«San Nicolás sigue viviendo». Son muchos, afirma Alfonso Lozano, párroco de El Salvador y San Nicolás, los que «dan fe de que sus oraciones son escuchadas a través de su intercesión». Y este viernes, 6 de diciembre, cuando se celebra su fiesta litúrgica, su presencia será si cabe mayor porque en la parroquia, por primera vez, se hará una lectura dramatizada de su vida a cargo del actor Pedro Javier, muy devoto del santo.
El objetivo de la dramatización es, en primer lugar, explica Lozano, «acercar la vida del santo a todos los devotos. Un hombre que vivió a caballo entre los siglos III y IV en Turquía, que fue obispo de la ciudad de Mira, donde ejerció una caridad incansable, y cuyos restos fueron trasladados a Bari (Italia). «Educó al pueblo de Dios en un contexto pagano y arriano», con unas homilías «muy delicadas en la forma», pero certeras y contundentes en su fondo.
De su vida se desprende «una amistad apasionada con Jesucristo y un amor a la Iglesia y a la unidad en la Iglesia». Pero quizá por lo que más se le conoce es por «esa actividad caritativa» que desplegó, sobre todo, entre sus conciudadanos. Es conocido por la tradición que en un momento de gran carestía intercedió por ellos ante el emperador de Roma.
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Intercesor en asuntos económicos y afectivos
«Le podemos pedir todo», afirma el párroco, aunque «la tradición lo sitúa como patrono de los asuntos económicos y de las cuestiones afectivas». De hecho, se cuenta que, siendo él joven, habiendo crecido en una familia acomodada, fue proveyendo del dinero que necesitaba un vecino suyo para casar a sus tres hijas. El hombre, con serias dificultades económicas, no veía a otra salida que dedicar a las jóvenes a la prostitución, pero Nicolás dejó una noche, a través de la ventana, una bolsa con monedas que era lo justo para una dote más que generosa para la primera hija. Lo mismo sucedió con las otras dos. Por eso, «muchas jóvenes le piden a san Nicolás que interceda por su vida, para hacer un proyecto de familia».
Todos estos milagros o grandes favores que hizo en vida se verán reflejados en la lectura dramatizada. «Cada milagro da pie a una petición particular de diferentes sectores de la población», porque el santo es patrón de muchos, como los navegantes, los niños… Y esta representación concluye «con el milagro más grande: de la mano de san Nicolás somos acercados a Jesucristo, que tiene su presencia álgida en la Eucaristía».
Por eso, a la lectura dramatizada, a las 11:15 horas, le seguirá inmediatamente la celebración de la Eucaristía, a las 12:00 horas, que estará presidida por el obispo auxiliar de Madrid José Antonio Álvarez. «Será el culmen más bonito de esta fiesta», concluye el párroco.