Este fin de semana, días 19, 20 y 21 de julio, jóvenes de toda España se darán cita en Pamplona para participar en el XX Encuentro Nacional de Jóvenes Adoradores organizado con el lema La noche. Tiempo de salvación. Javier Ruiz, joven adorador de la parroquia de Santiago el Mayor y Nuestra Señora de las Cruces, y miembro del equipo organizador, estará presente en el mismo.
«En Pamplona -explica- nos juntaremos unos 40 o 50 adoradores. Es un buen número, teniendo en cuenta la rica y variada actividad que hay en verano, tanto de iniciativas católicas como de otro tipo. No podemos olvidar que el verano es la época de los viajes, de los encuentros, de las convivencias, de los campamentos, del ocio en general… Además, hay que tener en cuenta que la Adoración Nocturna es un movimiento muy antiguo, el más antiguo de España, que está muy difundido, pero, al mismo tiempo, muy reducido en comparación con otros movimientos más masivos. Por eso, considero que es un buen número de participantes. De hecho, uno de los grupos más numerosos que va procede de la diócesis de Madrid y de la diócesis de Getafe».
Para Javier Ruiz, esta oportunidad «supone estar unos días celebrando actividades formativas y un encuentro con jóvenes de toda España. Aunque, sin menospreciar la parte de formación y de convivencia, lo más importante es estar junto al Señor. Celebraremos una vigilia durante una noche completa; nos iremos turnando durante toda la noche, entre el sábado y el domingo. Y, por supuesto, es muy importante tener la ocasión de encontrarnos jóvenes adoradores de distintos sitios de España, ya que durante el resto del año tenemos pocas ocasiones de vernos y de compartir».
Hacen falta jóvenes adoradores
Confiesa que «yo soy de Málaga, pero ahora vivo en Madrid. Y empecé en la Adoración Nocturna en mi ciudad natal, en mi parroquia de toda la vida, la del Pilar. En ella había un feligrés, que ya falleció, que me insistía mucho: ‘por qué no entras en la Adoración Nocturna, que hacen falta jóvenes’… Y así de forma machacona. Yo en ese momento acababa de cumplir 25 años. Tanto insistió que, al final, me convenció. Y me incorporé. Al principio trataba mucho con personas mayores, que eran las que integraban mi grupo. Pero luego empecé a asistir a los Encuentros Nacionales de Jóvenes y, a raíz de esa experiencia, trabé más relación con los jóvenes adoradores nocturnos, tanto de Málaga, que también había, como del resto de España».
«Cuando me vine a vivir a Madrid -prosigue- continué en la Adoración Nocturna, aquí, en la capital de España. Tenemos turnos en diferentes parroquias, y yo me incorporé a uno que está cerca de mi casa, en la zona de Chamberí, donde llevo bastantes años. Y ahí continúo».
Javier Ruiz anima a los jóvenes a ser adoradores y a integrarse en la Adoración Nocturna. «Cualquier joven adorador que sienta esa llamada -indica- puede formar parte de la Adoración Nocturna. No sé si es un requisito específico que una persona que tenga esa llamada de la adoración eucarística lo haga específicamente por las noches, porque hay personas que sienten esa llamada y adoran de día. En este caso concreto, es una llamada a la Adoración Nocturna. Y el compromiso consiste básicamente en participar en una vigilia de Adoración Nocturna al mes, y en algunas vigilias extraordinarias. Además, realizamos más vigilias y actividades, pero son opcionales».
Encuentro con el Señor
Desde su punto de vista, pertenecer a la Adoración Nocturna «a un joven le aporta, aunque sea una vez al mes, ese momento de encuentro con el Señor. Vamos tan deprisa, y hay tantas actividades… Además, los jóvenes tenemos mucha tendencia al activismo, a hacer muchas cosas, a actuar mucho. Y esta adoración eucarística nocturna supone un momento contemplativo para rezar, para pararse un poco, por la noche. Justo cuando otros, quizás, están de fiesta, si es fin de semana, o descansando. Es muy importante disfrutar de ese encuentro cara a cara, tú a tú con el Señor, en la oración, tanto con los salmos en comunión con la Iglesia como en la oración personal».
Por eso, apunta, «animo a todos los jóvenes católicos a que se acerquen a la Adoración Nocturna, y se integren en ella. Es una experiencia de gracia en la adoración. Además, es un servicio que hacemos al Señor de reparación y de adoración. Insisto: es una experiencia muy gratificante para el adorador, siempre, tanto la adoración en general como esta vocación específica de la Adoración Nocturna, de pasar la noche velando mientras otras personas están en otras tareas, o descansando. Es como estar haciendo esa guardia, digamos, de adoración, delante del Señor. Una experiencia muy gratificante, y que enriquece mucho al adorador. Por eso, creo que es muy importante que los jóvenes estemos también en esta tarea, en esta misión», remarca.
Reconoce que «la Adoración Nocturna, como muchos movimientos actualmente, es mayoritariamente de personas ya adultas, o incluso de adultos de una cierta edad. Pero también hay muchos jóvenes. Es cierto que en estos momentos está descendiendo el número de miembros, pero en Madrid tenemos la suerte de que hay grupos con jóvenes. Por ejemplo, hay uno que celebra las vigilias nocturnas en la casa de espiritualidad de Cristo Rey, al lado de la M-40, en Pozuelo. En el resto de España también hay grupos de jóvenes. En Barcelona hay uno muy potente: se reúnen los distintos turnos en lo que era antes la sección del Tibidabo, aunque ahora se juntan en otra parroquia de la ciudad. Por eso organizamos los encuentros nacionales: para que jóvenes adoradores nocturnos de distintas zonas de España puedan convivir, aunque sea durante tres días al año, y formar comunidad», concluye.