- Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
- Firma: José Miguel Zamoyski de Borbón, vicecomendador del Real Capítulo de Caballeros de la Merced: «Estamos muy vinculados a la beata María Ana de Jesús»
- Fin Agenda: 26-06-2024
De Madrid al Cielo es el lema elegido para la celebración del IV centenario de la muerte de la beata María Ana de Jesús, copatrona de la diócesis. Una efeméride que se está conmemorando desde el pasado mes de abril con un amplio programa de eventos.
El Real, Ilustre y Primitivo Capítulo Noble de Caballeros de la Merced es una de las asociaciones que integran el comité responsable de los mismos. «Nosotros formamos parte del comité organizador -explica José Miguel Zamoyski de Borbón, actual vicecomendador-. Está compuesto por la Asociación de Amigos de Mariana de Jesús para los pobres de Madrid, la parroquia de la Beata Mariana de Jesús, la parroquia de Santa María de Cervellón, el hospital de la Beata María Ana de Jesús y los Caballeros de la Merced. Entre todos hemos confeccionado un calendario de actos para todo este Año Jubilar. Tendremos un evento por mes».
«Justo el pasado 12 de junio -prosigue- hicimos un concierto en la Fundación Fernando de Castro, patrocinado por los Caballeros de la Merced. Era un concierto de música clásica, y la verdad es que resultó muy bonito, porque había composiciones de mujeres. También nos gustó bastante el sitio, puesto que estaba muy cerca de la plaza de Alonso Martínez, donde se alzaba el antiguo convento de Santa Bárbara de la Merced, donde vivió la beata, con lo cual seguramente habría recorrido esas calles, yendo y viniendo de un sitio para otro».
«Además, hemos reeditado un libro que escribió la madre María Ángeles Curros sobre la beata Mariana de Jesús, con la intención de difundir la vida de la beata, que quizá esté un poco olvidada. Así que esperamos que, con todos estos actos, se vuelva a recuperar su figura, y Madrid por fin le vuelva a agradecer todo lo que ella le dio a la ciudad», manifiesta. «Por último -continúa- estamos organizando una exposición sobre la beata Mariana de Jesús que se inaugurará a principios del año que viene, como colofón de este Año Jubilar. La muestra se podrá visitar en la Casa del Reloj, dentro del complejo de Matadero. Creemos que será muy interesante ya que, tanto nosotros, los Caballeros, como distintos conventos y particulares, van a prestar obras para esta exposición, con el fin de que sirva de difusión de la figura de la beata».
Caballeros de la Merced
«La Orden de la Merced -apunta- fue fundada en 1218 por san Pedro Nolasco, con el apoyo de Jaime I de Aragón y de su confesor, san Raimundo de Peñafort. Los tres son los fundadores de la Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, más conocida como Orden de la Merced. Se crea para recaudar dinero y rescatar a los cristianos que eran cogidos presos por los berberiscos, tanto cuando iban de viaje como en las incursiones que realizaban en la península: secuestraban a los cristianos y se los llevaban a tierras árabes o moras, y los mercedarios recaudaban dinero para pagar los rescates, sobre todas para aquellas familias menos pudientes. Por eso, en sus inicios, era una orden militar. Pero, bajo el reinado de Jaime II de Aragón, pasa de ser militar a ser una orden religiosa, y todos estos caballeros de la Orden de la Merced se incorporan dentro de la Orden de Montesa, que es una de las órdenes españolas, junto con la de Santiago, Calatrava y Alcántara».
«En el siglo XVIII -añade-, exactamente el 3 de septiembre de 1724, y bajo el auspicio de la reverenda madre comendadora sor María Antonia de Jesús, se funda esta corporación en el monasterio de don Juan de Alarcón, con la misión de promover el culto a la Santísima Virgen de la Merced. Por eso, desde el principio, estuvo muy vinculada con las monjas del convento de Alarcón», remarca. «Posteriormente, y con el paso de los siglos, fue recibiendo las bendiciones de los distintos papas, y también de los diferentes comendadores de la Orden, que le fueron concediendo bulas y especiales distinciones, hasta que el rey Fernando VII, en 1827, decidió ser hermano mayor y protector. Desde entonces, todos los Reyes de España han pertenecido a la corporación, y se ha mantenido una vinculación de la Casa Real con la misma. Isabel II donó una imagen de la Virgen; el rey Alfonso, la propia reina Mercedes… cuando fallece María de las Mercedes de Orleans y Borbón, mujer de Alfonso XII, las monjas de Alarcón son las que van a amortajar el cuerpo de la reina y la visten con el hábito de la Orden de la Merced. El rey Alfonso XIII también fue protector. Protección que continuó con su hijo, el infante don Jaime. Posteriormente lo fue el duque de Sevilla, Francisco de Borbón. También lo fue Alfonso de Borbón y Dampierre; posteriormente, lo fue mi padre, José Zamoyski de Borbón, y, en la actualidad, el vicecomendador soy yo».
Culto a la Virgen de la Merced
«El objeto principal de esta corporación -indica- es el culto a Santa María de la Merced, rindiéndole también veneración al arcángel san Miguel y a la beata Mariana de Jesús. Otro de sus fines es ayudar a los desfavorecidos. Y la reinserción. Esto lo hacemos ayudando a las obras de caridad que hacen las madres Mercedarias: en primer lugar, colaboramos dando ayudas al colegio Mercedarias de Don Juan de Alarcón; en segundo lugar, ayudamos en los repartos de alimentos que hacen los Amigos de la Beata, tanto los días 17 de cada mes, para las personas sin hogar, como a finales de mes, para familias necesitadas; y, en tercer lugar, también ayudamos a los presos. Puesto que la redención de cautivos era la finalidad de la Orden, en los tiempos actuales nos gusta tener ese pequeño recuerdo del pasado, y colaboramos dando dinero para comprar cosas, o en Navidad, cuando hay que hacer los regalos a los niños de los presos, y también en necesidades que puedan tener».
«En la actualidad -señala-, los componentes de esta corporación somos unos 186. Para pertenecer a la misma, hay que enviar un escrito a la Junta Directiva, solicitud que tiene que ir avalada por dos miembros. También hay que presentar la partida de Bautismo, y una carta del párroco diciendo que eres una persona de buena conducta y demás. Los compromisos que asumimos son los de participar en los actos: el culto a la Santísima Virgen de la Merced, con el triduo de preparación a su fiesta, la fiesta de la beata o la ofrenda de frutos en su honor, la ceremonia de ingreso de nuevos Caballeros, y algunas Misas que se convocan durante el año». Y concluye recordando que, «desde el principio, esta corporación siempre estuvo muy vinculada con la beata, teniéndole gran devoción. Cuando sus restos regresaron al monasterio, después de la guerra civil, fueron llevados a hombros por los Caballeros de la Merced hasta el convento de Alarcón».