- Titulo: Sandra Madrid/Cáritas Madrid
Cáritas Vicaría IV ha puesto en marcha el Servicio de Dispensación de Alimentos (SDA), este proyecto ofrece productos de primera necesidad a familias que están en una situación de exclusión severa.
Desde Cáritas Madrid no solo ofrecen alimentos o garantizar el derecho a la alimentación, sino que realizan un acompañamiento integral. «Se trata de ofrecer ternura y comprensión, de hablar con quienes están pasando necesidades graves, de ofrecer a cada persona un trato personalizado y una respuesta adaptada a sus propias necesidades».
Los objetivos de este centro son: favorecer la autonomía y dignidad personal y familiar, mediante la elección de los alimentos; complementar el acompañamiento y seguimiento de las parroquias a las personas y familias beneficiarias; lograr la unificación de criterios en la gestión del reparto de alimentos y la implicación de la comunidad cristiana en la acción socio caritativa de la Iglesia; aumentar los espacios de escucha y relación cercana a las personas; e impulsar la coordinación con otras entidades y asociaciones de barrio que pretenden dar una respuesta global y unificada al derecho a la alimentación.
Como indican los voluntarios que acompañan desde el proyecto «simplemente nos ponemos manos a la obra porque sabemos que la única respuesta a todo mal es el amor. Un amor que traducimos en gestos como la entrega de alimentos o la comprensión o la ternura para devolverles la dignidad».
Las personas que llegan al Centro de Dispensación son derivadas por los servicios de atención y de Acogida de las Cáritas Parroquiales y por los Servicios Sociales Municipales. Se les ofrece alimentos y productos de higiene y limpieza. Pero, sobre todo, «encuentran un grupo de personas voluntarias cercanas que les reciben, les atienden y escuchan». «Muchas de las familias atendidas son migrantes, personas sin hogar, personas que han perdido el empleo, o personas mayores solas, por eso están en una situación de vulnerabilidad extrema que no les asegura una alimentación básica y adecuada».
La entrega de los productos se hace a través de unos cheques en función de la unidad familiar, que les permite elegir a las personas los productos que deseen o necesiten, adaptados a sus necesidades. Y hay un horario y días preestablecidos.
Todo este proceso hace posible «no solo la dispensación de alimentos básicos, sino el hablar, compartir, conocerse, porque la palabra crea comunión entre las personas, y entre las personas y Dios, para que sepan que Él no se ha olvidado de ellas, que está a su lado, que le importa su vida»; y así es «cómo evangelizamos, con obras de caridad».