- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
«Come, duerme y camina como un Hobbit mientras descubres paisajes increíbles y exploras el significado detrás del Camino». Es el sugerente reclamo para hacer El Camino del Anillo, una iniciativa que cumple este 2024 su quinta temporada y que ha hecho de la Sierra de Norte de Madrid la mayor ruta de montaña de España inspirada en El Señor de los Anillos.
Una inmersión total en el mundo de J. R. R. Tolkien que se concibe además como un camino interior. Mirando el mundo con otros ojos, Pablo Martínez de Anguita, el director del proyecto, y el resto de organizadores y voluntarios (montaraces, en lenguaje tolkiano), apreciaron en la historia de Frodo, el protagonista de la obra culmen de Tolien, la de cualquier persona llamada a vivir la aventura de su vida.
Él es «el hilo conductor» de la ruta, que se convierte en una peregrinación en la que el caminante «va creciendo en vida interior»: como el hobbit, se tiene que desinstalar, saliendo de las comodidades de su Comarca, pone en juego su libertad, se encuentra con una compañía, y con ella camina hacia el fuego, «el Espíritu Santo», en un camino que es un «despertar a la vocación, a lo que estés llamado».
Año de consolidación
Martínez de Anguita explica que «cada día el Camino es una realidad más espiritual; va cogiendo cada vez más carisma cristiano». Y a su vez, se está en una «etapa de creación de comunidad, de crecimiento en amistad». Es una fase en la que se crea «una pequeña comunidad que acoge para seguir ayudando a la gente que quiera hacer un camino espiritual». Así, resumen, «somos más sencillos que antes» y, a modo de reflexión tolkiana, subraya, «esperamos servir a más gente».
Buena muestra de esta comunidad naciente es la fiesta que tienen preparada para el próximo 14 de septiembre para recibir a dos «hobbits que acaban de regresar de Mordor» en lenguaje de Tolkien o, traducido, dos chicas que han estado un mes dando de comer a niños en Ucrania.
El director del proyecto aprovecha para animar a la gente a hacer el Camino: «La belleza salvará al mundo, pero hay que empaparse de ella; sin contemplación, la acción se vuelve pobre». Lo que los organizadores tratan es de que la gente quede «encantada, es decir, estar en canción, y en una canción hay música, que son los paisajes, hay letra, que es Tolkien y hay una orquesta, que somos nosotros».
128 kilómetros en ocho etapas
El Camino del Anillo recorre una distancia de 128 kilómetros en ocho etapas por Gamoburgo (Sieteiglesias), Bree (Buitrago), la Cima de los Vientos (cerro Piñuécar), Rivendel (La Hiruela), Caradhras (La Tornero), Moria (Puebla), Lorien (El Atazar) y Rohan (Patones). Esta es la penúltima etapa antes de llegar a Gondor (Torrelaguna), donde el mago Gandalf (interpretado por el propio Martínez de Anguita) les hace entrega de la cruz de san Damián, esa desde la que Jesucristo le dijo a san Francisco que reconstruyera su casa.
Este último ño, destaca Martínez de Anguita, ha quedad instituida la salida mensual, una escapada de un día en fin de semana para vivir parte de las etapas. Parte de los que se apuntan son alumnos de la Universidad Francisco de Vitoria, «todos los meses entre 30 y 40», que pueden disfrutar de las explicaciones de la naturaleza y a la vez profundizar en el sentido de sus vidas. Un «elfo» refugiado de Nicaragua les ha estado alimentando en este tiempo.
Los hobbits peregrinos aprenden durante los días de travesía valores como la audacia, la esperanza, la solidaridad, la amistad o la misericordia, tan presentes en la obra tolkiana. «Los hobbits somos todos aquellos que un día decidimos pasar de nuestra vida cómoda a recorrer un camino, el camino de nuestra vida», se recuerda desde la organización.
La repercusión internacional del proyecto, que ha aparecido en revistas como National Geographic o Walk, ha traído a Madrid peregrinos extranjeros. También fanilias, colegios, parroquias. Tal fue el caso de la parroquia Cristo Sacerdote de Madrid, que hizo la experiencia hace un par de años.
La organización proporciona manutención, alojamiento y traslados, y ha implementado la logística en varias modalidades, con albergues, casas particulares y hoteles. «Para las familias proponemos planes hobbits o élficos» en función de si buscan o no una mayor calidad. Y aunque la propuesta es hacer la peregrinación completa, se pueden disfrutar también planes de un día, de fin de semana, o plantearse el camino por cuenta de cada uno.
Fundación Laudato Si
El Camino del Anillo es una iniciativa de la Fundación Laudato Si, vinculada al Arzobispado de Madrid, que nació en 2019 para responder a esa llamada al cuidado de la creación que el Papa Francisco hacía en su encíclica. El proyecto tolkiano fue inaugurado por el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Carlos Osoro, en el verano de 2020. En 2021, el actual arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, entonces obispo auxiliar, bendijo el Centro de Interpretación de El Camino del Anillo en El Molar.
El año pasado se creó la Asociación Pequeña Tierra Media, con el objeto de contribuir a mantener la iniciativa del Camino creando una red de personas, comercios, ayuntamientos y entidades públicas que permitan llegar a crear un Club de Producto en la Sierra Norte de Madrid.