El próximo 15 de marzo, a las 17:00 horas, la Basílica Hispanoamericana de la Merced (Edgar Neville, 23) acoge el concierto Cumbres Sacras Cuaresmales, a cargo de la capilla musical de la propia basílica, la capilla musical El exilio de San Juan Evangelista, la Coral Polifónica de Torrejón y la Coral Alegría. En este tiempo cuaresmal, explica el mercedario fray Francisco Alises, párroco, se trata de celebrar un «momento excelso» dentro de lo que propone la Iglesia para estos días.
Tal y como comenta el maestro de capilla de la basílica, Julio Maroto, la Cuaresma es «un período de introspección y búsqueda espiritual». Y en este contexto, «la música sacra, ese lenguaje eterno que trasciende lo humano, se convierte en el puente que une nuestra fragilidad terrena con la inmensidad divina». «Aliada inseparable de la liturgia», la música «eleva lo que el verbo humano no alcanza a nombrar».
Cumbres Sacras Cauresmales, continúa el maestro, «nos invita a un viaje musical y espiritual» con un repetorio «que abraza la esencia de la Cuaresma». En el centro, la Missa Brevis de Jacob de Haan, acompañada de una selección de piezas sinfónico-corales que guiarán a través de la historia de la música sacra.
El encuentro, asegura el maestro, es una «cita con lo trascendente», una velada «dedicada a la contemplación y a la oración» que «no es solo un concierto: es una peregrinación sonora hacia los misterios de la fe». Y detalla que en la solemnidad de la basílica, las notas resonarán como un «canto a la esperanza y la redención».
Acompañar la soledad de los mayores
Los beneficios obtenidos irán destinados a la Cáritas parroquial, que además de sumarse a los proyectos del arciprestazgo, tiene uno muy particular en su territorio centrado en la «atención a las personas mayores, que es lo que más abunda en la parroquia».
Así, con la coordinación de una trabajadora social, se les propone actividades para la mejora a nivel cognitivo, el mantenimiento físico gracias a proyectos terapéuticos y actividades lúdicas. Pueden acudir en distintos momentos durante tres días a la semana, y «si alguno falla un día», se preocupan por saber si está bien. «Buscamos evitar la soledad de los ancianos», concluye el párroco.
Las entradas para el concierto se pueden adquirir en la sacristía, en el despacho parroquial y por internet, pinchando aquí.