Madrid

El cardenal Cobo preside la Misa de la Asociación de Belenistas de Madrid con motivo de la fiesta de la Candelaria

La Asociación de Belenistas de Madrid celebra este martes, 4 de febrero, la primera de las dos Misas solemnes que organiza anualmente. Será con motivo de la fiesta de la Candelaria — la otra lo es en octubre, en torno a la festividad de san Francisco de Asís, creador del belén —.

La celebración comenzará a las 19:00 horas en el Real Monasterio de Santa Isabel (Santa Isabel, 48) y estará presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Tras las palabras del presidente de la asociación, Eugeni Barandalla, se procesionará con velas por dentro de la iglesia, e inmediatamente después comenzará la Eucaristía (en la imagen superior, celebración del año pasado).

Asociacion belenistas misa 24 belen

Al concluir se procederá a la entrega de los premios del Concurso de Nacimientos en su edición de 2024. Entre los galardonados se encuentran la Fundación ONCE, el Colegio Stella Maris La Gavia, las parroquias Nuestra Señora del Buen Suceso, San Juan de la Cruz, Santa Matilde o San Marcos, y algunos belenes instalados en negocios, como Cajas Fuertes López Hermanos, o en portales de edificios de viviendas, como el de Cochabamba, 23 (en la imagen inferior).

La celebración concluirá con la visita del cardenal Cobo a la sede de la Asociación de Belenistas de Madrid, donde podrá conocer el trabajo de esta entidad que cumple en 2025 sus 80 años de vida.

Fotos de la Universidad San Dámaso

El cardenal José Tolentino de Mendonça, en la Universidad San Dámaso con ocasión de la festividad de santo Tomás de Aquino: «La universidad es la historia de una amistad»

«Puede parecer raro delante de tantos desafíos del mundo contemporáneo hacer una charla sobre la amistad, que parece un tema antiguo y con poco para decir, porque la amistad es parte de la vida de todos los días, pero pocas veces la reflexionamos con mayor profundidad». Lo afirma el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, que este lunes ha realizado un «Elogio de la amistad» con motivo de la festividad de santo Tomás de Aquino que ha celebrado la Universidad San Dámaso.

En declaraciones a Alfa y Omega, el cardenal ha señalado que, «en su esencia, la universidad es una historia de amistad, porque la universidad nació de la amistad entre maestros y alumnos, que juntos buscaban la verdad». Esta amistad continúa hoy, ya que «las universidades existen porque se establece una calidad de relación, de confianza, que podemos describir como amistad entre personas para hacer juntos un camino».Tolentino San Damaso 2

En este sentido, la comunidad académica «es una asociación de amigos para la búsqueda de la verdad», y en la universidad «se aprende a ser amigo, antes de todo, de la verdad». Así, el paso por las aulas «debe ampliar nuestra sed de verdad», pues constituye «un laboratorio de búsqueda». De este modo, la amistad por la verdad y el conocimiento «nos debe definir absolutamente» y apuntar «a una dimensión práctica», formando a los alumnos «para objetivos muy concretos, pensando en ser útil», lo cual no debe eclipsar «la pasión por la búsqueda de la verdad».

En relación con esta búsqueda, ha habido en España un debate interesante en los últimos años, pues hay quien ha echado de menos más visibilidad de los intelectuales católicos en el mundo de la cultura y de las artes. ¿No hay suficientes católicos en esos ambientes, o es más bien una cuestión de audacia a la hora de mostrar públicamente la propia fe? El cardenal Tolentino responde que «nuestras sociedades democráticas son sociedades plurales y polifónicas, en las que son necesarias y valoradas todas las contribuciones». Por este motivo, «no se entiende la persona humana, su destino, su deseo más profundo, su dignidad y realidad, sin la clave de la religión», de ahí que hablar desde el punto de vista de la religión sobre las cuestiones vitales del ser humano «es imprescindible».

Tolentino San Damaso 1

De la misma manera, «la contribución que hace la visión cristiana de la vida y la existencia humana es única, y la vida democrática se empobrece de modo muy preocupante si se descarta esta contribución». Por ello, «es muy importante que los cristianos estén en la vida pública y reflexionen partiendo de las fuentes de su fe, del magisterio y de la doctrina social de la Iglesia y establezcan un diálogo social muy cercano, presente, en todos los medios, los tradicionales y los nuevos medios digitales».

Cáritas Madrid imparte el curso "Claves para una comunicación efectiva: escribir y hablar correctamente"

A veces «las nuevas tecnologías» y «las prisas» no nos acompañan y juegan una mala pasada al idioma. Por ello, «es necesario cuidar lo que decimos y escribimos, porque de cómo hablemos dependerá la imagen de la realidad que construyamos».

Cáritas Diocesana de Madrid propone el curso "Claves para una comunicación efectiva: escribir y hablar correctamente", que impartirá los días 4 y 11 de febrero, a partir de las 9:30 horas, el profesor Fernando Vilches.

El objetivo es manejar el idioma de forma adecuada para transmitir nuestro mensaje social.

 

El cardenal Cobo, en el Jubileo de la Vida Consagrada: «La vida diocesana no es posible, y sería impensable, sin vosotros»

La catedral de la Almudena se ha vestido de fiesta en la mañana de este domingo, 2 de febrero, para celebrar la fiesta de la Presentación del Señor, día en que la Iglesia universal propone tradicionalmente la Jornada de la Vida Consagrada. Y así, decenas de congregaciones, órdenes e institutos religiosos se han dado cita en el primer templo de Madrid, después de peregrinar desde el convento de la Encarnación, para renovar en la Eucaristía «nuestro deseo de servir y amar». Motivo doble de alegría porque con esta fiesta la Iglesia que camina en Madrid celebraba también el primero de los jubileos de este año, el de la Vida Consagrada, aquellos que se han comprometido a seguir en radicalidad a Jesucristo obediente, casto y pobre.

La Misa ha estado presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, acompañado por vicarios episcopales, sacerdootes religiosos y también por el cardenal Aquilino Bocos. «Uno, por ser cardenal, no deja de ser religioso», le había expresado al arzobispo de Madrid el claretiano antes de comenzar.

Jubileo vida consagrada escaleras

«Qué suerte tenemos en nuestra diócesis de teneros aquí», ha expresado a los consagrados el arzobispo de Madrid al inicio de su homilía. «La vida diocesana no es posible, y sería impensable, sin vosotros», ha añadido. Tambien ha puesto en valor sus vidas, reales y concretas, con las que son, ha afirmado, luz para este mundo, «porque en cada paso que dais estáis imitando y señalando a Jesucristo, que es la Luz del mundo».

El cardenal Cobo ha incidido de manera espeicial en la necesidad de peregrinar en la esperanza (que hace referebcia al lema de este Año Jubilar) y de hacerlo juntos, porque así es como se hace misión. «En un Madrid con fuerte déficit de esperanza y falta de horizontes, anunciar la esperanza, sembrar la esperanza, resulta más necesario que nunca».

Hay dos frutos, ha avanzado el arzobispo de Madrid, de la esperanza: la constancia y la paciencia. «No tengáis prisa, nos diría Jesús», para no caer en el mundanismo espiritual, para cuidar las fuentes del entusiasmo y de la alegría, ha corroborado el cardenal. «La prisa no es fruto de la esperanza». Simeón y Ana, por ejemplo, a quienes el Evangelio de este día cede el protagonismo, «vivían conectados con la esperanza de su pueblo, no la suya personal; conectados con el proyecto de Dios». Y ya en la ancianidad «son capaces de reconocer y señalar cómo Dios cumple su promesa». El mundo, ha insistido el arzobispo de Madrid, necesita los ojos de Simeón y Ana, «los ojos de la fe de cada uno de vosotros», para «saber que lo que ha dicho Dios se está cumpliendo».

Jubileo vida consagrada velas

Signos de esperanza

«La Iglesia, a través de vosotros, está construyendo signos tangibles de esperanza», ha señalado también el cardenal Cobo. «Cuántos marginados experimentan el afecto y la cercanía», ha reconocido, cuántos enfermos y ancianos atendidos en su soledad, cuánta siembra en la cultura, entre los migrantes y refugiados, cómo en los centros educativos «animais los sueños de tantos»... «No os acostumbréis nunca al gemido de los pobres». les ha implorado.

Al concluir, el arzobispo de Madrid les ha exhortado de nuevo a la sinodalidad: «Os pido que no dejéis de peregrinar junto a toda nuestra Iglesia diocesana: es tiempo de ir juntos y de responder juntos a la llamada del Señor». Y de hacerlo «como Iglesia», antes de con «nuestros apellidos». «Hoy más que nunca necesitamos evitar rivalidades y divisiones internas que debilitan el testimonio de la Iglesia».

«Gracias por vuestras vidas entregadas», ha recalcado al finalizar. «Seguid sembrando esperanza siendo fieles a vuestro carisma».

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