradualmente a la conmemoración anual de estos misterios mediante dos dimensiones principales: en primer lugar, la penitencial, cuyo máximo exponente lo vivimos en el rito de la bendición e imposición de la ceniza, y que está resumido en las dos fórmulas alternativas que se pronuncian acompañando ese gesto. La primera es “convertíos y creed en el Evangelio”, del primer capítulo de san Marcos que, por cierto, volveremos a escuchar este domingo, junto al relato de las tentaciones de Jesús en el desierto; la segunda fórmula, también de la Escritura, en concreto del libro del Génesis, es “acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”». Y, «además de la dimensión penitencial, en los últimos años, a partir del Vaticano II, se ha insistido y recuperado la faceta catecumenal o bautismal, presente en la Iglesia con gran fuerza durante el primer milenio».

«Si durante siglos en la Cuaresma los que iban a ser bautizados se preparaban para recibir este sacramento, y los ya incorporados a la Iglesia hacían un camino de penitencia -prosigue-, nosotros estamos llamados tanto a ser conscientes de las implicaciones de nuestro bautismo como a acrecentar nuestro espíritu de conversión».

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Escucha de la Palabra de Dios

El delegado episcopal de Liturgia asegura que «no debemos confundir la dimensión penitencial con la tristeza. En la vida de la Iglesia, todo tiempo lo es de salvación; y toda preparación es un período de esperanza. La austeridad y sobriedad en las celebraciones de la Cuaresma van dirigidas más bien a un cierto recogimiento interior y a resaltar con mayor fuerza la alegría pascual. Además, el Señor no se ausenta en ningún tiempo litúrgico, siempre es posible encontrarnos con Él. Todo encuentro con Él se traduce ya en una alegría profunda».

Y considera que, «un medio fundamental para propiciar este encuentro, es la escucha de la Palabra de Dios. Se trata de uno de los elementos que recibe mayor atención durante el ejercicio de la santa Cuaresma, como voz del Señor, que nos habla y nos invita a un cambio de vida. La Iglesia nos anima a una escucha más asidua de la Palabra de Dios, a lo que contribuye la articulación de las lecturas bíblicas que se nos proponen en la Misa y en la liturgia de las horas. Bien sea los domingos o entre semana, la Escritura nos guiará progresivamente hacia la Pascua, fomentando que nuestro corazón y mente estén abiertos a contemplar en profundidad a Cristo en su subida a Jerusalén».

Por eso, añade, «la estructura actual de las lecturas de la Misa prevé tres ciclos dominicales, acentuando, dependiendo del año, temas como la alianza, la llamada a la conversión, la glorificación de Cristo o las implicaciones del propio bautismo. Se trata, en definitiva, de unos días en los que se hace especialmente presente la gracia de Dios entre nosotros y que hemos de vivir con la máxima intensidad. Pero también las lecturas de la celebración de la Eucaristía de los días laborables abordan interesantes temas, que pueden ser de gran ayuda para una catequesis cuaresmal y una auténtica vivencia espiritual de la Cuaresma».

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Oración, ayuno y limosna

«Como período asociado especialmente a la conversión y a la reconciliación con Dios y con los hermanos -señala Daniel Escobar en referencia a la Cuaresma-, la Iglesia ha ofrecido siempre tres medios evangélicos: la oración, el ayuno y la limosna (Cf. Mt 6, 1-6. 16-18), tal y como se nos hace presente de modo especial en el Evangelio de Miércoles de Ceniza, el día penitencial por excelencia, que, junto con el Viernes Santo, es día de ayuno y abstinencia».

En alusión a la imposición de la ceniza, indica que es una costumbre que «nace en torno al año 1000, con un origen en los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia pública. Este gesto tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Más allá de ser un gesto meramente externo, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal (Cf. Directorio sobre la Piedad popular y la Liturgia, 125)».

Por eso, continúa, «aunque el Miércoles de Ceniza es un día clave para comenzar con buen pie este tiempo, no existe el precepto de celebrar la Eucaristía ese día, debido a que no se trata de un día de fiesta, que es cuando se sitúan los preceptos. Recordemos que el Viernes Santo o la conmemoración de los fieles difuntos son días importantes y tampoco son precepto. En el año litúrgico la centralidad se sitúa en el domingo, día del Señor y Pascua semanal, o en determinadas solemnidades. Por el contrario, el Miércoles de Ceniza debe celebrarse con especial austeridad y sencillez».

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Eucaristía y Penitencia

«La Iglesia nos invita a realizar este itinerario viviendo de una manera más profunda la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Penitencia», insiste al recomendar «una mayor vivencia sacramental», traducida en «vivir con mayor profundidad la celebración de los sacramentos. Acercarse en este tiempo al sacramento de la Penitencia, para poder participar con el alma purificada en la Semana Santa». Por eso, anima a las parroquias a «organizar celebraciones penitenciales con confesión y absolución individual, o celebraciones penitenciales comunitarias no sacramentales». Y, a los fieles, «escuchar con mayor atención la Palabra de Dios que se nos propone para este tiempo». Además, «aunque este año corresponden las lecturas asociadas al ciclo B, se pueden leer los evangelios del ciclo A los domingos tercero, cuarto y quinto, especialmente en las comunidades donde haya catecúmenos, para subrayar el carácter bautismal de este tiempo».

Otra de sus sugerencias es la de vivir «una piedad adecuada a la Cuaresma». Para ello, invita a «realizar ejercicios piadosos que respondan al carácter del tiempo de Cuaresma, como es el vía crucis. O a una sobriedad en las celebraciones». En este sentido, apunta a «la supresión del Aleluya, que no se volverá a escuchar en ninguna celebración hasta la vigilia pascual, ya que en las solemnidades y fiestas se canta el Gloria, pero nunca el Aleluya» que será sustituido por «una aclamación a Cristo y el versículo previsto en el leccionario». «Salvo en la fiestas y solemnidades -comenta-, en las Misas de este tiempo se pueden utilizar cualquiera de las dos plegarias eucarísticas de la reconciliación, ya sea con su prefacio propio o con cualquiera de los prefacios de cuaresma o con el prefacio de la penitencia».

Otro de los ejemplos de sobriedad que sugiere es el de «utilizar el órgano y los otros instrumentos musicales solo para sostener el canto, como corresponde al carácter penitencial de este tiempo, salvo en las solemnidades, fiestas y el Domingo IV Laetare» y «no adornar el altar con flores durante este tiempo, excepto en los mismos días en que se pueden utilizar los instrumentos musicales más allá del acompañamiento del canto».

Por último, concluye exhortando a todos los cristianos a llevar «una vida conforme a lo que celebramos». Y a «compartir los bienes con los más necesitados mediante la limosna como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo. Nunca podemos olvidar que lo que celebramos ha de reflejarse en nuestro estilo de vida».

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El Centro San Camilo lanza un curso universitario en Relación de Ayuda y Counselling en colaboración con La Salle

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: El Centro San Camilo lanza un curso universitario en Relación de Ayuda y Counselling en colaboración con La Salle
  • Fin Agenda: 01-03-2024

El Centro de Humanización de la Salud San Camilo presenta una novedad: el primer curso universitario de Ayuda y Counselling. Un paso más en la colaboración que mantiene con la universidad de La Salle, en cuyo campus inauguraron hace casi un año el primer Centro de Escucha universitario de España.

Esta primera edición está dirigida a profesionales del ámbito sanitario o social, educadores y voluntarios, interesados en realizar una primera toma de contacto en la aplicación del counselling y la relación de ayuda como herramienta en el acompañamiento a personas en situación de dificultad. Se trata de un modelo de gran valor que dota al alumnado de competencias suficientes para un enfoque de la relación terapéutico y promotor de salud.

Un curso teórico-práctico que se desarrollará del 1 de marzo al 30 de junio, a lo largo de 150 horas lectivas, en aula virtual. Habrá encuentros por videoconferencia con carácter semanal, de 16:00 a 20:00 horas, en los que se abordará un completo temario sobre la intervención desde el counselling con análisis de casos y su aplicación en situaciones de duelo, ámbito sanitario y social, dentro de las organizaciones, en el acompañamiento espiritual y el crecimiento personal.

La formación se completará con el trabajo del alumnado sobre los contenidos docentes, participación en los foros, tutorías, lecturas y otras actividades. Todo desde el campus virtual Humanizar, que permite el acceso a las sesiones grabadas, los materiales y documentación, bibliografía, vídeos y actividades complementarias, de la mano de expertos docentes.

El Centro de Humanización de la Salud San Camilo trabaja desde hace 30 años capacitando a profesionales en relación de ayuda y counselling, siendo en la actualidad un referente internacional en el tema.

Más información e inscripciones en este enlace.