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El padre Aurelio Cayón, vicario para la Vida Consagrada de Madrid: «Los consagrados pueden ofrecer un hermoso testimonio de esperanza para las hombres y mujeres de nuestro tiempo»

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«El 2º Simposio sobre las Familias Eclesiales de Vida Consagrada nos invita a reflexionar sobre cómo estas familias pueden ser un signo de esperanza para la Iglesia y el mundo actual», afirma el padre Aurelio Cayón, vicario episcopal para la Vida Consagrada de la Archidiócesis de Madrid

Este encuentro, organizado por el Instituto Teológico Verbum Dei San Pablo y el Instituto Teológico de Vida Religiosa, tendrá lugar en modalidad bimodal los días 24 y 25 de enero en Madrid.

Una reflexión oportuna y necesaria

Según el padre Aurelio, «esta reflexión llega en un momento especialmente significativo». Por un lado, nos encontramos en pleno Año Jubilar, en el que el Papa Francisco nos anima a «ser peregrinos y sembradores de esperanza». Por otro, vivimos en un contexto global donde, con frecuencia, la esperanza parece limitada.

Las Familias Eclesiales de Vida Consagrada, explica, «pueden ofrecer un testimonio único de esperanza para los hombres y mujeres de nuestro tiempo». Lo hacen desde la vivencia cotidiana de su carisma, sustentada en la oración, la fraternidad y la misión que caracteriza a cada familia. «Con su vida y su tarea diaria, los consagrados y consagradas hablan de una esperanza puesta en el Señor, quien nos llama a seguirle y a ser testigos de su amor y misericordia».

Por ello, «desde ese testimonio de vida, desde la cercanía a las personas y desde el servicio muchas veces callado», es desde «donde se aporta esperanza a nuestro mundo», concluye.

La Iglesia en Madrid presente en el 2º Simposio

El programa del encuentro contará con momentos muy importantes donde estará presente la Iglesia de Madrid. El viernes 24 de enero, tras la primera ponencia, el padre Aurelio Cayón presidirá las vísperas en la Cripta del Santuario Corazón de María (calle Ferraz, 74).

El sábado 25, la jornada comenzará con la celebración de la Eucaristía presidida por el cardenal José Cobo, poniendo así el broche espiritual a este importante evento para la vida consagrada.

El cardenal Cobo, en el centenario de la muerte de santa Rafaela María: «Que seamos impulsados a adorar y reparar tanto desamor, tanta insolidaridad, tanta indiferencia»

Día de fiesta este jueves, 23 de enero, para la familia de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, cuando han celebrado el centenario de la muerte de su fundadora, santa Rafaela María. Lo han hecho en la catedral de la Almudena, con una Eucaristía de acción de gracias a las 18:00 horas que ha estado presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.

Le acompañaban, entre otros, Javier Ojeda, delegado diocesano de Cáritas Madrid; la comunidad de vida que atiende el residencial Sínodo está formada por varias hermanas, entre ellas un esclava. Asimismo, el vicario para la Vida Consagrada, Aurelio Cayón, capellanes de colegios de las esclavas y un importante grupo de alumnos, entre otros los del colegio de Chamberí. Deseosos de acudir, contaba una de las madres antes de la Eucaristía, como cada acto propuesto por las hermanas. «Ellos mismos nos recordaban, "¡la Misa!».

La monición de entrada recogía que «Rafaela María sigue siendo inspiración y fuente de vida», y en la oración colecta se proclamaba cómo Dios condujo a la santidad a la fundadora «por el camino de la humildad y de la entrega», y se pedía «que el amor a Cristo en la Eucaristía transforme nuestra vida y nos impulse a trabajar generosamente por la salvación de los hombres».

Misa santa rafaela maria entrada

En la catedral han resonado las palabras del cardenal Cobo, cuando en la homilía ha subrayado que era la de hoy una cita de «recuerdo y actualización», un día en que «la Iglesia de Madrid nos alegramos». Ha recordado el cardenal Cobo que «celebrarlo en Madrid tiene un significado especial porque es celebrar parte de los orígenes de vuestra congregación». A Madrid llegaron las primeras esclavas; de Madrid partió todo su impulso apostólico, y en Madrid «tuvieron el permiso para exponer y tener lo que tanto apreciaban: el Santísimo en casa, que es epicentro de vuestra vida». Es más, para la santa «la Eucaristía es la entrega diaria de la vida».

Esto, ha dicho el arzobispo de Madrid, fue una semilla pequeña que «en aquel momento pasaba inadvertida a los ojos de tanta gente» que se cruzaban por las calles con las fundadoras. Pero en esas calles se «pusieron los cimientos de un nuevo carisma en la vida de la Iglesia».

«Esta mujer tan actual que san Pablo VI llevó a los altares tal día como hoy de 1977» tuvo una «confianza ilimitada» que le llevaba a poner su vida en las manos del Señor. Pero no lo hacía de forma teórica, ha puntualizado el cardenal Cobo, «sino pisando tierra en lo que tenía de sufrimiento, de incomprensión, de oscuridad». En medio de todo esto, la fe la llevaba a mirar a lo alto, «siempre a lo alto».

Misa Santa Rafaela Maria preces

Adoración y reparación

El arzobispo de Madrid ha señalado los dos pilares sobre los que se asienta la congregación y que «la Iglesia de Madrid os agradece»: la adoración y la reparación. Adorar, ha afirmado, «significa caer de rodillas y descubrir la desproporción del misterio de Dios». Algo «contracultural» en nuestros días, ha calificado, como también lo es la reparación, la «reconstrucción de la imagen de Dios en cada persona».

Se repara, ha apreciado, cuando, entre otras cosas, «consolamos los corazones rotos por tanto sufrimiento, tanto dolor». «Se repara cuando se reconcilia, y se reconcilia cuando se adora», ha añadido, y ha pedido «que seamos impulsados a adorar y reparar tanto desamor, tanta insolidaridad, tanta indiferencia en estas calles de Madrid que están necesitando de testigos que escuchen lo mismo del Evangelio: “Venid a mí”».

Misa santa Rafaela maria ofrendas

La Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino de San Dámaso organiza la XIII Jornada de Poesía Religiosa

La Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino (FLCC) de la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD) organiza la XIII Jornada de Poesía Religiosa con el lema “Imagen y símbolo”. El encuentro se celebrará el lunes 17 de febrero en sesiones de mañana y tarde en el Aula Pablo Domínguez de la UESD (c/ Jerte, 10. Madrid).

Sesión matutina

9.30 Inauguración

Pilar González Casado (UESD) Decana de la Facultad de Filología Cristiana y Clásica San Justino

Directores de la jornada: Miguel Herrero de Jáuregui (UCM) y Jesús Ponce Cárdenas (UCM)

9.40-10.20 Florecerá una flor pura: imagen y símbolo en Orac. Sib. 6.8

Jesús Polo Arrondo (Universidad Autónoma de Madrid)

10.20-11.00 El Pange lingua de Santo Tomás de Aquino en la tradición hímnica cristiana anterior

Guillermo J. Cano Gómez (UESD)

11.00-11.20 Pausa

11.20 – 12.00 El símbolo del corazón en el Cantar de los cantares: redescubrir la importancia del cuerpo

Carlos Granados García (UESD)

12.00-12.40 Poesía religiosa en el islam: el profeta Mahoma

Iria Santás de Arcos (UESD)

12.40 – 13.00 Preguntas y debate

Sesión vespertina

15.30-16.10 Transposiciones sacras para el madrigal hispano (h. 1550 – h. 1650): ¿galantería a lo divino o densidad espiritual?

Joseph Roussiès (Université de Lille)

16.10-16.50 Imagen y misterio en la poesía de María Victoria Atencia

Carlos Primo Cano (UCM)

16.50-17.00 Preguntas y debate

17.00-17:15 Pausa

17.15-18.00 Lectura comentada de Poesía

Víctor Herrero de Miguel (Poeta y Profesor de la Universidad Pontificia Comillas)

Más información

Existen dos modalidades de asistencia: presencial con acceso libre hasta completar aforo, y a través del canal zoom y YouTube de la Universidad.

Se puede solicitar más información enviando un correo electrónico a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El Observatorio de Mujeres de Madrid da «el pistoletazo de salida»

  • Titulo: Alfa y Omega/Rodrigo Moreno Quicios

«Esta petición es más que procedente y ahora toca, es el momento de estudiar el papel de la mujer en la Iglesia, ponerle la mirada y darle voz». Así lo ve Alba Duchemin, de 33 años y miembro del equipo motor del encuentro que tendrán este jueves 70 mujeres de diferentes vocaciones y realidades eclesiales de la archidiócesis de Madrid. Diseñarán una estrategia común con la que analizar los lugares en los que están insertadas, motivo por el que este espacio se llama Observatorio de las Mujeres de la Iglesia de Madrid. «Sin ser expertas, estamos moviendo a todas las voluntarias porque lo que queremos es que haya participación, hacer un proceso lo más sinodal posible y no perdernos por el camino ninguna vivencia», destaca esta laica empleada en la ONG Jóvenes y Desarrollo y vinculada a la parroquia María Auxiliadora, de los salesianos de Atocha. Tras vivir allí «todo mi itinerario de educación en la fe», forma desde hace diez años a adolescentes y jóvenes universitarios, por lo que su perfil le ha resultado de gran interés a la archidiócesis para coordinar este proceso de escucha y para hacer llegar sus frutos a las nuevas generaciones.

Con 64 entidades representadas, Duchemin celebra la «muy buena acogida» de las mujeres que participarán en este observatorio. Su primera sesión será online, aunque se buscará en el futuro un encuentro cara a cara para un intercambio más informal y el desarrollo de redes. Revela con sorpresa que, lejos de conformarse con la aportación que puedan hacer, las participantes con las que ha contactado le dicen «quiero hacer esto y además lo otro». «Es la experiencia de sentirse una Iglesia viva», reivindica.

Observatorio Mujeres Alba Duchemin

Todas las sensibilidades

Isabel Aylagas, subdirectora de Cáritas Vicaría 5 y coordinadora de la Mesa de las Mujeres en la Iglesia de la archidiócesis de Madrid, explica que este observatorio al que se da «el pistoletazo de salida» este jueves tendrá tres fases concretas. Por un lado, esta primera que arranca ahora proporcionará a las participantes una plantilla con pautas específicas para analizar los espacios en los que está cada una. Después comenzará una segunda «con entrevistas en profundidad a distintas mujeres» para conocer sus inquietudes y diagnósticos. A la busca de voces complementarias, cabe la opción de que en esta etapa se pregunte a más mujeres aparte de las 70 iniciales, aunque por motivos prácticos nunca se llegaría a duplicar la cifra de participantes. «Luego están los grupos de discusión, donde se mezclarán las mujeres para comentar cómo viven su estar en la Iglesia». El resultado más tangible y esperable es que en junio estas reflexiones cristalicen en una serie de recomendaciones al arzobispo de Madrid, José Cobo. «El cardenal lo que quiere es escuchar a las mujeres y tener en cuenta sus aportaciones», explica Aylagas.

Según esta laica, el espíritu del encuentro «va en la línea de la diocesanidad y la escucha de diferentes sensibilidades». De hecho contará con mujeres vinculadas a todo tipo de entidades como la HOAC, Cáritas, el Opus Dei, Renovación Carismática, En Común o el Camino Neocatecumenal. «Lo que nos interesa es la diversidad y la amplitud», sentencia la coordinadora de la Mesa de las Mujeres en la Iglesia.

Aunque el trabajo de campo está por hacer —y sin ánimo de influir en las futuras observaciones— el equipo motor se anima a compartir algunas intuiciones de qué se podría pedir. Por ejemplo, Nekane Abalia, vinculada al Colegio San Viator y a la parroquia Virgen de la Fuensanta en Usera, lamenta que para algunas personas aún suponga un escándalo que una mujer proclame la primera lectura o el salmo responsorial. De 53 años, con dos hijos y empleada en el mundo social, diagnostica que en la Iglesia a veces sucede lo mismo que en su sector laboral o el sanitario. «Hay muchas mujeres en las bases pero, cuando empiezas a subir, son solo hombres». Al tiempo que solicita más visibilidad, también encarga a las mujeres superar «la educación que recibimos» y ponerse a tiro de los cargos visibles. «Les recomendaría dar un paso adelante y ponerse al frente del espacio que puedan. ¿Estás en una parroquia? Ofrécete».

Por su parte, Camino Cornejo, de 52 años, con tres hijos y vinculada a la unidad pastoral formada por las parroquias Santo Tomás de Villanueva y San Ambrosio, recuerda que —tal y como recomienda el propio Sínodo y el cardenal Cobo señala siempre que tiene ocasión— «en todas las parroquias debería haber un consejo pastoral y otro económico que sean reflejo de la vida parroquial, donde las mujeres están mayoritariamente». Implicada en los de su comunidad desde hace 25 años, también reclama, más allá de la iglesia de su barrio, «tener voz en las escuelas de Teología y en los seminarios». «Este está siendo un tiempo muy bonito de despertar», celebra respecto a la inauguración del observatorio.

Observatorio Mujeres Isabel Aylagas

Consenso y cuidados

Ana Fuentes, religiosa de las teresianas de Ossó y también miembro del equipo motor, apunta que, aunque habrá sensibilidades diferentes entre las 50 mujeres que observarán la realidad de la Iglesia, «da igual porque el deseo es buscar y proponer juntas». «Hay una aportación de cada una, como en la parábola de los talentos: hay que ponerla en juego, cada una lleva sus panes y sus peces», compara.

Por su parte, Alba Duchemin apunta que estas conversaciones se desarrollarán desde una «teología del feminismo» en la que la ternura y los cuidados son dos elementos nucleares. Por tanto, a la hora de poner sobre el papel las experiencias de cada una será importantísimo «no arrasar ni avasallar» sino dar espacio a que cada una comparta su visión. Lejos de una lógica parlamentaria donde una mayoría aplasta a la minoría, este observatorio pretende seguir la forma de trabajo ya inaugurada en el Sínodo sobre la sinodalidad, donde tuvieron primacía los consensos e incluso su propio documento final recogió varios tipos de preocupaciones. Así, cuando en junio se produzca la elaboración de las recomendaciones finales al cardenal, como explica Duchemin, «no hay por qué llegar a un modelo igual ni homogeneizar. Si salen cuatro conclusiones diferentes, se ponen las cuatro».

Observatorio Mujeres Camino Cornejo