- Titulo: Infomadrid/Sandra Madrid/ Fotos: Jóvenes Madrid
En coordinación con la Delegación de Jóvenes de la Diócesis de Valencia, un grupo de 15 jóvenes de la Delegación de Jóvenes de Madrid han viajado este fin de semana hacia la Comunidad Valenciana. Uno de sus destinos fue Catarroja, una localidad gravemente afectada por la reciente DANA. Durante todo el fin de semana, estos jóvenes dedicaron su tiempo y esfuerzo a ayudar a familias que habían sufrido los estragos de las intensas lluvias. También llevaron secadores industriales y alimentos no perecederos y material, «aunque lo que más necesitan es mano de obra especializada y dinero». Una ayuda que se ha repartido a través de las parroquias y las Cáritas de los distinos municipios de los alrededores. En Valencia, fueron acogidos en las instalaciones de la parroquia Santiago Apóstol, donde encontraron un espacio de oración y descanso al finalizar cada jornada.
Momento para reflexionar y compartir las vivencias del día
«Cada uno teníamos una misión», explica Guillermo Ara Cruz, seminarista de Madrid y uno de los voluntarios del grupo. Su tarea principal, al igual que la de Juan Ramón Llorca, fue reconstruir un muro de una panadería que las lluvias habían derribado. Otros miembros del equipo se encargaron de sacar el agua acumulada en garajes, limpiar diferentes áreas de la parroquia y organizar el material necesario para la ayuda que se distribuyó posteriormente a las distntias parroquias. Por las noches, los voluntarios cerraban el día rezando Completas, un momento para reflexionar y compartir las vivencias del día: «Brotaba de nuestro corazón ese agradecimiento a Dios por habernos llevado allí y por la gente que nos estábamos encontrando en Catarroja», añade Guillermo. Además, «nos transmitían que están muy agradecidos por la labor que estamos realizando en este lugar» porque se sienten «abandonados», recuerda.
Otro de los voluntarios ha sido Juan Ramón Llorca, valenciano que vive en Madrid y que no es la primera vez que acude a la zona siniestrada como voluntario, ya que hace unas semanas estuvo en Algemesí, «pero este pueblo no estaba tan mal como Catarroja».
Nos hemos sentido útiles
Los voluntarios de Jóvenes Madrid han llevado esperanza y consuelo, con gestos de solidaridad y desprendimiento. En este sentido, Juan Carlos puntualiza que quieren transmitirles un mensaje, que «no están solos y que hay mucha gente ayudándoles».
Al regresar a Madrid, los chavales comentaban que estaban muy contentos porque se habían sentido «útiles, ayudando en las tareas encomendadas siempre con alegría».
Todos volcados con Catarroja
Macarena Cuesta Blanco, estudiante de Ingeniería de Sistemas de Telecomunicaciones, Sonido e Imagen y voluntaria madrileña en Catarroja, ha descrito su labor este fin de semana en Valencia: «El sábado por la mañana ayudamos en el vaciado de la parroquia, y por la tarde, nos recibió una comunidad de vecinos porque algunos voluntarios teníamos que vaciar un garaje. Nosotros íbamos a ayudarles, pero fueron ellos quienes nos ayudaron a nosotros. El domingo estuvimos limpiando la parroquia para que se pudieran reanudar las celebraciones».
De este fin de semana en Catarroja, Macarena destaca una conversación con una señora que le decía que había que «aguantar y confiar». También recuerda las imágenes de los niños corriendo y jugando por las calles, así como las «personas que estaban ayudando y dándolo todo». Según ella, en Catarroja «todo el mundo estaba volcado».
La joven concluye: «Pudimos comprobar que el amor de Cristo estaba muy presente en este municipio valenciano».
Organización de nuevas iniciativas
Este viaje solidario es una muestra concreta del compromiso de los jóvenes con quienes más lo necesitan. Desde Jóvenes Madrid, ya se están organizando nuevas iniciativas para seguir colaborando con las familias, que han demostrado ser un ejemplo de fortaleza y gratitud en medio de la adversidad. La ayuda de los madrileños continuará llegando a localidades Albal, Masanasa, Benetúser o Mislata, que se ha convertido en el centro logístico comarcal de apoyo a municipios afectados.
Por ello, este no será el único viaje desde Jóvenes Madrid. Como aún queda mucho por reconstruir en Valencia, la delegada episcopal, Laura Moreno, explica que la idea es «ir organizando campos de trabajo según las necesidades». De hecho, ya se están planificando los próximos para diciembre y enero.