- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
El Ayuntamiento de Madrid organiza Madrid Otra Mirada, MOM, un programa de actividades culturales que celebra este año su décima edición con récord de instituciones y entidades que ofrecen actividades, y para el que el consistorio tiene en cuenta algunas de las iglesias más significativas de la ciudad. El patrimonio religioso queda de este modo abierto a los madrileños de manera totalmente gratuita y, además, en algunos casos de forma excepcional, ya que o bien tienen unos horarios de visita reducidos, o bien solo se puede acceder a ellos en contadísimas ocasiones.
Tal es el caso de la capilla de la cuadra de San Isidro, que se podrá visitar todos los días del 17 al 20 de octubre, el tiempo que dura la convocatoria del MOM, en pases de mañana y tarde. En el cementerio sacramental de San Isidro hará una ruta sobre El legado de Antonio Palacios en este camposanto, los días 18 y 19. Precisamente Palacios, arquitecto, tendrá una presencia destacada en MOM 2024 al cumplirse el 150 aniversario de su nacimiento. De hecho, también se podrá visitar la parroquia Santa María del Silencio, realizada sobre un proyecto suyo, dedicada a la Pastoral de Sordo.
En esta convocatoria se contempla asimismo el convento de las trinitarias descalzas, con una visita guiada a la iglesia y a la tumba de Miguel de Cervantes; la basílica de Nuestra Señora de Atocha, cuya visita incluye la subida al camarín y las nuevas piezas incorporadas en este último año (pila bautismal de santo Domingo de Guzmán, donde han sido bautizados todos los reyes e hijos de reyes de España; una talla de santo Domingo de Luis Salvador Carmona y, de manera extraordinaria, la Madona de Madrid, una talla de la Virgen del siglo XIII); la parroquia de san Ginés, que custodia la primera y mejor colección, por calidad, de Inmaculadas de entre las iglesias de Madrid; la iglesia de San Manuel y San Benito, único edificio español levantado íntegramente en estilo neobizantino; la parroquia de Nuestra Señora de la Antigua, en Vicálvaro, de estilo barroco del siglo XVI (aún quedan plazas para la visita del día 18 de octubre a las 10:00 horas); una visita especial al monasterio de las Descalzas Reales; y la basílica de San Francisco el Grande.
La catedral de la Almudena, desde los comienzos
La catedral de la Almudena ha participado en MOM desde los comienzos. Es una petición expresa del Ayuntamiento para acercar el patrimonio a los ciudadanos, y ni siquiera en pandemia lo dejaron de hacer. Ofrece el día, el espacio y la gratuidad, con la posibilidad de hacer dos visitas: al museo y a la cripta. De una hora de duración y capacidad para 25 personas en cada caso, estas visitas son «muy agradecidas», destaca la directora del Museo Catedral de la Almudena, Cristina Tarrero, que a su vez destaca la importancia de participar en una convocatoria como MOM: «Formamos parte de Madrid; el museo es parte de la vida pública de la ciudad y es bueno que esté en todos estos eventos».
En este mismo sentido se manifiesta María Manso, técnico de difusión del museo de la catedral. «Hay que estar; para nosotros es una forma de responder al compromiso que tenemos de estar cercanos al pueblo madrileño, a los vecinos, y de ahí que nos mostremos siempre disponibles a las propuestas de la Administración». Reconoce además la singularidad de una convocatoria que es «más para los madrileños que para los turistas», y que ayuda a «mirar de otra manera el Madrid al que estás acostumbrado».
Manso destaca la alta demanda de las dos visitas. «Este año se abrieron las reservas el 2 de octubre y a la media hora ya se habían cubierto todas las plazas». Es gente, insiste, «muy interesada; de todas las actividades propuestas por MOM, te han elegido a ti». Y las visitas no les defraudan, teniendo en cuenta además que suelen ser personas «que no te conocen y te visitan por primera vez». Por eso, «no se esperan lo que van a ver» y se sorprenden al entrar en la cripta, una joya escondida en la que valoran las vidrieras, los mosaicos y la pintura de la flor de lis, medieval del siglo XIII, que custodia el templo.
En el museo catedral «les sorprende la colección» en sí y la subida a la cúpula. «Poder disfrutar de las vistas de Madrid de esta manera no tiene precio», apunta María. Muchos reconocen sus barrios, sus casas, el colegio al que fueron… «Acercas lo que tienes a mano, pero que muchas veces no hay posibilidad de verlo». Y esto hace que «en general el público acabe super agradecido».