- Titulo: Santiago Tedeschi Prades
- Firma: José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid, en la solemnidad del apóstol Santiago: «Abramos caminos de esperanza, donde hoy hay angustia y tristeza»
- Fin Agenda: 25-07-2024
«Es hoy un gran día para mí, motivo de profunda alegría, como obispo auxiliar de Madrid, poder presidir esta fiesta, solemnidad del apóstol Santiago en este templo parroquial que lleva su nombre». Así ha empezado la homilía monseñor José Antonio Álvarez, obispo auxiliar de Madrid, que ha celebrado esta tarde, en una abarrotada iglesia de Santiago y San Juan Bautista, la Misa solemne en la festividad de Santiago Apóstol, patrono de España y copatrono del templo.
Durante su homilía, el nuevo obispo auxiliar de Madrid, ha recordado que, como hicieron los apóstoles que respondieron a la llamada de Jesús, también «nosotros estamos llamados a reconocer esta llamada. Somos vocación y nuestra vida es respuesta a una iniciativa divina. Hemos sido llamados a la existencia y el Señor nos ha elegido para ser sus testigos. Hemos de reconocer el don de la fe, no como una herencia espiritual o cultural, sino como un verdadero regalo de Dios».
Citando a Benedicto XVI, José Antonio Álvarez ha subrayado que «no se comienza a ser cristiano por una gran idea, sino por el encuentro con una persona que da un nuevo horizonte a nuestras vidas y, con ello, una orientación nueva y definitiva». «Hoy, que celebramos su fiesta y que después procesionaremos con la imagen del santo por las calles de Madrid, ¡qué gran ocasión para renovar nuestra adhesión a Jesucristo reconociéndonos bendecidos por Dios! Así también nosotros podemos expresar que la fe no es solo un privilegio personal, sino un don recibido para la vida del mundo y para que esta fe sea sal y luz en medio de nuestros hermanos».
Asimismo, el obispo auxiliar de Madrid ha recordado que la tumba del apóstol sigue siendo «un lugar de peregrinación al que acuden multitudes de personas, y también a este templo madrileño se acercan peregrinos con la intención de partir a la casa del apóstol». «En un contexto cultural donde los discursos nos asedian y las ideologías no nos hacen escuchar al otro, los testigos de la fe nos revelan que es posible la comunión en la diversidad, incluso en medio de las dificultades y las persecuciones como vivió el apóstol. Esta fecundidad de los testigos es lo que hace posible esta gran misión: un verdadero pueblo unido y acogedor», ha subrayado José Antonio Álvarez.
El obispo auxiliar de Madrid ha recordado además como en 2025 viviremos el Jubileo y, como dice el Papa Francisco en la bula, «puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos urgente». «Todo esto será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante el drama de la pobreza».
«Hermanos, abramos caminos de esperanza para que también la esperanza brille en ambientes donde hoy hay desesperanza, angustia y tristeza. Sabemos también, como nos dice el apóstol Pablo, que llevamos un tesoro en vasijas de barro y muchas veces nos sentimos pobres y necesitados, pero creemos que la fuerza que tenemos, tan extraordinaria, es de Dios y no proviene de nosotros. Por eso es una oportunidad, este Año Jubilar, para seguir respondiendo juntos como cristianos a esta invitación que nos hace el Señor: ser peregrinos de la esperanza».
Por último, el obispo auxiliar de Madrid ha remarcado que «necesitamos cuidar tiempos para escuchar la palabra y compartirla. Ser testigos, como el apóstol Santiago, requiere capacidad de acogida y de pertenencia. Como los peregrinos que se dirigen a Santiago, que en las sendas del camino van sintiendo el abrazo de los otros,». «En este peregrinar no estamos solo, en ocasiones nos podrán asaltar fatigas y cansancio, pero es también allí donde estamos llamados a encontrar la presencia de la que, siendo Madre, alienta, sostiene y acompaña. Ella, que es nuestro auxilio, es también refugio de peregrinos».