Madrid

María Yela, delegada de Pastoral Penitenciaria de Madrid: «Francisco siempre ha tenido una delicadeza especial por los internos. Seguirá rezando por nosotros, como nosotros lo hacemos por él»

María Yela, delegada de Pastoral Penitenciaria, recordaba cómo, hace cinco años, el Papa Francisco recorría en soledad la Plaza de San Pedro durante la pandemia, dedicando el Vía Crucis a los internos, a sus víctimas, a los agentes judiciales y a todos los implicados en la realidad penitenciaria. «Él siempre ha mostrado una delicadeza especial por los internos», subraya.

Hace apenas un año, el Papa recibió durante dos horas y media a un grupo de internos y familiares de la prisión de Navalcarnero. «Compartimos con él un tiempo precioso: charlamos, reímos y lloramos de emoción», recuerda Yela. «Todos sentimos que teníamos un lugar en el corazón de Jesús».

El pasado domingo, añade, «Francisco nos dio su bendición, y a las pocas horas resucitó con Jesús». Su partida «nos conmovió profundamente, nos dejó un gran dolor», pero también «la certeza de que seguirá rezando por nosotros, como nosotros lo hacemos por él». «Gracias, Francisco», concluye emocionada.

«Este es un día precioso en el fondo porque es el día de la resurrección y nunca va a faltarnos Francisco, siempre va a estar en nuestro corazón guiándonos», contaba María Yela nada más salir de la Misa de acción de gracias por la vida del Papa en la catedral de la Almudena que se celebró el pasado lunes.

Visiblemente emocionada, cuenta que «he querido acompañar al pueblo de Madrid en nombre de los presos que no pueden venir pero están con el Papa». Lo conocían de cerca, pues varias veces visitaron con la delegada Casa Santa Marta. «Nos acogía en su casa, nos daba la merienda, nos contaba chistes y nos animaba a seguir con nuestra vocación por las personas presas», recuerda. Y subraya que Francisco «siempre tuvo con ellos un trato muy natural, muy simpático y a la vez muy profundo», les hacía sentir útiles y era a ellos a quienes les pedía: «¿Me ayudáis a levantarme?».

José Luis Guzón, delegado episcopal de Enseñanza: «Francisco ha sido un papa educador y pedagogo, lo echaremos de menos»

«Francisco ha sido un Papa entrañable, portador de toda la sabiduría secular de la Compañía de Jesús y enriquecido por una profunda experiencia pastoral que ha sabido compartir con todos nosotros a lo largo de su vida», afirma José Luis Guzón, delegado episcopal de Enseñanza de la Archidiócesis de Madrid.

Destaca también «su extraordinaria capacidad pedagógica y su entrañable cercanía al pueblo, cualidades que intuyo nacidas en sus años de formación junto a los salesianos».

«Francisco ha sido un verdadero educador y pedagogo desde el solio pontificio», añade Guzón. «Nos ha enseñado a esperar, a soñar, a cultivar el buen humor, a dialogar y a tomar decisiones importantes de forma sinodal».

Finalmente, expresa su convencimiento de que «la Providencia nos regala en cada época el pastor que más necesitamos». Y concluye: «Sin duda, lo echaremos de menos, pero confío plenamente en que el Espíritu, a través del cónclave, nos regalará otro buen pastor».

Pilar Algarate, secretaria general de Cáritas Madrid: «El Papa Francisco siempre ha sido un faro y un guía para Cáritas»

Durante estos años, el Papa Francisco ha sido «un faro y un guía para Cáritas. Sus palabras sencillas y firmes han inspirado nuestro compromiso con quienes más sufren, con los últimos», explica Pilar Algarate, secretaria general de Cáritas Madrid«Francisco no hablaba de los pobres, hablaba con ellos» y «nos animó a ser una Iglesia que acoge, protege, promueve e integra». Como él decía, «una Iglesia pobre para los pobres».

También nos recordó que «la caridad no es asistencialismo, sino encuentro, dignidad y ternura». En este sentido, Algarate recuerda un gesto que resume todo esto: la carta que el Papa Francisco envió al centro CEDIA 24 horas de Cáritas Madrid.

 

Sorpresa muy especial

El 9 de febrero de 2021, el Centro de Información y Acogida CEDIA 24 horas de Cáritas Madrid recibía una sorpresa muy especial: El Papa Francisco respondía a la carta que le enviaron algunas personas del equipo de trabajadores y personas atendidas en este lugar.

Todo comenzó en el taller ‘Escribir una carta al Papa’. La trabajadora social Luisa Russo, miembro del equipo de CEDIA, emprendió este espacio para los residentes del centro, y animó a los chicos a escribir algunas líneas para Francisco.

«No sé si llegará a leerla» -escribió Borja, de 34 años- «pero dentro de mi corazón surgió la necesidad de contarle la alegría que me ha dado volver a encontrar al Señor».

Lo que no se imaginaban los participantes en el taller es que el Papa respondería a su carta. «Dale las gracias de mi parte a Borja, Antonio Javier, Yolanda, David, Gabriela, Florín que han escrito, y manda mis saludos a todos los demás que están allí».

Acercar al Papa a las personas atendidas

Luisa, del equipo de CEDIA, escribió al Santo Padre: «Quiero compartir contigo lo que hacemos, los miedos y la ilusión que ponemos, pero sobre todo quiero hablarte de ellos, de esas mil caras que mi corazón buscaba y que ahora tienen la oportunidad de llegar a ti». También le habló del centro, que presta servicio 24horas. «Contamos con un grupo de trabajo de 23 técnicos profesionales que se alternan en diferentes turnos para poder atender a las personas en cualquier momento».

La carta se compuso de historias y saludos por parte de todo el equipo de CEDIA: Rebeca, Javi, Inma, Jorge, y todos los asistentes sociales; Eva, Vicente, Rodrigo, Miki, Javier, Sergio, Lili, Raùl, Kike, Victoria, Paola, Estefanía, Carlos, Sara, Borja, Flor, Rocío y Lydia.

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Carta del Papa Francisco

“Querida Luisa, muchas gracias por tu carta. ¡Me ha hecho mucho bien! Gracias por todo lo que hacéis en CEDIA. Manda mis saludos a Rebeca, y a todos los compañeros que trabajan ahí. Dale las gracias de mi parte a Borja, Antonio Javier, Yolanda, David, Gabriela y Florín que han escrito, y manda mis saludos a todos los demás que están allí.

Diles que estoy cerca de ellos, que rezo por ellos, y que les agradezco por todo el trabajo que hacen. ¡Seguid adelante! Rezo por vosotros; por favor vosotros hacerlo por mí. Que el Señor os bendiga y que la Virgen os cuide. Fraternalmente. Francisco”.

María Bazal, delegada de Familia y Vida: «El Papa Francisco siempre ha promovido una Iglesia que acompaña, acoge y defiende la dignidad humana en todas sus etapas»

«El pontificado del Papa Francisco se ha caracterizado por un enfoque innovador y una profunda cercanía al pueblo, marcando un tiempo de transformación significativa para la Iglesia», afirma María Bazal, delegada de Familia y Vida de la Archidiócesis de Madrid.

Entre las múltiples reformas y procesos iniciados, María Bazal destaca «la atención a la pastoral de la familia y de la vida». Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha promovido «una Iglesia inclusiva y misericordiosa», subrayando «la importancia de acompañar a las familias en sus desafíos contemporáneos». Esta visión se plasma en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, fruto de los dos sínodos sobre la familia que él mismo convocó. En ella, «se nos invita a una pastoral más comprensiva y menos rígida, que reconozca la complejidad de las situaciones familiares y la necesidad de una Iglesia que acoja y acompañe a todos», afirma Bazal.

Acoger, proteger, promover e integrar

Además, María Bazal subraya que «su perspectiva sobre la vida se refleja en la constante defensa de los más vulnerables, desde los no nacidos hasta los migrantes, y en su firme denuncia de la cultura del descarte». En esta línea, el Papa Francisco no deja de recordarnos la necesidad de «acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes», así como su «clara oposición a la pena de muerte». Según Bazal, estas actitudes son expresión de «su compromiso con la dignidad de toda vida humana».

También destaca que «su magisterio enfatiza la importancia de la fraternidad y la solidaridad», pilares esenciales para construir una sociedad más justa y humana, en la que la familia y la vida sean verdaderamente valoradas y protegidas.

Un hogar para todos

En un mundo marcado por conflictos y divisiones, el Papa Francisco ha insistido siempre en «la construcción de puentes y el diálogo», recordando que «la Iglesia debe ser un hogar para todos, todos y todos, especialmente para quienes más lo necesitan». María Bazal también destaca su liderazgo durante la pandemia de la COVID-19. En ese tiempo difícil, el Papa ofreció «un mensaje de esperanza y unidad», y reforzó la importancia de «cuidar la vida en todas sus formas».

«El pontificado de Francisco ha subrayado la centralidad de la pastoral familiar y de la vida», afirma Bazal. Un camino que promueve una Iglesia que acompaña, acoge y defiende la dignidad humana en todas sus etapas.