Madrid

Fernando Rubio, del equipo de comunicación de Jóvenes Madrid: «El objetivo del festival 'Who Fest' es descubrir quiénes estamos llamados a ser»

La Iglesia celebra el 11 de mayo, domingo del Buen Pastor y cuarto de Pascua, la Jornada Mundial de oración por las vocaciones y la Jornada de vocaciones nativas con el lema, «Para el Señor, en los hermanos». El lema de esta Jornada fue la respuesta a la pregunta «¿Para quién soy?» en el Congreso de vocaciones que se celebró el pasado mes de febrero en Madrid y que convocó a más de tres mil personas de Iglesia. Los participantes respondieron con unanimidad con esta frase clave: «Para el Señor, en los hermanos».

En esta clave, Jóvenes Madrid organiza el viernes 9 de mayo Who Fest «un evento dirigido a jóvenes y adolescentes, y pensado para dar inicio al fin de semana de la Jornada mundial de oración por las vocaciones».

¿Qué tiene que ver la identidad con la vocación?

Absolutamente todo, responde a la pregunta Fernando Rubio, uno de los coordinadores de Who Fest. «Porque cuando pensamos en la vocación nuestros pensamientos se dirigen a curas, monjas, matrimonios, etc». Pero no es solo eso, «porque al final toda vida es vocación y la vida entera es el mayor de los regalos».

Además, cuando el papa Francisco convocó esta oración, escribió una carta dedicada especialmente a los jóvenes, en la que afirmaba que, a veces se sienten perdidos por lo que les deparará su futuro, y eso les lleva a sufrir crisis de identidad (a no saber quién eres, ni hacia dónde vas). Porque no olvidemos que «al final es muy difícil soñar alto», es decir, «soñar con el Cielo».

Christian Gálvez, Teresa Barrera o Fray Marcos

En este sentido, señala que por medio de este festival quieren «hacer un camino para que las personas que participen en el Who Fest puedan crecer en ese conocimiento de quiénes son». Por eso habrá música en directo, invitados de gran nivel que nos ayudarán a vivir mejor la vida, por ejemplo, Christian Gálvez, Teresa Barrera o Fray Marcos de MasterChef.

Por eso, «el objetivo de Who Fest es el de ponernos delante de quien nos ha creado, para invitarnos con verdad y desde un espacio verdadero, a vivir con todo el corazón», concluye.

Who Fest 2025: música, testimonio y oración para «descubrir quién estás llamado a ser»

El viernes, 9 de mayo, en vísperas de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, vuelve el Who Fest, el festival que invita a descubrir «quién estás llamado a ser». El evento, organizado por la Delegación de Pastoral Vocacional de Madrid, se celebrará en el Seminario Conciliar (c/ San Buenaventura 9) a partir de las 18:30 h y está dirigido a jóvenes a partir de 14 años.

La tarde arrancará con una recepción en clave festiva: música, bar y ambiente joven para dar paso a un micro abierto titulado ‘Con todo el corazón’, en el que distintos artistas compartirán canciones que inspiran y conectan con lo más profundo de la vida. A continuación, el bloque ‘100% reales’ ofrecerá testimonios y entrevistas con invitados que contarán cómo viven su vocación desde la autenticidad y el compromiso.

El broche final será a las 21h con la Vigilia vocacional como apertura oficial de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones en Madrid. Una oportunidad para orar juntos y pedir que muchos jóvenes descubran su camino y lo sigan con libertad y entrega.

Foto de Cáritas Madrid

Juan Antonio Martínez Camino, en la Misa jubilar por el mundo del trabajo: «Sin trabajo, la persona no puede realizarse en su dignidad»

Este jueves, 1 de mayo, con motivo del Día del Trabajador y la memoria litúrgica de san José Obrero, la catedral de Santa María la Real de la Almudena ha acogido la Misa Jubilar por el mundo del trabajo. La celebración ha sido organizada por Iglesia por el Trabajo Decente de Madrid, una iniciativa en la que participan numerosas instituciones y movimientos de la diócesis, junto con el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo.

La Eucaristía ha estado presidida por Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, quien en su homilía ha recordado que el trabajo «no es un castigo, sino una forma maravillosa de nuestro ser personas». «Lo notamos bien cuando nos falta un trabajo digno para atender las necesidades de la familia o cuando el trabajo escasea. Sin trabajo, la persona no puede realizarse en su dignidad», ha subrayado.

Asimismo, ha destacado que el ser humano trabaja porque ha sido creado a imagen de Dios, y que el trabajo es expresión de esa dignidad única: «No se puede reducir a un elemento más de la producción; tiene prioridad sobre todos los demás factores».

Durante su homilía, el obispo ha señalado que la esperanza cristiana se fundamenta en la humildad del Hijo de Dios, que, siendo eterno, se hizo hombre y fue despreciado por los sabios del mundo. «El camino de Dios es el de la humildad verdadera», afirmó, indicando que esa humildad redentora da sentido al esfuerzo cotidiano de quienes trabajan y de quienes buscan empleo.

En este contexto, monseñor Martínez Camino ha advertido del riesgo de construir un sistema que «pretende levantar el cielo en la tierra a espaldas de Dios», una sociedad «sin esperanza». Frente a esta tentación, ha invitado a vivir el Año Jubilar como una oportunidad para renovar la fe en el poder de Dios y trabajar por una sociedad más justa: «Queremos, en este Jubileo, alimentar nuestra esperanza en el poder de Dios, para poder vivir como hermanos y libres de las angustias y mentiras del mundo».

La celebración concluyó con una oración por todas las personas que sufren desempleo o condiciones laborales indignas, encomendando su situación a san José Obrero, patrono de los trabajadores: «En este Año Jubilar, con la protección de san José, que nos haga libres para vivir como hermanos. Queridos amigos, a san José Obrero trabajador encomendamos el trabajo de tantas personas que buscan empleo y no lo tienen».

Con motivo de esta jornada, y al final de la celebración, se ha querido también visibilizar la situación de los jóvenes en el mundo laboral. Bajo el lema «Trabajo decente, derecho, no privilegio», se ha alzado la voz ante el nuevo paradigma social que afronta la juventud. Hoy, las personas jóvenes comienzan a trabajar más tarde, y la precariedad se ha convertido en la norma, afectando incluso a su salud mental. «Trabajar ya no garantiza la emancipación», han denunciado dos jóvenes de JOC leyendo el Manifiesto de Iglesia por el Trabajo Decente y señalando que la incertidumbre se instala en la vida cotidiana: «Cuando no sabes si mañana vas a poder dar de comer a tus hijos, es fácil caer en el desánimo. ¿Dónde buscar la esperanza?».

En este contexto, se ha recordado con fuerza el mensaje del papa Francisco: «El trabajo es una necesidad, parte del sentido de nuestra vida y de realización personal». Por ello, han reclamado a las instituciones públicas una escucha atenta y comprometida para comprender la precariedad laboral de los jóvenes. «Trabajar ya no es suficiente —afirman—; es hora de alzar la voz y reivindicar la necesidad de un símbolo de esperanza para la juventud».

El obispo auxiliar Vicente Martín, en la Misa jubilar de las personas con discapacidad: «Os necesitamos para ser testigos del Resucitado»

Santi (imagen inferior, con sudadera naranja) tiene 7 años y una sonrisa enorme detrás de sus gafas azules de pasta. Son sus ojos los que más sonríen. Está sentado en primera fila en la catedral de la Almudena, donde ha asistido al Jubileo de las Personas con Discapacidad, celebrado este miércoles, 30 de abril. El niño estudia en un cole con aula TEA (trastorno del espectro autista) y acude a la catequesis del Proyecto NAIM en la parroquia Epifanía del Señor. Bien lejos de su casa, pero su madre, Lis, no dejó de buscar hasta que encontró un sitio en el que pudiera conocer más a Jesucristo a través de un método adaptado a sus capacidades diferentes, como le gustaba decir al Papa Francisco.

De la Misa jubilar, lo que más le ha gustado a Santi ha sido la palabra «Amén». La fe abrumadoramente profunda y sencilla de los niños. «Así sea». Aunque al terminar, lo que más repite es «perdón» y «lo siento», quizá acordándose de que acaba de recibir, por primera vez en su vida, el sacramento de la Penitencia. Y su catequista Rosa les ha explicado, a él y a sus dos compañeros, que cada vez que hacemos algo mal el corazón se va poniendo negro, y para que vuelva a ser rojo hay que limpiarlo en el sacramento, contándole al sacerdote, que es muy muy amigo de Jesús. Tanta es la identificación que ha hecho en su mente Santi que a todos los sacerdotes los llama Jesús. En la Misa de la catedral ha contado a «¡15 Jesús!».

Jubileo discapacidad almudena santi

Efectivamente, la celebración ha estado presidida por el obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, a quien han acompañado, entre otros, el vicario Pastoral, José Luis Segovia; el vicario de Vida Consagrada, padre Aurelio Cayón, sscc; el vicario del Clero, Juan Carlos Merino; los vicarios de la Vicaría VIII, padre Ángel Camino, osa, y de la Vicaría V, Óscar García Aguado; así como el coordinador de la Comisión Diocesana de Atención a Personas con Discapacidad de la diócesis de Madrid, Javier Medina, y los párrocos de Santa María del Silencio, que atiende a las personas sordas y sordociegas de la diócesis, y de Nuestra Señora de las Américas.

En un ambiente alegre, de emoción y de mucha fe, con acompañamiento musical del antiguo coro de la parroquia San Manuel y San Benito, cientos de personas han acudido a la catedral, entre ellas miembros de la Asociación NAIM, Fe y Luz, la Hospitalidad de Lourdes o las Hijas de la Providencia, y tantas realidades que son luz en la diócesis, tal y como ha quedado de manifiesto durante la celebración. No se han olvidado del recientemente fallecido Papa Francisco. «Él nos miró con misericordia y nos trató a cada uno como hijos de Dios».

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Protagonistas en la misión de la Iglesia

A todos ha saludado el obispo auxiliar en nombre del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, que no ha podido presidir la celebración por los trabajos de preparación del cónclave. Sin embargo, les ha querido transmitir sus palabras, que ha plasmado en su homilía. «Pocas veces esta catedral estará más honrada con vuestra presencia», ha comenzado. «La Iglesia es vosotros más que de nadie. ¡Tenemos tantas cosas que aprender de vosotros!».

Así, ha continuado, se cumple aquello que decía san Pablo: «Los miembros del cuerpo que parecen los más vulnerables son los más indispensables». Porque «vosotros y vuestras familias dais un testimonio siempre vivo y elocuente del Evangelio». En este sentido, ha subrayado que «sois nuestros maestros; tenéis muchas cosas que enseñar al pueblo santo de Dios y a nuestra sociedad».

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Ha reconocido en sus palabras que en ocasiones la Iglesia ha podido contribuir a la invisibilización del mundo de la discapacidad, pero «Dios quiere que todos participemos de la vida eterna» porque el Reino de Dios «no admite exclusiones ni discriminaciones».

El mensaje que trae el año jubilar, ha afirmado el obispo auxiliar, es que «nadie, absolutamente nadie, está discapacitado para acoger el amor de Dios y para anunciarlo con su vida singular». En este punto, ha destacado que las personas con discapacidad no son secundarias: «Sois protagonistas en la misión de anunciar el Evangelio». Es por eso que «necesitamos de la fuerza de la debilidad aparente» para que la misión de la Iglesia «sea hoy día creíble». «Os necesitamos para ser testigos del Resucitado».

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Ha incidido el obispo Vicente Martín en la inclusión al asegurar que «en la Iglesia no cabe ni el descarte ni la exclusión», y este es el «desafío», la plena participación e integración, que «no es un acto de caridad, sino expresión de justicia y respeto de su dignidad». Es cierto que «en ocasiones nos falta sensibilidad», pero «queremos hacer accesibles nuestros templos y nuestras actividades» y, por supuesto, «los católicos con discapacidad tenéis el derecho a participar en los sacramentos».

El obispo auxiliar ha concluido dando las «gracias de corazón de toda la Iglesia diocesana por ser testigos gratuitos del amor de Dios; no dejéis de ser nuestros maestros en la fe».

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