Madrid

Concierto "Cibeles: La Esencia de la Mujer” en la parroquia Nuestra Señora del Pilar

La Parroquia Nuestra Señora del Pilar celebra el Día Internacional de la Mujer con el concierto “Cibeles: La Esencia de la Mujer”, este sábado, 8 de marzo, a las 18:00 horas. Una orquesta con más de 70 mujeres, interpretarán valses, arias de ópera y piezas latinoamericanas, destacando el estreno de la Sinfonía Cibeles de Pilar Jurado, dirigida por Ivonne Buriel. Participarán también las cantantes Sonia Suárez y María Luisa Bringas, junto a la bailaora Valentina Palmero.

Organizado por Yaneth Hurtado junto a la Asociación OmMusic Artistas del Mundo, en la dirección artística Víctor García Sierra y otras empresas. El evento apoyará a mujeres afectadas por la DANA. Su propósito es exaltar la creatividad y el papel fundamental de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

Se pueden comprar entradas en este enlace. También estarán disponibles en la puerta de la iglesia con efectivo o tarjeta. Parte de los fondos serán destinados a apoyar a las mujeres afectadas por la DANA.

El cardenal José Cobo preside una nueva edición de "Velad y Orad" con la mirada puesta en la Cuaresma

Empieza la Cuaresma de la mejor manera con “Velad y Orad”, un encuentro especial de los jóvenes de Madrid con el cardenal José Cobo. Organizado por la Delegación de Jóvenes de la Archidiócesis de Madrid, se celebrará este viernes, 7 de marzo, a las 20:30 horas, en la catedral de la Almudena.

Será una noche de oración, reflexión y encuentro con Jesús para arrancar este tiempo con el corazón en sintonía con Él.

Willy, recién ordenado diácono permanente en Roma: «Ahora encuentro sentido a todo»

Casi 4.000 diáconos permanentes del mundo entero han participado este pasado fin de semana en el Jubileo de los Diáconos. A ellos se les sumaron 23 candidatos que iban a ser ordenados en la Basílica de San Pedro durante la Misa jubilar del domingo. Entre ellos, tres españoles: Manuel Rico, de la diócesis de Jaén, y Willy Vargas y Alejandro de la Concha, de la diócesis de Madrid. A estos dos últimos les acompañaron, además de sus familias, otros ya ordenados diáconos permanentes de la diócesis y algunos candidatos.

«Estoy feliz, la verdad; lo he vivido con mucha paz y mucha alegría», cuenta Willy (en la foto principal, a la izquierda; y en elcentro, con la camisa blanca, Alejandro también recién ordenado) un día después de su ordenación, este lunes 24 de febrero, ya de vuelta en Madrid. «Estoy muy agradecido al Señor por este regalo». Un regalo que comenzó cuando por sorteo fue elegido entre los cinco candidatos al diaconado permanente que se iban a ordenar este año en Madrid. Pero, en realidad, el regalo se lo había ido preparando el Señor a lo largo de toda su vida. Y en ese momento en el que el pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, arzobispo Rino Fisichella, en sustitución del Papa Francisco, le impuso las manos, a Willy, que había estado con tantas dudas acerca de su vocación, supo que «ahora encuentro sentido a todo».

Diaconos Roma manos

Willy acudió a Roma junto a su esposa, Lourdes, y sus tres hijos: Martín (11 años), Mariana (10 años) y Nazaret (7 años). «Ninguno se lo quería perder». De hecho, «los niños estaban encantados; en la vigilia de oración que tuvimos el sábado por la tarde en el aula Pablo VI se quedaron impactados con el cardenal prefecto Lazarus You Heung sik, porque no dejaba de sonreír. Y decían, en su inocencia, que “si le pasa algo al Papa, este va a ser el siguiente porque está siempre contento”».

Además de la imposición de manos, Willy recuerda otros tres momentos de especial calado durante la celebración de su ordenación. El primero, cuando monseñor Fisichella le cogió las manos, al comienzo y fue «como si el Señor, a través de él… no puedo describirlo». El segundo, en la entrega de la Palabra de Dios; «el libro pesa, como si recibieras algo que te sobrepasa». Y el tercero, el saludo de la paz al obispo. Primero fue con el pro-prefecto, «sientes que te acoge la Iglesia a través de él». Y entonces, a Willy, le salió apoyar su cabeza en su pecho, «es como si el mismo Señor te abrazara». Y después fue con una fila de diáconos ya ordenados a los que no conocía y que sin embargo le emocionaron por su «abrazo, su cara de felicidad, su cariño y su ternura». Era gente desconocida, «pero como una familia que te acoge».

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Primeras bendiciones en la plaza de San Pedro

Hubo otro momento determinante. Cuando al subir al presbiterio para la imposición de manos giró la cabeza y se encontró con la mirada del obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, que los había acompañado al jubileo. «Estaba mirándome con ternura, con mucho cariño; era la mirada de un padre».

Y definitivo fue también cuando un padre misionero de la Caridad, carisma que el ordenando vive desde joven, lo revistió con la estola diaconal y la dalmática. «Sentía que la Madre Teresa me acompañaba». Fue, como todo en la vida de Willy, providencial, porque para el ensayo del sábado por la mañana aún no habían llegado a Roma ni su párroco ni tampoco el obispo auxiliar, con lo que el ordenando le pidió a uno de los sacerdotes de la casa de los padres misioneros donde se hospedaba con su familia que le revistiera.

Diaconos Roma vicente

Al terminar, le emocionó especialmente que sus compañeros diáconos de Madrid, en la plaza de San Pedro, le pidieran su bendición. «A mí, que me sentía un inútil, me pareció un detalle de humildad; me sorprendió mucho», y a su vez lo vivió como un signo de unidad y de familia. También bendijo a sus propios hijos (imagen inferior).

Sobre su futuro, «lo único que sé es que hoy es lunes, el día siguiente, y ahora será el Señor quien diga lo que tengo que hacer; lo que Dios diga». Por el momento, su primer servicio como diácono será este martes en la Universidad Francisco de Vitoria, en una Eucaristía que presidirá un sacerdote misionero de la Caridad. «Qué hay más bonito que empezar con un amigo, y del carisma».

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La Iglesia celebra este primer domingo de marzo el Día de Hispanoamérica, con el lema “Historia de Esperanza”

La Iglesia celebrará el próximo domingo, 2 de marzo, el Día de Hispanoamérica, este año bajo el lema 'Historia de Esperanza'. Esta jornada resalta la presencia y labor de la Iglesia en América, subrayando su contribución al desarrollo de los pueblos hasta convertirse en auténticas historias de esperanza. Asimismo, pone de relieve la fuerza del mensaje cristiano, donde la fe y la esperanza son una verdadera buena noticia para cada persona y comunidad.

Los grandes desafíos sociales y los sufrimientos de los pueblos de América pueden llevar al desánimo. Sin embargo, el mensaje de esta jornada invita a mirar la realidad con una nueva perspectiva, sostenida por la presencia viva de Jesucristo. Su luz nos permite reconocer que el bien nunca está ausente y que el continente americano sigue siendo un continente de la esperanza.

Así lo recordó el papa Francisco:

'América Latina es el «continente de la esperanza», porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora. Solo es posible custodiar esa esperanza con grandes dosis de verdad y amor, fundamentos de toda la realidad, motores revolucionarios de auténtica vida nueva'.

En esta misma línea, el cardenal Robert Francis Prevost, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, subraya en su mensaje para la jornada la importancia de anunciar con alegría el Evangelio en este Año Jubilar, para que los pueblos americanos sigan siendo verdaderas historias de esperanza.

Actualmente, la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) cuenta con 138 sacerdotes españoles destinados en distintos países de América. Su labor pastoral abarca parroquias, colegios, seminarios y hospitales, acompañando a las comunidades cristianas en su camino de fe.

Diócesis de Madrid

En la diócesis de Madrid hay 11 sacerdotes de la OCSHA, además de otros sacerdotes diocesanos no vinculados a la institución, junto con numerosas religiosas y laicos que trabajan en la evangelización del continente. La mayoría de estos misioneros no se encuentran en territorios de misión, por lo que no reciben ayudas directas de la Santa Sede. 

En 2024, Madrid fue la cuarta diócesis en recaudación para esta causa, con una aportación de 2.920 euros, como recuerda el delegado episcopal de Misiones, Manuel Cuervo.