El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, participó ayer, miércoles 5 de septiembre, en la toma de posesión del nuevo rector de la Universidad Pontificia Comillas, el Padre Antonio Allende Felgueroso. Antes del solemne acto de toma de posesión, durante la Eucaristía, el arzobispo de Madrid pidió que la universidad sea «en medio de la sociedad, y como parte de la sociedad civil, un espacio de reflexión sin polarizaciones, de análisis sereno, y también de propuestas para mejorar las dinámicas comunes. Un espacio de defensa de la libertad y de la justicia desde el Evangelio».
«Se trata de caminar, abrir puertas, curar y expulsar demonios con Jesús. Siempre en un contexto de oración que recoge todo y lo eleva al Padre como hacia Jesús», remarcó el cardenal José Cobo al principio de la homilía. ¿Cuáles son los caminos y qué puertas podremos abrir para ir a quienes nos esperan?: «Lo primero que nos interroga es la dirección en la que decidimos mirar para contemplar el mundo y para responder a sus interrogantes».
Mirando a Jesús y «dejándonos llevar por su sabiduría», la universidad católica aprende así a «ayudar a mirar y reflexionar siempre desde los últimos que están atravesando momentos difíciles, en la dirección de los que la sociedad rechaza y discrimina».
Recordando las palabras de Ignacio Ellacuría, rector de la UCA, el arzobispo de Madrid subrayó que «la universidad debe encarnarse entre los pobres para ser ciencia de los que no tienen voz, el respaldo intelectual de los que en su realidad misma tienen la verdad y la razón, aunque sea a veces a modo de despojo. Desde ahí seremos capaces de ir a donde Jesús nos quiere llevar».
En segundo lugar, «como Jesús hemos de ser capaces de atravesar la realidad asumiéndola como es, dialogando con ella y ayudando a ver en ella el paso de Dios». «No es nuestro objetivo limitarnos a formar e incorporar a la sociedad a personas muy competentes y exitosas. Será hacerles capaces de cambiar el corazón, descubrir al Hijo de Dios, y afrontar la realidad para transformarla en un mundo más justo, fraterno y en paz».
Por último, el cardenal José Cobo subrayó la importancia de la «Palabra», «una palabra que más que dialéctica quiere ser dialógica, quiere ser herramienta para animar a pensar en libertad, para acercarse a la realidad y comprenderla sin manipularla». «Necesitamos unidad de propósito, unidad de acción para proclamarla, no para ir contra nadie, sino para que nuestro testimonio deje sonar la Palabra de Dios», dijo el arzobispo de Madrid.
El cardenal José Cobo agradeció además a toda la Universidad Pontificia Comillas «por abrir puertas, por transitar caminos con Jesús, por afrontar con su valor los males y por este ejercicio de oración y entrega al Padre de este curso que nos regala. Que Dios nos ayude a que la vida de la Universidad Pontificia Comillas sea, también, evangelio que nuestros contemporáneos puedan leer».
Tras la Eucaristía, se ha celebrado el acto de toma de posesión del nuevo rector, el Padre Antonio Allende Felgueroso, y que ha estado presidido por el prepósito general de la Compañía de Jesús y gran canciller de la universidad, Arturo Sosa, y al que ha asistido asimismo el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. También ha contado con la asistencia del provincial de España de la Compañía de Jesús y vice-gran canciller de la universidad, Enric Puiggròs, SJ.
Las palabras del nuevo rector
El nuevo rector afirmó recibir “el encargo de cuidar y sostener una institución pujante y viva que ha servido a la sociedad y a la Iglesia durante 120 años”. “La universidad debe tener una función no solo técnica, sino capaz de contribuir a la formación de personas integrales que transformen la sociedad, y que sean agentes de reconciliación en medio de ella”, dijo el jesuita Antonio Allende,
Allende, que confesó “cierto sentimiento de inadecuación” cuando recibió la noticia de su nombramiento, recordó la aportación específica de los jesuitas dentro de la institución, “pues no nos diferenciamos de ninguna otra persona en la entrega de las vidas en la universidad. Nuestra aportación es nuestra presencia y testimonio, y el discernimiento personal y grupal”, para asegurar después que “estos tiempos requieren trabajo en red, reflexión y espíritu”.
Tras resaltar las líneas de trabajo de estos últimos años en las que ahondará su servicio – ”investigación profunda y rigurosa, formación excelente, impacto en la sociedad, y seguimiento de las preferencias apostólicas de la Compañía de Jesús”- advirtió del riesgo de “convertirnos en lo mejor de lo antiguo”. Para evitarlo, recordó que “en la vida no se trata solo de hacer cosas, sino de hacerlas con sentido”. De ahí que subrayó que “nuestro origen y nuestro fin es el Evangelio y la persona de Jesucristo. Nuestra piedra angular no es un manual, sino una Persona”. En esta línea destacó el compromiso de Comillas en la generación de “hombres y mujeres comprometidos con la reconciliación, capaces de aportar soluciones en este mundo que se encuentra lejos de ofrecer una vida humana en paz”.
Arturo Sosa, al nuevo rector: «Gracias por su disponibilidad para esta misión»
Por su parte, Arturo Sosa agradeció al padre Allende “su disponibilidad para esta misión, que no es una batalla de artillería”, dijo con humor. “Sus dotes personales su experiencia y su amplia visión apostólica ayudarán al desarrollo de Comillas”, afirmó, asimismo, para abundar que el papel de la Compañía de Jesús en el mundo universitario se basa “en la fe y la justicia”, que convierten sus obras en “una fuerza de transformación social” allá donde se encuentren.
En este sentido, pidió entender la misión universitaria de los jesuitas “como apostolado”, no solo como centros “de alta calidad académica y de mucho prestigio”, que llevan adelante la misión de la Compañía de Jesús “en toda su riqueza”.