- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
Casi 14 años como consiliario de Justicia y Paz Madrid son los que le han dado a Ignacio María Fernández las certezas de por qué hay que rezar por la paz. De por qué este lunes, 7 de octubre, la Iglesia universal está convocada por el Papa Francisco a unirse en oración en un llamamiento que el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha hecho propio para la diócesis anunciando una celebración en la catedral de la Almudena a las 19:30 horas.
«Hay que rezar por la paz — comienza Fernández — como expresión de la fe en un Dios que es amor, y por tanto es el Dios de la vida». Enfrente se sitúa la guerra, «que siempre es muerte y destrucción». También hay que rezar «como signo de nuestra fe en que Jesucristo es el Príncipe de la paz». Él «muere perdonando; nunca habrá paz sin perdón ni reconciliación». Añade el consiliario otros motivos para orar: «Como signo de nuestro compromiso en la construcción del Reino de Dios, que es el reino de la fraternidad», y como signo de amor al prójimo. «El que los hijos de Dios se destruyan clama al cielo».
??️La Iglesia de Madrid se une a la Jornada de Oración y Ayuno por la #Paz convocada por el @Pontifex_es el día 7 de octubre con una #vigilia en la Catedral de la Almudena
— Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) October 3, 2024
?️La vigilia será a las 19:30h y está convocada toda la Iglesia de Madridhttps://t.co/89gOtHCqTA pic.twitter.com/MW8MlYrppC
Se invita a rezar también porque «todos los Papas, desde Pío XII, han subrayado que la Iglesia debe vivir un fortísimo compromiso con la dignidad humana», y por ende con los derechos humanos como expresión de ella, «y la guerra es una trituradora de los derechos humanos». Y una última razón para rezar por la paz: «Porque lo ha pedido el Papa».
Ante la escalada de conflictos en el mundo, Fernández recuerda que «la violencia es una llaga abierta en el corazón de Cristo», «un clavo de su cruz», y Dios «nos llama a curar», no a herir; a «bajar a la gente de la cruz, no a crucificarla».
Preparándonos para la vigilia de oración por la Paz del próximo lunes, 7 de octubre, a las 19:30h en la Catedral de la Almudena.
— Cardenal José Cobo (@CardenalCobo) October 4, 2024
Hoy, día en el que recordamos a #SanFranciscodeAsis, nos unimos a su oración: «Que allí donde haya odio, ponga yo amor» pic.twitter.com/RZDtZUFOw2
Vigilia ecuménica
La vigilia de la catedral, que ha preparado Justicia y Paz, tendrá un marcado carácter ecuménico por expreso deseo del cardenal Cobo. «Hay que agradecerle que haya pensado en invitar a los cristianos de otras Iglesias, porque la oración juntos seguro que le gusta más al Señor», sostiene Aitor de la Morena, delegado de Ecumenismo de la diócesis de Madrid.
A la celebración asistirán representantes de al menos otras seis iglesias cristianas de Madrid, entre ellas el patriarcado de Constantinopla y la iglesia ortodoxa rumana. Así, «esta oración por la paz tan necesaria va a tener más fuerza», añade De la Morena. Centrada en la Palabra de Dios, en torno a ella se leerán durante la vigilia oraciones de distintos Papas por la paz, entre ellas la que hizo san Juan Pablo II en Hiroshima, pero también de san Juan XXIII y el propio Papa Francisco.
Además, habrá dos gestos, uno con la luz y el cirio pascual y otro sobre el ayuno, al que también ha invitado el Pontífice en esta jornada. «Será una invocación al Señor —comenta el consiliario de Justicia y Paz— para que nos ayude a ayunar de actitudes contrarias a la paz y la fraternidad».
A las 20:00 horas, cuando el cardenal ha convocado un repique de campanas en todas las iglesias de la diócesis, la catedral se unirá y, de fondo, se rezará otra oración concreta. Toda la diócesis está invitada a participar de esta jornada. El delegado de Ecumenismo anima a ello, siendo conscientes de la situación en el mundo y no mirando hacia otro lado. «Es bueno ver las noticias, mirar la realidad y que esa realidad me impacte; y si esto te hiere, te sale de manera espontáneo transformarlo en oración». «Yo soy incapaz de poner paz en Oriente Próximo o solucionar la situación en Venezuela, pero sí puedo rezar», apunta.
Además, como delegado de Ecumenismo, detalla que «las relaciones personales destruyen las barreras y van más allá de la política o la geopolítica; y si te centras solo en lo religioso, hay muchos más puntos en común que lo que nos separa».