Este lunes, 1 de julio, han dado comienzo las actividades de verano organizadas por la madrileña Asociación Juvenil Corona. Niños, adolescentes y jóvenes de diferentes parroquias de la diócesis participarán hasta el lunes 15 en las diferentes propuestas programadas: las colonias para niños de 2° a 6 de primaria en la localidad abulense de Candeleda; y los campamentos de Gredos en Solana de Ávila (Ávila), para adolescentes de 1º y 2º de la ESO; en el pueblo leonés de Villamanín, para 3º y 4º de la ESO; y el de Picos, en Santa Marina de Valdeón, también en tierras leonesas, para los mayores, de 1º y 2º de bachillerato.
Como explica Francisco Javier Andrés Servert, consiliario diocesano, «la Asociación Corona surge hace casi 50 años por la amistad de unos sacerdotes que descubren que hay que hacer algo con los jóvenes para que puedan vivir más cerca de Cristo en el verano. Entonces, deciden organizar campamentos, especialmente muy vinculados con la Santina de Covadonga. De hecho, el primer campamento que surge es Picos, cerca de la Ermita de Corona, en medio de Picos de Europa. Luego, poco a poco, se va organizando la Asociación, pero en el fondo surge de la amistad de varios sacerdotes».
«Llevamos unos 47 años - comenta - realizando actividades con niños, adolescentes y jóvenes. Este año tenemos cuatro campamentos, organizados por edades: en Candeleda, de segundo a sexto de primaria, con 100 chavales y 35 monitores; el de Gredos, que es donde yo voy a estar, en Solana de Ávila, que es un pueblo cerca del Barco de Ávila, y donde seremos 120 chavales y 35 monitores; y, en tierras de León, en Villamanín, tercero y cuarto de la ESO, con un total de 120 chavales y 35 monitores también; y Picos de Europa, que también está en León, en un pueblo que se llama Santa Marina de Valdeón, más cerca de Asturias, y a donde van 80 chavales y 25 monitores».
Espiritualidad de la montaña
«En Madrid - indica -, somos varias las parroquias que estamos integradas en esta Asociación Juvenil: Espíritu Santo y Nuestra Señora de la Araucana, San Germán, Cristo Sacerdote, San Jorge, Santa Maravillas de Jesús, Santa Teresa de Jesús de Tres Cantos, San Miguel Arcángel de Carabanchel, y Buen Suceso. Así que todos los niños y niñas, adolescentes y jóvenes han salido de esos centros».
«El objetivo de nuestros campamentos - apunta - es acercar a los adolescentes y jóvenes al Señor, especialmente a través de la espiritualidad de la montaña. Es decir, que puedan encontrarse con el Señor en el campo, a través de las oraciones, de las marchas, de todo esto…».
«Gracias a Dios - afirma -, después de los años que llevo yendo, puedo asegurar que todo el ritmo del campamento y, en especial las marchas y las Eucaristías en la montaña, las oraciones... son momentos en los que a los chavales se les graba a fuego el encuentro con Cristo. De hecho, muchos de ellos luego quieren continuar como monitores. Y, además, después de muchos campamentos, han salido un montón de vocaciones matrimoniales, sacerdotales y de vida consagrada. Así que es una maravilla», concluye.