Madrid

XXV aniversario de la bendición e inauguración del órgano de la Catedral de la Almudena

  • Fin Agenda: 08-12-2024
  • Galeria: 2024-12-08

La Catedral de la Almudena celebra este mes de diciembre el XXV aniversario de la bendición e inauguración de su órgano, un instrumento que ha acompañado con su música solemne a la vida litúrgica y cultural de la Iglesia de Madrid durante las últimas décadas. Para conmemorar esta significativa efeméride, se ha organizado un ciclo de conciertos especiales que tendrán lugar los tres domingos previos a la Navidad. Todos los conciertos comenzarán a las 13:15 horas y serán protagonizados por destacados organistas de la escena nacional:

  • Domingo 8 de diciembre:
    Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena.

  • Domingo 15 de diciembre:
    Será el turno de Víctor Perea, organista de la Iglesia de Santa Cruz de Madrid.

  • Domingo 22 de diciembre:
    El ciclo se cerrará con Enrique Martín-Laguna, organista de la S.I. Catedral de Santa María Magdalena de Getafe.

Una cita con la música sacra

El órgano de la Almudena, bendecido en 1998, es un instrumento de excepcional calidad, diseñado para enriquecer tanto las celebraciones litúrgicas como los eventos culturales. Este ciclo de conciertos es una invitación abierta para disfrutar de la belleza de la música sacra y celebrar el papel único de este instrumento en la vida de la catedral.

La entrada es libre hasta completar aforo.

 

 

Raquel López, catequista de once jóvenes con discapacidad: «Estamos en un camino de fe»

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
  • Firma: Raquel López, catequista de once jóvenes con discapacidad: «Estamos en un camino de fe»

«Tenemos que ser expertos en abrir las puertas para que la gente encuentre a Dios». Lo dijo el cardenal José Cobo, siendo aún obispo auxiliar de Madrid, en el primer encuentro de catequistas de personas con discapacidad, organizado el año pasado en el Arzobispado de Madrid por la Delegación Episcopal de Catequesis. El ahora arzobispo de Madrid puso en valor el interés de personas que son «punta de lanza» para que «cada uno, con sus posibilidades y capacidades, descubra a Dios y se convierte en evangelizador para el otro». Asimismo, animó a los catequistas a continuar sensibilizando a las comunidades cristianas en la idea de que «aquí no sobra nadie».

Entre los que acudieron a aquella reunión estaba Raquel López, coordinadora de la Comisión de la catequesis de personas con discapacidad de la diócesis, que es catequista de un grupo de once jóvenes de entre 17 y 21 años que se reúnen cada quince días en la Fundación Crónica Blanca. «Son chicos con discapacidades diferentes, autismo, síndrome de Down, o que les falta madurez y les cuesta comprender las cosas».

Junto con el delegado de Catequesis, Manuel Bru, y con la ayuda de los padres, adaptaron para ellos los materiales de la catequesis propuestos por la diócesis, en concreto los de junior, aunque en algunas ocasiones usan el infantil. Y «usamos casi siempre» las propuestas de la sección «Vemos», que son presentaciones en vídeo de películas, y que después «lo llevamos al camino de Jesús». «El último día, por ejemplo, vimos un fragmento de Cadena de favores», lo que permitió trabajar en el grupo «cómo creían ellos que se comportaría Jesús» en situaciones similares y se les animó a contar «a quiénes harían ellos un favor».

Es verdad que hay que contar con «lo receptivos que estén ese día», y por lo general «hay que repetir todo muchas veces, y el mismo concepto durante varios días». Más que de que aprendan, se trata de que interioricen. Por ejemplo, y haciendo referencia de nuevo a la película, «que interioricen el ayudar a los demás y cómo Jesús ayudó en su momento».

Con cada cuaderno hacen dos sesiones, y «hay que hacer siempre lo mismo, porque estos niños necesitan una estructura siempre igual». También les sucede con el oratorio, que realizan siempre con el padre Julio César, de la parroquia Santas Perpetua y Felicidad. «Si lo ven, ya saben que hay oratorio». Lo hacen en una capillita pequeña que hay en la fundación, en un ambiente de recogimiento. Hay veces que se emocionan, como la última vez, cuando rezaron el padrenuestro todos juntos y lo grabaron para pasárselo a un compañero al que habían operado. «Tienen que tener también esta conciencia de que son una familia».

Catequesis discapacidad raquel suenos1

Merienda y actividades fuera

En realidad, la catequesis comienza con una merienda que preparan los padres. En ella, los chavales comparten cómo les ha ido durante el tiempo que no se han visto —las reuniones se hacen dos viernes al mes, a las 17:15 horas, y se prolongan durante cerca de dos horas—. «Es bonito ver cómo tienen las mismas inquietudes que un joven de su edad», refiere Raquel. «¡Menos mal que vienes tú!», le dicen las dos únicas chicas del grupo a la catequista, porque el resto son todo varones.

El grupo lleva caminando tres años, preparándose para recibir el sacramento de la Confirmación. Han hecho mucha piña, porque para los catequistas es importante organizar también actividades fuera. El año pasado hicieron una fiesta de Navidad en la que estuvo invitado Toño Casado; de aquel encuentro surgió la posibilidad de ir a ver su musical Sueños, sobre la vida de Don Bosco, una experiencia que resultó todo un éxito.

«Intentamos también incorporarlos a otros jóvenes» acudiendo, por ejemplo, a la Vigilia de la Almudena en la catedral, a la que llevan asistiendo los dos últimos años, y «este domingo iremos a la basílica de la Concepción a la Misa» que retransmite TRECE a las 12:00 horas, y en la que participarán activamente personas con discapacidad. Y luego, «a tomar el aperitivo».

Este próximo curso comenzarán con un nuevo grupo, aunque la idea es no abandonar el actual. «Estamos en un camino de fe». Además, «estos chicos lo necesitan y lo reclaman: “¿cuándo volvemos a catequesis?”, nos preguntan siempre en vacaciones». También los echan de menos los catequistas, porque «estos niños» son muy cariñosos: «Siempre te ven guapa, te abrazan… Se preocupan mucho por nosotros».

«Regalo de esperanza»

La Iglesia se une el próximo 3 de diciembre al Día Internacional de las Personas con Discapacidad «con el fin de animar a la evangelización de este sector pastoral y avanzar en su inclusión en la sociedad y en la Iglesia», según una nota de la Conferencia Episcopal. Con el lema Todos juntos regalamos esperanza, la campaña —rodada, entre otros, en la Casa Santa Teresa de Madrid— «quiere ser un canto a la esperanza, un aliento fresco que permita descubrir que todos somos un regalo de esperanza para los demás».

La Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las mujeres presenta una guía para parroquias sobre cómo detectar y actuar ante la violencia de género

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses

El próximo lunes, 2 de diciembre, se presenta en Madrid la guía para parroquias Por una vida libre de violencias contra las mujeres. Como detalla el texto, la violencia hacia las mujeres «es un grave problema social que afecta también a nuestra Iglesia». En 2017 nació en la diócesis la Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres, que trabaja por la sensibilización y prevención de la violencia de género. Fruto de ello es esta guía, «para favorecer que nuestras parroquias sean espacios seguros, de respeto y protección para las víctimas».

Así, la guía da respuestas a qué es la violencia de género, cómo afecta a las mujeres que la sufren (y también a sus hijos), cómo se puede acompañarlas para evitar la revictimización, cómo distinguir violencia de agresividad, cuáles son los mitos sobre la violencia, qué hacer y qué no hacer ante la revelación de un caso de violencia… «Soñamos con comunidades cristianas en parroquias comprometidas con la erradicación de la violencia que rompan soledades, que tejan redes de solidaridad y acompañamientos en las que todas las personas, especialmente las mujeres víctimas de violencia, sientan y compartan la mirada liberadora de Jesús», relata el texto.

Destinada a párrocos, agentes de pastoral y comunidades, el documento propone herramientas para actuar como parroquia ante un caso de violencia, información sobre recursos para la atención a las víctimas y sus hijos en la Comunidad de Madrid, y referencias de material audiovisual con el que trabajar el tema en los grupos de catequesis y parroquiales. En la guía se han incluido, además, testimonios reales de víctimas que acercarán a la realidad que han vivido.

Cartel guia parroquias violencia genero morado

Violencia en adolescentes

La guía incluye datos de violencia de género en adolescentes, que es similar a la de otros grupos de edad, si bien es cierto, expone, que a una chica de estas edades le cuesta más identificarse como víctima. «De ahí la importancia de incluir estos temas en las pastorales de juventud y catequesis, así como en la formación de los agentes de ambas pastorales y de los monitores de campamentos y convivencias».

Por último, concluye con unas recomendaciones de buenas prácticas para las parroquias. Entre ellas, detalla el texto, «hacer de la pastoral familiar un espacio de escucha profunda, ausencia de juicio y acompañamiento que posibilite la detección temprana»; «formar a sacerdotes y agentes de pastoral», de modo que «se sensibilice a las comunidades»; «enriquecer la formación bíblica para incluir la mirada de las mujeres en la interpretación de la Palabra y la liturgia»; «introducir en la liturgia días señalados que hagan visible el gran sufrimiento que provoca esta violencia»; «rescatar imágenes, lenguaje, símbolos sobre Dios que sean inclusivos y, también, poner en valor la experiencia femenina de Dios en predicaciones y catequesis».

Asimismo, se incorporan casos prácticos que ayudan a la reflexión y al diálogo. «Pilar [viuda, 78 años] se casó a los 22 años, no tuvo hijos, pero sí un marido que le recordaba constantemente que no servía ni para parir…»; «Silvia es una chica de 17 años […]; en el grupo de catequesis cuenta que ha tenido una discusión con su novio porque ella ha colgado una foto en Instagram con su familia»…

Adviento, Navidad y Parusía: La espera como tiempo litúrgico

  • Titulo: Daniel Escobar/Delegación Episcopal de Liturgia
  • Firma: Adviento, Navidad y Parusía: La espera como tiempo litúrgico

«El tiempo de Adviento tiene un doble carácter, pues es el tiempo de la preparación para la solemnidad de Navidad, en la que se recuerda la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es, además, el tiempo en el que, mediante este recuerdo, las mentes de los hombres se dirigen a la expectación de la segunda venida de Cristo, al fin de los tiempos. Por ambos motivos, el tiempo de Adviento se presenta como tiempo de devota y alegre expectación». (Normas universales sobre el año litúrgico y el calendario, 39).

Es interesante saber que la palabra Adviento, procede del latín adventus, que primitivamente se aplicaba a la venida de un personaje, particularmente del emperador. La Iglesia lo aplicó a Cristo. Si, además, nos fijamos en que el término griego para esta palabra es parusía, entenderemos mejor que este periodo haya sido asumido por la liturgia también como la espera de la venida gloriosa y solemne de Cristo en su definitiva aparición al final de los tiempos. Así pues, desde el comienzo, la liturgia juega con el paralelismo de las dos venidas de Cristo: una primera venida, en la humildad de la carne; y una segunda, en la majestad de la gloria, como se refleja en las oraciones litúrgicas de estos días.

Históricamente este tiempo nació de modo disperso, ya que en sus inicios no se celebraba de igual modo en Roma, en Francia o en España. Por ejemplo, en España, antes de la adopción de la fiesta romana de Navidad del 25 de diciembre, un canon del Concilio de Zaragoza, en torno a los años 380-381, invitaba a los fieles a acudir a la asamblea durante las tres semanas que precedían a la fiesta de la Epifanía, a partir, por tanto, del 17 de diciembre. Se invitaba a los cristianos a huir de la dispersión de las fiestas paganas y parece que se trataba de un periodo de preparación para recibir el sacramento del bautismo en la Epifanía, que también celebraba el Bautismo del Señor. Posteriormente, el rito hispano conocerá un tiempo de Adviento de seis semanas. Roma conoce el Adviento solo hacia el siglo VI y en el pontificado de San Gregorio Magno (590-604) se pasa definitivamente a las cuatro semanas.

Actualmente, en este tiempo cabe distinguir un primer período, que se extiende desde el primer domingo de Adviento (el domingo más cercano al 30 de noviembre) hasta el 16 de diciembre, y un segundo periodo que va desde el 17 al 24 de diciembre. Durante los primeros días las oraciones y las lecturas se refieren a los pasajes que anuncian la llegada del Señor como Mesías y juez al final de los tiempos, dando gran cabida a los profetas, entre los cuales destaca Isaías y Juan Bautista, el precursor, personaje típico del Adviento que indica la presencia del Mesías. A partir del 17 de diciembre la oración cristiana se centrará en la preparación inmediata del recuerdo del nacimiento del Salvador. Son días en los que se proclaman los textos evangélicos de la infancia, según san Mateo y san Lucas, evangelistas del nacimiento del Señor y de su preparación. María adquiere un singular protagonismo en estos días, especialmente en el cuarto domingo. A lo largo de este tiempo aparece como Hija de Sion, sierva del Señor o nueva Eva. Asimismo, es imagen de la Iglesia, que espera y anhela al Señor.

Aunque a lo largo de la historia han existido épocas en las que el Adviento adquirió una fuerte connotación penitencial, a imitación de la Cuaresma, sin olvidar la dimensión de conversión y preparación, se insiste más en la gozosa espera de la venida del Señor. Desde este punto de vista, la moderación que se pide con respecto a la utilización del órgano y de otros instrumentos musicales o en el adorno con flores, corresponde, más que a una norma penitencial, a una contención de la plena alegría que se vivirá en la Natividad del Señor. De este modo, retener un gesto litúrgico durante un tiempo permite que se destaque más su valor cuando se recupera, como ocurre, por ejemplo, con el canto del Gloria o como puede hacerse también con el intercambio de la paz.

Desde el punto de vista pastoral es interesante que nuestras parroquias fomenten el cuidado de la espiritualidad de estos días; algo que se puede tener en cuenta desde varias perspectivas:

-Desde una lectura orante y sosegada de la Palabra de Dios que la Iglesia propone durante estos días.

-A través de charlas de formación litúrgico-espiritual, que expliquen el sentido y el modo de vivir este tiempo.

- El fomento de la celebración del sacramento de la penitencia, como invitación a la conversión ante la espera del Señor.

-La colocación y bendición de la Corona de Adviento.