Madrid

"La iniciación cristiana, camino de esperanza", séptima sesión del IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores

  • Titulo: Infomadrid/Sandra Madrid
  • Fin Agenda: 23-01-2025
  • Galeria: 2025-01-23

El jueves 23 de enero, nueva sesión del IX Ciclo de Conferencias para Evangelizadores “Jesucristo 2025 años de esperanza”, organizado por la Delegación Episcopal de Catequesis. Francisco Julián Romero Galván, secretario de la Comisión Episcopal de Evangelización, catequesis y catecumenado y coordinador del Jubileo 2025 de la CEE impartirá la ponencia “La iniciación cristiana, camino de esperanza”.

El acto tendrá lugar de 17:00 a 18:30 horas, en la sala Multiusos de la Parroquia San Juan de la Cruz (San Juan de la Cruz, 2). Además, la charla se podrá seguir por el canal de YouTube de la Delegación Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid.

El cardenal cobo preside la Misa del centenario de la muerte de santa Rafaela María, fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
  • Firma: El legado de santa Rafaela María en Madrid: adoración apostólica para «poner el mundo roto en manos de Dios» y educación

«Te miro y te adoro». Hay al comienzo de Martínez Campos, en el número 10, una iglesia de entrada pequeña que podría pasar desapercibida en medio del ritmo frenético de la ciudad. En el presbiterio, las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús han puesto esta frase, «te miro y te adoro». Es de santa Rafaela María, la fundadora de la congregación, de quien este año se ha cumplido el centenario de su muerte. Una efeméride que se celebrará el próximo jueves 23 de enero en la catedral de la Almudena, con una Eucaristía a las 18:00 horas presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. La celebración se puede seguir también por el canal de YouTube de la archidiócesis de Madrid.

La frase resume la vida de esta mujer, en un templo que fue diseñado por ella misma, limpio de adornos e imágenes para que la mirada, nada más entrar, se fuera a lo único importante: Jesucristo Eucaristía, en la custodia, para adorarlo. «Santa Rafaela es una mujer discreta, muy suave; desde el inicio tiene un peso espiritual muy fuerte en la congregación». La superiora de la actual comunidad de Martínez Campos, la hermana Inés Ruiz, habla en presente de la santa.

Santa Rafaela Maria joven

En la casa, la primera que tuvo en propiedad la congregación — se pueden ver, enmarcadas, las escrituras — y de donde partió todo el impulso apostólico, la impronta de la fundadora se cuela por todos los poros. «Esta casa nos habla del origen, de la raíz, del grupo fundante, de esas 14 jóvenes que hicieron brotar nuestro camino de seguimiento a Jesús», cuenta Inés.

Inevitable admirarse por esas escaleras anchas, de madera desgastada, por donde tantas veces, durante los 16 años que pasó en ella, subió y bajó la santa. O la pequeña capillita, con el primer sagrario que hubo en la casa, en la que fue su habitación. O el ventanuco de la vidriera al que la santa se asomaba para rezar ante el Santísimo. O esa bajada estrecha a los sótanos, donde se conservan, como oro en paño, el comulgatorio de foja donde hizo su profesión perpetua y dos de los símbolos que las esclavas llevan en su ADN a día de hoy.

Santa Rafaela Maria escalera

Los cimientos y el pozo negro

El primero son los cimientos. «Santa Rafaela y Madre Pilar —que fue su hermana, cofundadora del instituto— eligen ser cimientos; estos no se ven, pero sostienen la casa». Pues así las hermanas, en momentos de oscuridad, incluso de menosprecio hacia ellas, «eligen el silencio», la ocultación, por el bien de la congregación. Dios es, sostiene la santa, el que se ha empeñado en hacer el instituto; Él saldrá en su favor. Cimientos sobre los que crezcan los demás, sosteniéndolo todo desde la humildad. «No es santa de deslumbre —añade Inés—, sino de la hondura de la misma configuración con el mismo Jesús».

La historia del instituto de las esclavas del Sagrado Corazón de Jesús no estuvo exenta de dificultades. Es «una historia de pecado, pero también de gracia», resume la superiora. O, como decía la santa, «a base de deshacerse los planes del hombre se realiza el plan del corazón de Jesús».

Rafaela María vio la luz por primera vez el 1 de marzo de 1850 en la mejor casa de Pedro Abad (Córdoba). Era la séptima hija —viva, porque tres hermanos habían fallecido con anterioridad a su nacimiento— de una familia acomodada, cuyo padre era el médico y el alcalde del pueblo. Había cinco hermanos varones y una mujer, Madre Pilar, cuatro años mayor que ella. Después vendrían dos hermanos más, el último nacido ya huérfano de padre.

Santa Rafaela Maria monja

Aunque de carácter muy diferente, no se entiende a las hermanas a la una sin la otra. Ambas, con profundas convicciones religiosas, empiezan a atender a sus vecinos más necesitados. «Nos han servido mucho tiempo, ahora queremos servir». Ante la oposición de los hermanos, que no veían con buenos ojos que «las niñas» bajaran al barro, empiezan a salir por la puerta de atrás de su finca. Y esto es todo un símbolo para la congregación, «adentrarse en la realidad marginal, invisibilizada», destaca la superiora.

Su inquietud religiosa las lleva a Córdoba, donde conocen a un sacerdote que les pone en contacto con las reparadoras francesas; acababan de llegar para fundar un colegio. De ellas adoptan la espiritualidad ignaciana, que impregna la futura congregación, y la adoración apostólica. También surgirá de aquí el desarrollo de su carisma a través de la educación gratuita. Tanto, que no habrá futura fundación de comunidad de esclavas sin escuela gratuita y sin adoración al Señor expuesto.

Santa Rafaela Maria palabras

Sucede que las reparadoras no acaban de cuajar en la ciudad y a las hermanas se les ofrece la posibilidad de irse con ellas o quedarse en el colegio. Eligen lo último, hasta que las desavenencias con el obispo las obliga a, por no desobedecerle, salir de Córdoba. «Lo hicieron de noche, con el grupo de novicias, hasta Andújar». Desde allí, acogidas por la diócesis entonces de Toledo, recalan en Madrid, donde llega este grupo de 14 jóvenes en 1874. Tres años después, consiguen comprar su primera casa, «que era un hotelito a las afueras de la ciudad, rodeado de campos».

Y viene el segundo símbolo, el pozo negro (en la imagen inferior, Inés en la capilla donde se encuentra el pozo y el comulgatorio). También situado en el sótano, era el lugar donde tiraban las inmundicias que cada noche había que sacar a mano para llevarlas a los campos. Un sigo de que «hay que bajar hasta abajo para llegar a la verdad más profunda de los que somos», señala la superiora actual. «Es un proceso de kénosis» que también entronca con la idea de servicio, «como el de Jesús», arrodillándose y bajando hasta el fondo.

Santa Rafaela Maria ines pozo

La señora Paca, los ejercicios espirituales…

Pronto la casa empieza a ser foco de gracia. «Surge el primer grupo de laicos que se unen en adoración, de la mano de la señora Paca, que organizó espontáneamente a las vecinas» en la primigenia capilla, abierta a la calle. También comienzan enseguida las tandas de ejercicios espirituales ignacianos. «Al principio, las esclavas salían de sus habitaciones para dejárselos a las ejercitantes». Actualmente, este edificio originario es casa de espiritualidad que recibe grupos constantemente. Y comienzan a formarse, en la pequeña escuela gratuita, las primeras promociones de niñas. A día de hoy, la congregación tiene 16 colegios en España —dos en Madrid— integrados en la Fundación ACI.

«Santa Rafaela —superiora y maestra de novicias— era la que formaba los corazones y la Madre Pilar, más resuelta, la que se ocupaba de lo más terrenal». La elección de Rafaela María como primera General de la congregación —que desde 1887 tenía la aprobación pontificia— desata las suspicacias en su hermana Pilar. No fue fácil esta relación entre ambas desde entonces, que sin embargo concluyeron sus vidas con una bonita historia de reconciliación y perdón. De hecho, Madre Pilar está enterrada en la iglesia (santa Rafaela María está en la casa general en Roma).

Santa Rafaela maria cole manospsd

La aprobación pontificia supone el reconocimiento mundial del carisma reparador de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, «poniendo al mundo roto en manos de Dios» en la adoración —de ahí la adoración apostólica— en una «respuesta de amor al amor de Dios». Se trata de «reparar la imagen del hombre en su ser; nosotras nacemos del corazón de Jesús, que es el lugar de la compasión, de la justicia y de la reconciliación», detalla la hermana Inés. Las esclavas llevan a Jesús el «mundo roto, el mundo que sufre», porque «el único que repara es el amor de Jesús; nosotras somos cauce de ese amor».

Y esta reparación se hace, aparte de en la adoración apostólica, en la educación, el segundo pilar del carisma, «acompañando a la persona en su crecimiento humano y cristiano y llevándola a una experiencia de un Dios que salva, que la ama tal y como es». En definitiva, se trata de «posibilitar que, a través de la educación, la persona sea ella misma, lo que Dios ha soñado para ella». Por eso, hay un círculo de oración en la vida de las esclavas: de la adoración al colegio y del colegio a la adoración. «Lo que vivimos en la adoración lo llevamos a la vida».

Santa rafaela maria cole clase

Legado de Santa Rafaela

Con la vista puesta en el centenario que concluye, Inés repasa el legado de la santa fundadora. En primer lugar, «la experiencia de sentirse criatura; como decía ella, “veo a Dios muy grande y a mí pequeñísima, y me gozo de lo que es Dios y de lo que soy yo”». En segundo lugar, la Eucaristía, «que es vida de la congregación como la raíz lo es del árbol», siguiendo ese grito fundacional de «poner a Dios Eucaristía a la adoración de los pueblos». Y, por último, la pedagogía del corazón, con firmeza y ternura, «ayudando a la persona a ser libre».

El cariño a la santa fundadora y los frutos de este legado los han podido vivir las esclavas por todo el mundo de primera mano durante este centenario. También ha sido muy enriquecedor, reconoce, haberse acercado a ella también desde el encuentro con los laicos. El aniversario se cerrará en la catedral el día 23 de enero. «En Madrid nacimos, y agradecer y celebrar el don de santa Rafaela con la Iglesia de Madrid es unirnos a nuestro origen», concluye la superiora.

Santa Rafaela maria fotos

El delegado de Cáritas Diocesana de Madrid, Javier Ojeda, a los residentes y voluntarios del Hogar Isaías: «Aprendamos de la Virgen de la Altagracia a vivir con gracia y generosidad»

  • Titulo: Sandra Madrid/Cáritas Madrid

La comunidad de vida de las Hijas de la Virgen de la Altagracia ha celebrado a su patrona junto con los residentes y voluntarios del Hogar Isaías. El delegado de Cáritas Diocesana de Madrid, Javier Ojeda, presidió la Misa, acompañado por sacerdotes del Instituto Español de Misiones (IEM), «en un emotivo homenaje a la Virgen que es símbolo de esperanza y fe para el pueblo dominicano».

María, modelo de cercanía y entrega

Durante su homilía, Javier Ojeda invitó a reflexionar sobre la figura de María desde su humildad y fortaleza. ¿Qué tenía esta mujer para que Dios se fijara en ella y le confiara lo más importante, su Hijo? «María, con su ejemplo, nos enseña a estar atentos a las necesidades de los demás, a dar esperanza y a acompañar con amor, incluso en los momentos más difíciles», destacó.

También hizo una llamada a reconocer a María como un modelo de cercanía y entrega. «María no solo estaba al pie de la cruz, sino que siempre supo acompañar con discreción y cariño. Nos invita a estar atentos a quienes nos rodean, a darnos cuenta de las pequeñas señales de quienes necesitan ayuda».

Durante la celebración hubo varios momentos de oración comunitaria, en los que se destacó la devoción de las Hijas de la Virgen de la Altagracia. La comunidad recordó que «en República Dominicana, la Virgen de la Altagracia es venerada como un símbolo de protección y amor maternal, estando presente en capillas, calles y hogares de todo el país».

Hogar Isaias

Una tradición que une y renueva la fe

La figura de María inspira gestos de solidaridad y unidad, especialmente entre quienes atraviesan dificultades. La Virgen, como “Madre del pueblo”, es vista como un apoyo cercano, una guía espiritual que alienta a vivir con esperanza y fe.

Al concluir la homilía, Ojeda animó a las personas del Hogar Isaías a seguir el ejemplo de María. «Pidamos a la Virgen de la Altagracia que nos enseñe a vivir como ella vivió, con un corazón lleno de gracia, abierto a las necesidades de los demás, y con la certeza de que Dios siempre está con nosotros».

La celebración continuó en un ambiente de convivencia y agradecimiento, reflejando el compromiso de las Hijas de la Virgen de la Altagracia y del Hogar Isaías con el cuidado espiritual y humano de las personas más vulnerables.

Luisa participa en el Lab Madrid ‘Sal de tu tierra’, de Jóvenes Madrid: «Somos pilares claves que estamos sumando a este proyecto tan grande y enriquecedor»

  • Titulo: Infomadrid/Sandra Madrid

El Lab Madrid ‘Sal de tu tierra’ es un proyecto evangelizador de la Delegación de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid pensado para los jóvenes en el que formar a discípulos – misioneros. En la última reunión, celebrada el vienes 18 de enero en el Centro Juvenil Santa María de la Cabeza, participaron numerosos jóvenes. Una de ellas, Luisa, de la parroquia Nuestra Señora de África, afirma que fue un «encuentro maravilloso».

Durante la jornada hablaron sobre los fundamentos de la fe y de la eclesiología. En este sentido, Luisa señala que «aprender más sobre estos temas nos ayuda a tener unas bases sólidas y claras para poder transmitir esta información a las personas con las que trabajamos en nuestras comunidades».

Asimismo, aprender sobre eclesiología «nos sirve para reconocer cómo la Iglesia se ha ido transformando y cómo cada día ha buscado hacernos partícipes de ese proceso», es decir, «mostrarnos que somos una parte integral de la Iglesia» y que también «somos actores claves para esa transformación».

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Con esta reunión «pudimos comprobar que la Iglesia busca cada día ser más cercana», que era lo que quería Cristo, «que todos fuéramos parte de una misma Iglesia y que todos trabajásemos juntos por un mismo objetivo». También que «somos pilares claves y que estamos sumando a este proyecto tan grande y enriquecedor».

En este sentido, Luisa resalta el trabajo del equipo de LAB: los sacerdotes que impartieron la charlas usaron un lenguaje cercano y sencillo. De esta manera, los temas sobres los que reflexionaron, que parecían complejos, se convirtieron en fáciles de comprender.

Por último, Luisa destaca que salieron de este último encuentro, «muy motivados», pensando en «ideas para realizar con los grupos pastorales» y sobre «cómo llevar esas actividades a otro nivel y que realmente puedan impactar en la vida de las personas».

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