Madrid

Concierto "Cibeles: La Esencia de la Mujer” en la parroquia Nuestra Señora del Pilar, «un evento con el que se quiere subrayar la importancia del respeto y la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad»

La Parroquia Nuestra Señora del Pilar celebrará el Día Internacional de la Mujer con el concierto “Cibeles: La Esencia de la Mujer”, el sábado 8 de marzo, a las 18:00 horas. Este evento único reunirá a más de 70 mujeres de distintas orquestas de Madrid, en un homenaje a la creatividad y el talento femenino en la música.

«Un tributo a una diosa que simboliza la fertilidad y el poder creador femenino, venerada por griegos, romanos y especialmente por los madrileños», explica Yaneth Hurtado, directora de la Orquesta Sinfónica Cibeles y fundadora de la Asociación OmMusic Artistas del Mundo.

El programa incluirá valses, arias de ópera y piezas latinoamericanas, con el estreno de la Sinfonía Cibeles de Pilar Jurado, bajo la dirección de Ivonne Buriel. También contará con la participación de las cantantes Sonia Suárez y María Luisa Bringas, así como la bailaora Valentina Palmero. Un concierto inolvidable que pondrá en valor el talento y la contribución de las mujeres en el mundo de la música.

 

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El objetivo de este evento «no es solo exaltar la creatividad y el espíritu femenino, sino también subrayar la importancia del respeto y la inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad», afirma Yaneth Hurtado.

Las entradas están disponibles y también podrán adquirirse en la puerta de la iglesia, con pago en efectivo o con tarjeta. Parte de los fondos recaudados se destinarán a apoyar a las mujeres afectadas por la DANA.

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El Colegio Arzobispal, una gran familia que busca que los alumnos «vayan descubriendo en sus vidas lo que Dios quiere de ellos»

«Yo no creo que vaya a ser cura, pero sí buen cristiano», nos cuenta Adrián, un alumno de 3º de la ESO del Colegio Arzobispal de Madrid. Contento por saltarse un poco de clase, responde a nuestras preguntas unos días después de la Jornada de Puertas Abiertas del pasado 22 de febrero, en la que padres curiosos pudieron acercarse el centro para conocerlo mejor. Según este estudiante, cuando habla con los amigos que tiene fuera del colegio, les explica que el suyo «es diferente». «Se centran no solo en lo académico, sino en las virtudes que tenemos cada uno de nosotros», reivindica.

Adrián se incorporó el año pasado a este centro, que sirve también como seminario menor y, aunque solo lleva dos trimestres, ya se siente como en casa. Él fue quien les pidió a sus padres ir allí. «Quería un cambio: no solo que viniera un profesor, diera sus clases y se marchara; necesitaba otra cosa», explica. Y su madre, que lo conoce y que ya envió allí a su hermano mayor, lo vio claro y le dijo: «Tú tienes que ir al Arzobispal».

Uno de los aspectos que más le gusta a este recién llegado es que tiene a dos sacerdotes a su completa disposición. «Siempre están para dialogar o cuando necesito confesarme o un consejo», sostiene. Algo que puede solicitar sin ningún tipo de vergüenza porque «en mi clase todos somos cristianos y practicantes y hay muy buena vibra». Con 14 años, de momento ninguno de sus 23 compañeros se ha planteado —o al menos no ha verbalizado— una posible vocación al sacerdocio. «Pero en otros cursos hay gente interesada y que se lo están planteando», explica con absoluta normalidad.

«Lo que queremos es que vayan descubriendo en sus vidas lo que Dios quiere de ellos», nos explica Iñaki Martín, sacerdote y formador en el Colegio Arzobispal. Su objetivo es «que salgan de aquí preparados para ser unos grandes cristianos, trabajadores, esposos y padres». Y sabiendo que «quizá a alguno de ellos el Señor lo llame para el sacerdocio», recalca que la meta principal no es esa, aunque a veces suceda. Solamente para aquellos perfiles, también se busca «que lleguen bien preparados al seminario mayor».

En cualquier caso, a todos les dan clases, pero también les ofrecen acompañamiento. Lo que requiere «una mirada especial sobre los chicos» y la implicación de profesores, orientadores, del jefe de estudios y del director. Entre los educadores también hay mujeres, pues aunque los alumnos son todos varones, el centro sigue las recomendaciones del Sínodo, que pide la incorporación de perfiles femeninos a la formación de potenciales aspirantes al sacerdocio. «Cuando se imparten los contenidos sobre afectividad y sexualidad, siempre los dan a la vez un hombre y una mujer», explica el director del centro, Marcos Hermosel.

Además, como medida reciente, «nos están ayudando seminaristas de último curso» que viven «como una parte de su formación» acompañar a los chicos en actividades y tener alguna conversación con ellos, explica Martín. Es positivo para todos porque, si van a dedicar su vida al servicio, les viene bien empezar ahora.

Screenshot 2025 02 27 at 10 26 59 Para ir al Colegio Arzobispal no hace falta querer ser sacerdote Alfa y Omega

«Miramos qué hay detrás»

En opinión de Martín, «cuando en lo académico falla algo, el problema nunca son las Matemáticas. Siempre miramos lo que hay detrás». Por ejemplo, «en su familia y con sus amistades». Como los alumnos son, de momento, solo 136, que sea un grupo pequeño lo permite.

También lo posibilita que, aparte de las típicas actividades extraescolares, cuenten con «planes con los pequeños y los mayores con un carácter más vocacional». «En el colegio, dentro de nuestro horario, es importante aprender a servir», reivindica el sacerdote. Se materializa así: «Una vez al año vamos a unas 15 parroquias de la archidiócesis y nos ponemos a disposición del párroco para visitar enfermos, repartir alimentos o pintar paredes de las salas de catequesis». A veces el trabajo es exigente, pero «es una cosa que da un buen tono al colegio». Y tiene una derivada más pues, según Martín, «lo importante es que somos de la diócesis y estamos a su servicio». Un encargo que ya les hizo el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, cuando los visitó en noviembre de 2024.

¿Y los aspirantes?

Para aquellos que intuyan que tienen vocación al sacerdocio y quieran discernirla con mayor intensidad —actualmente un grupo de cinco adolescentes—, existe la posibilidad de residir en el Colegio Arzobispal de lunes a viernes. «Se hace de manera muy libre y no buscamos que ningún chaval se vea obligado a nada», matiza Hermosel, el director. El primer contacto es muy informal y de corta duración, como mucho «una experiencia de una semana para que se lo piensen». Exigen tener más de 13 años para poder hacerlo.

«La comunidad es intensa, pero son los que mejor se lo pasan», reivindica Hermosel. Recalca que en este grupo se cuida «que tengan una vida de oración» y otra comunitaria que, a efectos prácticos, «es como tener muchos hermanos». Por su parte, Martín aclara que «hacer este discernimiento no quiere decir que todos vayan a ir al seminario»; consiste en ofrecer a quienes «tienen cierta apertura a esta vocación un acompañamiento más particular con Eucaristía diaria y ratos de oración todos los días». Y la mayor parte del tiempo «es una vida muy casera en la que hoy te toca recoger y mañana fregar». «Al final son unos bichos, como en todos lados», opina Hermosel; «pero es muy complicado encontrar otro colegio donde puedan vivir la fe tan libre y abiertamente».

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Manuel Cuervo, delegado de misiones: «La esperanza que llevan los misioneros es la de que Cristo ha resucitado para cada uno de nosotros y transforma nuestras vidas»

Este domingo 2 de marzo, la Iglesia en España celebra el Día de Hispanoamérica bajo el lema 'Historia de Esperanza'. Con ocasión de esta conmemoración, Manuel Cuervo, delegado episcopal de misiones de la Archidiócesis de Madrid, recuerda las palabras del presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el cardenal Robert Francis Prevost: «La presencia de la Iglesia en el continente americano ha sido clave para que los pueblos que lo habitan escriban historias de esperanza».

Por ello, «cuando revisamos el camino recorrido, descubrimos con facilidad momentos de dificultad, de prueba y hasta de conflicto». Sin embargo, una y otra vez, «la fe cristiana ha introducido en el corazón de las personas y de las culturas, algo que resulta irreductible al mero optimismo, la certeza de que Jesucristo ha vencido ya a la muerte, a la esclavitud y al pecado». 

 

La diócesis de Madrid tiene 11 sacerdotes de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), además de otros muchos sacerdotes diocesanos que no están vinculados a esta institución y muchas religiosas y seglares trabajando por la evangelización de aquel continente. Por ello, «queremos acercar a todos los fieles de Madrid esta obra que ayuda a extender el Evangelio por Hispanoamérica». En 2024, Madrid fue la cuarta diócesis en recaudación para esta causa, con una aportación de 2.920 euros.

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Sembrando la esperanza

El lema de la jornada, Historia de Esperanza, hace una clara alusión al Jubileo que la Iglesia Universal celebra este año. En este marco, Manuel Cuervo destaca cómo los misioneros españoles han sido portadores de esperanza, ayudando a descubrirla y a experimentar la que Jesucristo Encarnado trae a cada uno de nosotros.

«La esperanza en la salvación, en el amor eterno que nos promete el Padre» —afirma Manuel— es la historia que han ido tejiendo nuestros misioneros en toda América Latina. Una historia marcada por el trabajo, el esfuerzo, la evangelización y, sobre todo, la esperanza.

Por último, subraya que la esperanza que llevan los misioneros no es otra que la certeza de que «Cristo ha resucitado para cada uno de nosotros, quiere que nos encontremos con Él y transforme nuestras vidas».

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El Papa Francisco recibirá más de 3.000 dibujos que los niños de la Archidiócesis de Madrid han pintado para acompañarle en su enfermedad

Los niños de la archidiócesis de Madrid están convocados este jueves en la catedral de la Almudena para participar de un gesto muy especial. Durante la oración a la que se ha convocado para rezar por la salud del Papa Francisco este jueves 27 de febrero, se hará entrega al cardenal, José Cobo, arzobispo de Madrid, de todos los dibujos, más de 3.000, que desde colegios, parroquias y grupos de catequesis se han enviado para expresar su cariño y afecto hacia el Papa.

Esta iniciativa, impulsada por varias delegaciones de la diócesis, recogía el mensaje que tantas veces ha recordado Francisco: «No dejen de rezar por mi». Desde que se lanzó la propuesta, la delegación de Infancia y Juventud ha recibido cientos de dibujos de los niños que, como parte de esta iniciativa, han rezado por el Papa mientras realizaban sus dibujos, convirtiéndolos así en un signo de oración y amor.

Los niños que asistan a la oración este jueves a las 19.30 horas, entregarán una selección de estos dibujos al arzobispo de Madrid. Además, todos los que se hayan recibido, se recopilarán en un libro que se llevará a Roma como testimonio del afecto de los más pequeños de la Iglesia en Madrid

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