Madrid

Miércoles de Ceniza: El cardenal Cobo invita a caminar «con los otros, con humildad y con hondura» en este inicio de la Cuaresma

«Ayuno, oración y limosna: estas son las herramientas para la conversión». Así lo ha asegurado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en este Miércoles de Ceniza en la catedral de la Almudena. Así, ha llamado a los fieles a vivir la Cuaresma como un tiempo de renovación integral —de mente, corazón y cuerpo—, enfatizando la necesidad de una conversión profunda: «Por eso necesitamos convertir la mente, ampliando la lucidez; el corazón, el amor y el cuerpo, activando la vitalidad».

Para ello, ha destacado tres claves:

-Caminar con los otros, dejando atrás la vivencia solitaria de la fe y abriéndose a la alegría de la comunidad.

-Caminar con humildad, reconociendo la propia fragilidad y limitaciones. “Nos tenemos que dar cuenta de nuestra pequeñez, de que somos muy vulnerables, como la ceniza”, ha recordado.

-Caminar con hondura y honradez, abandonando la autosuficiencia y abriéndose a la verdad que libera.

El símbolo de la ceniza

El arzobispo ha iniciado su reflexión recordando el simbolismo de la ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma. «Es el resultado de la hoguera de la noche de Pascua», ha explicado, refiriéndose a los ramos del Domingo de Ramos que fueron consumidos por el fuego tras haber pasado por la admiración, la traición y la entrega.

Además, ha destacado que la ceniza también está vinculada al bautismo, ya que en la cabeza de cada cristiano fueron derramados agua y óleo en el momento de su iniciación cristiana. «Hoy venimos aquí, un año más, para vivir este tiempo como una nueva oportunidad y caminar con Jesús, en un camino de barro y cruz, entre la realidad de nuestro mundo, para resucitar con Él».

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La Cuaresma: camino de esperanza hacia la Pascua

El cardenal Cobo ha subrayado que la Cuaresma es una preparación para la Pascua y ha planteado una serie de preguntas fundamentales: «¿Cómo queremos celebrar la Pascua este año? ¿De qué necesita el Señor rescatarnos? ¿Seremos capaces de caminar con Cristo, 40 días juntos, o preferiremos llegar cada uno por nuestro camino?». Así, ha advertido sobre la tendencia a la individualidad y ha matizado que este tiempo litúrgico es una oportunidad para caminar en comunidad, unidos en la fe y la esperanza.

En sintonía con el lema del Año Jubilar, 'Peregrinos de esperanza', ha exortado a iniciar un camino de conversión a la verdadera esperanza que es Cristo. «La novedad que aporta la esperanza activa la atención y la ilusión. Por eso, volver a iniciar un camino cuaresmal tiene que ser ilusionante», ha subrayado alertando sobre el riesgo de reducir la Cuaresma a un simple tiempo penitencial, olvidando su dimensión de renovación y de encuentro con el amor de Dios.

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Reconocer nuestra fragilidad para acoger la salvación

 En su homilía, también ha invitado a reconocer la fragilidad y el pecado, simbolizados por la ceniza. «Nos echamos la ceniza encima por tanta violencia personal, por no escuchar el Evangelio, por colaborar en procesos violentos en nuestro mundo, por la omisión y el descarte de los más pobres».

En esa clave, ha recordado que Jesús siempre ofrece una salida: «Tenemos remedio porque Jesús nos rescata. Ahí está nuestra esperanza. Necesitamos creer que la Pascua está emergiendo entre las cenizas y las dificultades».

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Una conversión que se concreta en el caminar con los otros

Por último, el cardenal ha alertado sobre el peligro de quedar atrapados en un discurso pesimista, marcado por la denuncia de los errores sin ofrecer soluciones. «Por todos lados emergen profetas de la desgracia, analistas apocalípticos que denuncian fallos, pero que no ofrecen ningún atisbo de soluciones», ha concluido.

Frente a esta actitud, ha propuesto una conversión a la esperanza, que se exprese en una forma de vivir y de relacionarse con los demás.

Enrique Guevara será el pregonero de la Semana Santa 2025 en la catedral de la Almudena

  • Titulo: Infomadrid
  • Fin Agenda: 15-03-2025
  • Galeria: 2025-03-15

El conocido cofrade madrileño Enrique Guevara, director de la revista anual de la Semana Santa madrileña y autor de numerosos libros, será el encargado de pronunciar el pregón de la Semana Santa 2025 en Madrid.

Con él, la diócesis quedará convocada a celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo acompañando al Señor y a la Virgen en sus salidas procesionales por las calles, desde el Viernes de Dolores hasta el Sábado Santo.

La catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá la proclamación del pregón el sábado 15 de marzo a las 20:00 horas, con la intervención de la Banda procesional de la Cofradía de Jesús el Pobre.

El acto servirá para introducir los días grandes de Pasión, que este año arrancarán el 17 de abril, Jueves Santo, hasta el Domingo de Resurrección, 20 de abril.

La parroquia San Fulgencio y San Bernardo acoge el cuarto y último retiro cuaresmal de la Adoración Nocturna

El Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna ha organizado para esta Cuaresma, desde el Miércoles de Ceniza, 5 de marzo, una serie de retiros espirituales durante las cuatro semanas de este tiempo litúrgico, los miércoles. El objetivo es preparar a los adoradores para celebrar los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Este miércoles, 2 de abril, se celebrará el cuarto y último retiro cuaresmal en la la parroquia San Fulgencio y San Bernardo (Paseo de San Illán, 9). Están convocados especialmente los adoradores de la zona oeste, Vicarías VI y VII, a partir de las 18:00 horas.

Carmen Rodríguez, enferma de Parkinson: «La clave para no derrumbarme ha sido la fe y ofrezco mi dolor por los misioneros»

Carmen Rodríguez Muñoz, gaditana de nacimiento y madrileña de adopción le diagnosticaron Parkinson cuando tenía 49 años. Cuando fue a urgencias hace seis años se quedó helada con el diagnóstico. El médico le comunicó que tenía Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa, grave e incurable, y que «moriría con ella, pero no de ella». Esta noticia «lo cambió todo», explica Carmen. También dejó su trabajo porque tiene una discapacidad del 80% y un grado de dependencia 3…

Por ello, afirma que «la clave para no derrumbarse ha sido la fe», que le ha acompañado en lo que ella denomina un «camino de salvación». Cuando recibió el diagnóstico, se fue a su parroquia, situada en Madrid, donde hace años se reencontró con Cristo gracias a la Primera Comunión de su hija. «Allí siempre me he sentido acompañada», señala Carmen.

En una confesión, el sacerdote le habló de Enfermos Misioneros, una iniciativa de Obras Misionales Pontificias (OMP) que implica a los enfermos en la misión de la Iglesia a través del ofrecimiento de su enfermedad. «Nunca lo había oído, pero a mí me vino como un guante porque estoy enferma, y no me voy a curar, pues estaré toda la vida como enferma misionera». Para ella, esta espiritualidad es como un «traje a medida», que le ayuda a «dejar de mirarse el ombligo» y ofrecer sus miserias. En este sentido, Carmen afirma que «tan solo levantarme y pedir por el misionero que esté más agobiado, más cansado, por el que hoy le falte comida, ya tengo resuelto el día».

Esta forma de vivir la enfermedad le da una alegría profunda a Carmen. «Tienes sufrimiento y dolor. Entonces «o te amargas o lo ofreces por alguien», de esa manera «te sientes miembro de la Iglesia. No eres un descartado”, explica. Además, «cuando me duele todo le digo al Señor que no tengo nada que ofrecerle, más que el dolor». Y en su caso, «ese dolor lo ofrezco por los misioneros».

Además, en este año de la esperanza, no olvidemos que «todo enfermo tiene esperanza». Asimismo, explica que «Dios no va a permitir nada más de lo que puedas soportar». Por ello, «el sufrimiento no será en vano». En definitiva, asegura que «la enfermedad es algo que Dios nos manda para fortalecer nuestro camino». En este sentido, «tenemos que aceptarlo como un regalo», concluye Carmen.

Carmen

Misioneros desde la enfermedad

Hay tres formas de participar en la misión de la Iglesia fuera de nuestras fronteras: la cooperación personal (los misioneros y voluntarios), la económica (las colectas) y la espiritual (oración y ofrecimiento). Dentro de este tercer grupo se engloba la Unión de Enfermos Misioneros, una iniciativa de Obras Misionales Pontificias que cuenta con casi 100 años de historia, y que nació gracias a Margarita Godet, una mujer laica francesa inmovilizada por la enfermedad que quería ser misionera. Se ofreció entonces como enferma misionera al Seminario de Misiones Extranjeras de París, que enviaba numerosos misioneros por todo el mundo.

En España cientos de personas que padecen alguna enfermedad o invalidez crónica, ofrecen diariamente su dolor por la evangelización del mundo y por los misioneros. El beato Manuel Lozano Garrido “Lolo”, periodista y enfermo que está camino a los altares, es un buen representante de estos misioneros tan especiales. Él mismo fue un impulsor de esta Unión colaborando con las Obras Misionales Pontificias.

Para acompañar a los enfermos misioneros, Obras Misionales Pontificias edita cada dos meses un tríptico para meditar la Palabra de Dios, escuchar la voz del Papa y contemplar el testimonio de los misioneros. Se imprimen 60.000 trípticos que cada delegación de misiones adapta a su propia realidad diocesana y se pone a disposición de la pastoral de la salud de cada diócesis.

En este 2025, OMP ha querido dar un paso más, y ofrecer un contenido online adaptado y actualizado para los enfermos misioneros en la web de Obras Misionales Pontificias. Allí encontrarán oraciones, testimonios de misioneros y de otros enfermos que ofrecen su día a día.

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