Madrid

Michi, joven de la Hospitalidad de Lourdes, tras el Jubileo de los Enfermos y del mundo de salud en Roma: «Volvemos con sensación de plenitud»

El Jubileo de los enfermos y del mundo de la salud congregó en Roma este pasado fin de semana, del 4 al 6 de abril, a 20.000 peregrinos. Entre ellos se encontraba un grupo de 85 llegados desde la diócesis de Madrid, pertenecientes a la Hospitalidad de Lourdes. Michi Santos es uno de los hospitalarios que ha acudido a Roma, aunque tuvo que incorporarse unas horas más tarde a la peregrinación porque el viernes por la mañana tuvo examen en la universidad.

A sus 20 años, Michi lleva ya tres como voluntario. Su abuela fue la que introdujo en la familia la pasión por este modo de entrega y servicio tan concreto, y sus padres, hermanos, tíos, primos, participan de ello. Integrado en el Grupo de Jóvenes, Michi era responsable de un equipo de cinco voluntarios y cinco enfermos, todos ellos de enfermedades infeccionas (VIH, hepatitis…) y con sus mochilas vitales a la espalda.

«La peregrinación ha ido muy bien», señala, algo que subraya también el consiliario de la hospitalidad, Guillermo Cruz, que la califica de una «bendición inesperada». Aparte de que no ha habido problemas de salud entre los enfermos (una treintena provenientes de centros de acogida o albergues), todo ha ido encajando a la perfección de modo que los acontecimientos se han podido vivir «con más paz y tranquilidad». Sin el consiliario nada hubiera sido posible, recalca Michi, pero también sin Myriam Goizueta, la presidenta, y María Conde, organizadora de la peregrinación.

Jubileo enfermos equipo

Basílicas mayores y San Pedro

Alojados en un centro de acogida de Don Orione, que está adaptado a sus necesidades, los peregrinos tuvieron un momento especialmente bonito, explica Michi, el sábado por la mañana en la basílica de Santa María la Mayor, donde celebraron una Eucaristía presidida por el consiliario. También visitaron San Juan de Letrán. «Cada basílica tenía una puerta santa, así que cada vez que ibas pasando, pedías algo».

Ya por la tarde iniciaron la peregrinación hacia San Pedro, en procesión desde el Castillo de Sant’Angelo, precedidos por la cruz. En el interior de la basílica se vivió otro de los grandes momentos para Michi. «Pudimos quedarnos junto al baldaquino y rezamos todos juntos el credo; fue muy especial».

Con el Papa Francisco

En una jornada jubilar dedicada a los enfermos, a los que sufren y a los que cuidan de los que sufren, el Papa Francisco quiso hacerse presente. «Dios no nos deja solos», había afirmado en la homilía, leída por el arzobispo Rino Fisichella, quien presidió la Misa en su nombre. «Y si nos abandonamos en Él, precisamente allí donde nuestras fuerzas decaen, podemos experimentar el consuelo de su presencia», había continuado, como seguro que fue también consuelo la presencia física en la Plaza de San Pedro del Vicario de Cristo.

Efectivamente, Francisco se acercó físicamente a los que, como él, están sufriendo la enfermedad, y lo hizo, convaleciente, enganchado a la máquina de oxígeno y llevado en silla de ruedas. Cuando en la zona donde estaba Michi con «mi enfermo Manuel» empezaron a oír aplausos, supieron que algo pasaba. No se esperan al Papa, ni mucho menos. Les habían colocado en sitio preferente porque Manuel también va, como el Papa, en silla. Estaban detrás de los obispos y cardenales, en un lateral del altar.

Jubileo enfermos cruz

Los aplausos fueron tras la comunión, durante la acción de gracias. «Manuel, que de noche no se puede ni levantar sin que le ayudes, cuando intuyó que podía estar el Papa se levantó casi solo de la silla y no le daba miedo caerse». Y esto le impresionó especialmente a Michi, que ya «había visto al Papa en la JMJ de Lisboa el año pasado» pero sus enfermos no y «probablemente no tengan otra oportunidad de verle».

«Roma te envuelve; todo tiene su significado», resume el hospitalario. «Muchos de los enfermos que nosotros llevábamos no habían cogido un avión en su vida y nunca habían salido de Madrid; para ellos todo era impresionante, estaban muy metidos en la peregrinación y querían absorber todo lo que pasaba este fin de semana». «Volvemos con sensación de plenitud», concluye el joven.

Jubileo enfermos basilica

Concierto benéfico ‘In Memoriam’ a favor de Manos Unidas en la parroquia Nuestra Señora de la Granada

La parroquia Nuestra Señora de la Granada acoge este viernes 11 de abril, a las 20:00 horas, el concierto 'In Memoriam'. Un recital en el Viernes de Dolores que será ofrecido por la Agrupación Coral Iter, bajo la dirección de Miguel del Castillo García-Pablos, en el marco de su ciclo de conciertos de Semana Santa.

La recaudación de este concierto irá destinada íntegramente a los proyectos de Manos Unidas.

El cardenal José Cobo anima a los superiores de vida consagrada «a caminar en la diocesaneidad compartida»

El Aula Magna del Seminario Conciliar de Madrid acogió el pasado sábado, 5 de abril, un encuentro anual de los superiores mayores (provinciales y generales) de institutos de vida consagrada con presencia en la diócesis de Madrid. Convocados por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, al evento asistieron un centenar de superiores [o delegados] a los que quiso agradecer toda su implicación en la diócesis.

Tal y como expresa el padre Aurelio Cayón, SSCC, vicario episcopal de Vida Consagrada en la diócesis de Madrid (en la imagen, junto al arzobispo de Madrid), el cardenal Cobo los animó a todos «a caminar en la diocesaneidad compartida» y valoró la colaboración que la vida consagrada puede hacer al «cuidado de la fraternidad», algo en lo que es, dijo, experta. Junto a ello, hizo un llamamiento a «ayudar en el cuidado de la interioridad». En este sentido, resalta el vicario cómo el arzobispo de Madrid aseguró que «la diócesis necesita lugares donde se enseñe a rezar, y la vida consagrada puede aportar en esto su testimonio».

Por último, y sin olvidar el Año Santo que vive la Iglesia universal, «nos animó a seguir caminando junto en esta peregrinación de la Iglesia como sembradores de esperanza».

Fronteras en las que estar

Los encuentros, que se vienen realizando desde hace ya varios años, señala Cayón, se conciben como un momento de diálogo «para favorecer la comunión, la misión en la diócesis y la relación fraterna entre los consagrados y nuestro pastor en bien de la misión compartida».

Este año, los participantes habían recibido previamente dos cuestiones para poder llevarlas a la reflexión conjunta. En primer lugar, dado que muchos están en edad de jubilación laboral, que no de misión, especifica el padre Aurelio, «de esa no nos jubilamos nunca», se trataba de ver cómo se puede seguir participando de ella habiendo cumplido la etapa laboral.

Y un segundo aspecto a valorar era el de las «fronteras en las que estamos o en las que debemos estar». En este sentido, se pusieron sobre la mesa aquellas «en las que se nos llama a estar». Como en el mundo de la juventud o en el de la educación y, en este sentido, en el acompañamiento al profesorado. También en la frontera de la escucha: «En la diócesis se está preparando a gente y se habló de cómo se pueden coordinar los centros de escucha diocesana con la vida consagrada». En este punto se constató la «necesidad de acompañamiento a jóvenes, y no tan jóvenes, en los nuevos problemas de salud mental».

Junto a todo ello, también se propuso la atención a la vulnerabilidad como otra frontera, con la valoración de proyectos más compartidos y sinergias entre distintos recursos, así como la atención a la mujer y la importancia de la formación del laicado y el catecumenado de adultos.

Consagrados general

Comida fraterna

Tras la sesión en el Aula Magna, los asistentes pudieron compartir una comida fraterna también en el Seminario. En líneas generales, estos momentos, sostiene el vicario de la Vida Consagrada, favorecen la comunión en dos dimensiones: entre los propios institutos de vida consagrada de Madrid, y con la Iglesia diocesana. «El sentido de nuestra vocación es en la Iglesia; hemos nacido en la Iglesia y para la Iglesia». Por eso, «se ha ido creando una pequeña tradición con estos encuentros, que ayudan mucho a la comunión en la diócesis».

Cáritas diocesana de Madrid presenta la Campaña por el Empleo 2025

Esta presentación se dirige a las personas de los equipos de dirección, sensibilización, vicarías y servicios de empleo de la entidad, con el objetivo de que puedan interiorizarla y darla luego a conocer al resto de los equipos y a las personas atendidas.

Este año, la campaña se centra en ver de en qué manera un empleo digno transforma la vida de las personas vulnerables que acuden a nosotros y cómo se les orienta y acompaña desde el Servicio Diocesano de Empleo (SDE).

Asimismo, se trata de una campaña imperada que se celebrará en las parroquias el 18 de mayo, por lo que se busca que las personas se acerquen, conozcan el servicio y colaboren con su donación para contribuir a esa transformación de las personas.