Madrid

Jorge, de 37 años, recibirá la Confirmación en Colmenar Viejo: «Siempre digo que entré de nuevo en la Iglesia por el perdón»

Jorge, sevillano de nacimiento, estuvo en un cole religioso de los 4 a los 15 años. Pero «salí con más dudas que afirmaciones». Así que eso, unido a que en su casa eran creyentes pero nada practicantes, le hizo alejarse por completo de Dios y de la Iglesia, hasta el punto de «rechazarlo».

Todo cambió al llegar a Madrid, tanto que Jorge está a punto de recibir el sacramento de la Confirmación en la parroquia basílica Asunción de Nuestra Señora de Colmenar Viejo este sábado, 1 de marzo, en una celebración presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.

Hace doce años, al acabar la carrera —«soy músico y profesor de Secundaria»—, este sevillano desembarcó en la capital y solo pisaba las iglesias para el acompañamiento musical de las celebraciones. Pero apareció en su vida Lena, catequista en la parroquia de la Asunción. «El mismo día que empezamos a salir, que fue en Brihuega, decidimos ir a Misa; era la primera en más de 20 años», cuenta.

Por aquel entonces, en la parroquia se celebraba un año jubilar por el XX aniversario de su dedicación como basílica. «Mi chica me comentó» y este año de gracia le llevó a Jorge a «hacer las paces con mi padre». «Siempre digo que entré de nuevo en la Iglesia por el perdón».

Y entonces, «empecé a ir a Misa con Lena, un poco por acompañarla», pero todo iba calando en él. «Me encontraba a gusto». Y comenzó a entender que, «igual, ese hueco que me faltaba en la vida, con todas las cosas que habían pasado, no se había rellenado».

Comenar confirmacion jorge violin

«Vamos a darlo todo»

Lena y Jorge se prometieron y se casarán en mayo de este año. «Yo quería hacer las cosas bien, seguir profundizando y creciendo» en la fe, así que, aunque en la diócesis de Madrid no es requisito haber recibido el sacramento de la Confirmación para contraer matrimonio, Jorge se apuntó a catequesis.

Ante la celebración de este sábado, el músico confiesa que se siente como si fuera a jugar la final de un Mundial, que hay dos opciones: «estar aterrado» o, la que él ha elegido, «pensar que igual no lo voy a volver a vivir en mi vida, y entonces vamos a darlo todo». Le ayudó el ensayo general del jueves, un par de días antes, cuando fue consciente de que «esto está tomando forma».

Durante este proceso, «una de las cosas que más me ha costado es hablar abiertamente de que vuelto a la fe». Pero el otro día, con una compañera de trabajo, se soltó, porque «soy cristiano, no tengo que ocultarme, voy a recibir la Confirmación». Quizá algo de Espíritu esté recibiendo ya por adelantado Jorge. Y hace suyo lo que les recordaba el párroco, José Francisco García Gómez: «Si el Señor me pregunta, tiene mi sí».

Manuel, de 24 años, recibirá el Bautismo en Colmenar Viejo: «En el fondo, si uno se sienta a hablar con un joven despistado, ve que está deseando ser cristiano»

El día que Manuel, «24 años para 25», se presentó por primera vez en la catequesis, estaba «asustadísimo: pensaba que me iba a encontrar a gente que me juzgaría». Él, que venía de un padre ateo convencido, una madre agnóstica, y una hermana de 16 años que todavía no tiene criterios claros en este sentido. Porque en la familia ha entrado un elemento más de la ecuación de la mano de Manuel, el cuarto integrante, que entrará en la Iglesia católica mediante el Bautismo este sábado, 1 de marzo, en la basílica parroquia Asunción de Nuestra Señora de Colmenar Viejo, en una celebración presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.

Todo empezó en las aulas de Filosofía, carrera que ha estudiado y en la que surge de manera inevitable la cuestión de Dios. «Cualquier estudiante tiene que transitar por ella». Esos primeros años, Manuel se empeñó «en demostrar que no existía». Lo discutía mucho, en concreto con unas amigas salesianas, y tanto ir y venir, tanto leer a filósofos de aquí y de allá, que le empezaron a surgir las dudas.

«Lo llevé individualmente», sin saber muy bien dónde buscar respuestas, hasta que al final, de tanto preguntar y unos y otros, un amigo suyo de Colmenar Viejo, donde vive, le dijo: «Mira, estoy cansado, si quieres te acompaño a la parroquia». Y así es como se presentó en la Asunción de Nuestra Señora y en aquel primer día de catequesis.

Razon y corazón

«Primero se convirtió la razón y luego el corazón», asegura, hablando de su camino de fe. Porque «al final me di cuenta de que no tenía ni idea» de nada. Le ha ayudado este sentirse necesitado, y también la paciencia que toda esta gente que se ha ido encontrando en la Iglesia han tenido con él. Y eso que «yo he pasado del Partido Comunista —literal— a la Iglesia católica».

Ahora, a Manuel no le da miedo rezar el avemaría, que acaba de aprenderse, aunque él a quien admira más profundamente es a Jesús. «Su entrega absoluta, con el camino tan difícil; me sigue estremeciendo mucho Cristo en la cruz». Y de ahí, «llegas inevitablemente a María». En casa, su deseo de ser cristiano no le sentó nada bien a su padre. De hecho, ha tenido algún que otro encontronazo con él. Su madre, en su agnosticismo, no ha tenido tantos prejuicios. Y «mis amigos han flipado». Manuel ha descubierto, y eso es lo que trata de transmitir, que «cuando uno simplemente tiene valores que se ha construido él mismo, es más egoísta y no alcanza algo tan grande».

Al vivir la fe, «te das cuenta de todo lo que tienes a tu alrededor es un regalo y estás en Sus manos», y que todo te lleva a la grandeza, y que aunque haya cosas que no estén bien, no estás solo. «Pasas por las dudas de forma distinta; solo, todo son tinieblas, y cuando no estás solo, sigues caminando».

Año de la esperanza

En este año jubilar, el Bautismo de Manuel es signo de esperanza. Algo que a él le viene al pelo justo ahora que está opositando a Justicia (hizo Derecho también). Para el joven, «la esperanza implica cierto salto de fe, que te da serenidad y tranquilidad al alma, vivida en comunidad». Manuel, que llega a la Iglesia de muy lejos, sabe que «en el fondo, si uno se sienta a hablar con un joven despistado, ve que está deseando ser cristiano». El problema, muchas veces, es el lenguaje. Mejor decirle «hay algo grande que puedes vivir» a hablarle con terminología cristiana; «hacer que se fijen más en el mensaje y no en la forma».

El sábado, en la basílica, Manuel estará acompañado de sus padres. Su madre, sin tantos prejuicios, «está orgullosa de mí». A su padre le ha costado más dar el paso, pero «dice que estará allí por mí». Quién sabe, deja Manuel abierta la puerta, «poco a poco todo va calando; el sacramento en sí ya es evangelización».

Encuentro Diocesano de Acción Católica General de Madrid: Una llamada a la esperanza y al compromiso cristiano

Este, sábado 8 de marzo, la Acción Católica General de Madrid celebra un Encuentro Diocesano, en el Colegio Arzobispal – Seminario Menor, con el lema “Él es nuestra esperanza”. Un encuentro dirigido a los laicos de las parroquias que quieran compartir la jornada con otros católicos con sus mismas inquietudes.

La Acción Católica General (ACG) es una organización laical que invita a los católicos a vivir su fe en las parroquias de manera activa, para llevarla a todos los ámbitos de la vida cotidiana. A través de los grupos de vida en las parroquias, busca acompañar a los laicos en su crecimiento espiritual y en su misión evangelizadora en el mundo. El Encuentro Diocesano será una ocasión única para vivir la fraternidad interparroquial y renovar el compromiso con el Evangelio.

Una jornada abierta para todos

Este encuentro está diseñado para ser inclusivo, por lo que está abierto a todas las personas que deseen participar, sin importar su edad o experiencia previa con la ACG. El objetivo es ofrecer un espacio de reflexión, oración y encuentro que impulse a cada participante a fortalecer su fe y su compromiso cristiano.

Una charla llena de esperanza

Uno de los momentos más destacados del encuentro será la charla de Joaquín Echeverría, quien compartirá su testimonio sobre su hijo Ignacio Echeverría, un joven que murió heroicamente durante los atentados terroristas de Londres en 2017, al defender a otras personas. Joaquín Echeverría nos hablará de cómo la fe y la esperanza pueden transformar el sufrimiento en una oportunidad para dar testimonio del amor cristiano y del sacrificio por el prójimo.

Programación del encuentro

El Encuentro Diocesano comenzará a las 11:00 h con la bienvenida a los asistentes y la presentación de los objetivos del día. A las 11:30 horas, la charla de Joaquín Echeverría será el momento central de la jornada. A las 13:00 horas se celebrará la Eucaristía, que preside el obispo auxiiar de Madrid, José Antonio Álvarez, y durante la cual tendrá lugar el acto de Paso a la Militancia, un acto de compromiso para aquellos que desean dar un paso más en su implicación con la ACG.

La jornada culminará con una peregrinación a la Catedral de la Almudena con motivo del Jubileo de 2025.

Un día para renovar la fe y el compromiso social

Este Encuentro Diocesano es una oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos ser mejores cristianos en nuestra vida diaria, a través de una fe vivida con esperanza y amor al prójimo. Además, la jornada permitirá fortalecer el sentido de comunidad, al compartir momentos de oración, reflexión y acción juntos.

Siete bautizos de adultos, sesenta confirmaciones y un chico luterano que entra en comunión plena con la Iglesia católica en Colmenar Viejo: «Solo estamos, animamos y proponemos al Señor»

La parroquia Asunción de Nuestra Señora de Colmenar Viejo acogió este sábado, 1 de marzo, la gran celebración de 7 bautizos de adultos, 60 confirmaciones y una admisión a la Iglesia católica de un chico luterano, en una ceremonia que estará presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid.

El párroco, José Francisco García Gómez, resumió la convocatoria de este sábado con un «es el Señor el que lo une todo». En primer lugar, las confirmaciones de jóvenes, que cada año se organizan en torno al 8 de marzo, fecha en la que la parroquia celebra su dedicación como basílica.

Y, en segunda instancia, la invitación que le hicieron al cardenal Cobo para visitarlos. «Es su primera parroquia de ordenación, y conoce a mucha gente en Colmenar», explica el párroco aludiendo al hecho de que el cardenal fue ordenado diácono estando destinado en etapa pastoral a la Asunción de Nuestra Señora. El arzobispo de Madrid recogió el guante de esa invitación y aseguró que iría a las confirmaciones, si bien por agenda se cerró la fecha en el sábado 1 de marzo.

Bautizos colmenar cartel 8x4

De 23 en Misa a 600

La parroquia ha cambiado mucho desde que llegó García Gómez, hace nueve años, quien por otro lado asegura que para ello no ha hecho nada extraordinario. «Solo estamos, animamos y proponemos al Señor», resume. Así, de aquellas primeras Misas dominicales en las que no llegaban a los 25 fieles se ha pasado a los 600 de ahora. Y eso, teniendo en cuenta que la iglesia está en el centro del pueblo, una zona más envejecida y con mayor presencia de gente de otras religiones —fundamentalmente musulmanes, cuenta— y de otras confesiones cristianas, «hay al lado una parroquia ortodoxa».

Además del buen grupo de chavales jóvenes, tienen otro de matrimonios que se hubo de desdoblar porque iba creciendo. Muy llamativas son también las catequesis y los sacramentos de adultos, de «gente que se fue quedando por el camino y no los recibió en su día». También de aquellos que piden la plena comunión con la Iglesia católica; no solo el caso de este chico luterano, sino también de los ortodoxos.

«Yo soy el primer sorprendido por todo esto —explica García Gómez— por este crecimiento de la parroquia que se va contagiando». Y repite: «Sin hacer nada, más que estar en la parroquia; y estando, va surgiendo, porque la gente busca lugares de vida». Como les ha sucedido a los casi 70 que este sábado nacerán a la Vida.