Madrid

El Centro de Estudios Judeo-Cristianos organiza una charla sobre la ‘Teología de la sustitución y sus consecuencias para el pueblo judío’

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  • Firma: El Centro de Estudios Judeo-Cristianos organiza una charla sobre la ‘Teología de la sustitución y sus consecuencias para el pueblo judío’
  • Fin Agenda: 22-01-2025
  • Galeria: 2025-01-22

El Centro de Estudios Judeo-Cristianos (Hilarión Eslava, 50) acoge una nueva sesión del ciclo anual de conferencias Antisemitismo: un mal que nunca muere.

Se trata de la sesión sobre Teología de la sustitución y sus consecuencias para el pueblo judío, impartida por el rabino Karpuj el día 22 de enero.

La siguiente charla, con la que se cerrará el ciclo del mes de enero para dar paso al de febrero, será el miércoles 29, sobre La posición de los cristianos durante la Shoah (el Holocausto), por Manuel Reyes, profesor investigador ad honorem del CSIC.

Las conferencias se celebrarán a las 19:00 horas.

Eucaristía en la parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real en el IV aniversario de la explosión

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  • Firma: Eucaristía en la parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real en el IV aniversario de la explosión
  • Fin Agenda: 20-01-2025
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Este lunes, 20 de enero, se conmemora el cuarto aniversario del accidente que tuvo lugar en la parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real. Con motivo de esta fecha, la parroquia invita a todos los fieles a participar en las celebraciones que se han organizado para recordar a quienes perdieron la vida y acompañar a sus seres queridos con la oración.

A las 15:00 horas tendrá lugar el rezo del Santo Rosario. Por la tarde, a las 19:00 horas, se celebrará una Eucaristía en memoria de David, Rubén, Stefko y Javier.

El centro arciprestal de El Escorial, un nuevo espacio más amplio para atender a las familias vulnerables que acuden a Cáritas Madrid

  • Titulo: Sandra Madrid/Cáritas Madrid
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Fernando Rey, párroco de El Escorial ha bendecido los locales del nuevo centro arciprestal de San Lorenzo de El Escorial, perteneciente a Cáritas Vicaría VII. «Un espacio para dar más cabida al trabajo, al amor y al esfuerzo a la hora de acompañar a las familias más vulnerables».

«Ahora, por fin, tenemos más espacio, más intimidad», porque la ampliación del espacio permite atender a las familias vulnerables que acuden a Cáritas Madrid de una manera más privada.

En el centro se les ofrece desde escucha, hasta productos de primera necesidad u orientación para poder emprender la búsqueda de un empleo o de vivienda. En definitiva, se trata de acoger con las puertas abiertas, en un espacio tan amplio como los corazones de las personas voluntarias que les acompañan».

A la bendición también han acudido otros sacerdotes del arciprestazgo, como Juan Daniel Alcorló, Juan Carlos Peixoto, sacerdote coordinador de Cáritas, Laerte Rinaldi, José Ignacio Olmedo, Alfonso Rodríguez y Florentino. Personas muy vinculadas a la labor social que se desarrolla en el centro. También, han estado presentes Eduardo González Vizcaya, director de la Vicaría VII, y Pablo Choza, subdirector.

Alejandro será ordenado diácono permanente en el Jubileo de los Diáconos en Roma: «Le pido a Dios ser digno de esta elección que en su misericordia ha hecho por mí»

  • Titulo: Infomadrid/B. Aragoneses
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Cuando la directora del instituto donde trabaja Alejandro de la Concha dijo en una reunión del claustro que se iba a ir a Roma a ser ordenado diácono permanente por el Papa, los 116 profesores comenzaron a aplaudir. Muchos fueron después a preguntarle qué era eso de ser diácono permanente. «La gente puede que no sea creyente, pero se alegraron conmigo». También la directora: «Me alegro de haberte dado los días [se ha cogido Alejandro dos de vacaciones] para algo tan bonito».

Recién cumplidos los 60, había oído Alejandro el 14 de diciembre, de boca del obispo auxiliar Vicente Martín, estando reunido en el Seminario Conciliar de Madrid junto a los otros cuatro compañeros que se preparan para ordenarse, que él y Willy eran los elegidos.

En realidad, el nombre de Alejandro salió el primero. La elección fue por sorteo, ante el deseo de los cinco candidatos de ir a Roma. «Esto lo va a decidir el Espíritu Santo». Y Alejandro lo vivió como un momento de gracia. Igual que cuando sus hermanos de comunidad, esos con los que lleva caminando en la fe casi 40 años, le dijeron que ya tenían billetes para Roma. «Tardaron dos segundo en decir que venían».

Así que el 23 de febrero, a las 10:00 horas, en la basílica de San Pedro, durante el Jubileo de los diáconos, Alejandro estará acompañado de once personas de su comunidad de fe y, por supuesto, de toda su familia: su esposa Marisa; sus hijos Belén (30 años) y Alejandro (28 años), su hermano pequeño y el novio de Belén.

Alejandro diacono panoramica

Toda una vida de fe

Alejandro se presentará en la Ciudad Eterna con toda una vida de amistad con Dios. Su familia siempre fue de Iglesia, y él, siendo joven catequista en Virgen del Coro, se atrevió a preguntarse que «¿por qué no sacerdote?». Hizo el Introductorio de entonces y el primer y segundo curso. Pero no era ese su camino. Le estaba esperando Marisa, cinco años de novios y 34 de casados.

Por ese tiempo, en los locales que hacían las veces de templo de la parroquia Epifanía del Señor (muy cerca de la actual iglesia, consagrada en 2011, justo cuando la JMJ), Marisa y él empezaron a caminar con otro grupo de personas en una vida de comunidad y fe que a día de hoy continúa, y que son los que los acompañarán a Roma. «El diaconado está muy ligado a la comunidad».

Tampoco dejó Alejandro los estudios de Teología, impulsado por Avelino Revilla, anterior vicario general de la diócesis y buen amigo, y se licenció en Ciencias Religiosas. Lo que le vendría de perlas para su trabajo como profesor de Religión en la educación pública (abandonó la empresa privada, sector informático-energético, hace 10 años) y para su formación en el diaconado permanente.

El día que dijo sí

«Lo recuerdo como si fuera ayer», comenta Alejandro cuando habla del día en el que la idea de ser diácono permanente se le clavó en el corazón. Fue el padre Rolando, misionero javeriano, el «instrumento de Dios».

—Ya soy licenciado en Ciencias Religiosas.
—Pues ya sabes el paso que te queda ahora.
—Estudiar más, no.
—El diaconado permanente.

Y entonces, Alejandro volvió a hacerse la misma pregunta de cuando era un chaval: «¿Y por qué no?». En 2020, en plena pandemia, empezó el propedéutico. Marisa lo acompañó. «No solo es importante porque tenga que dar expresamente su consentimiento [uno de los requisitos para la ordenación del marido es el sí de su esposa], sino que el diaconado no lo entiendo sin ella; el camino de fe lo hacemos juntos».

Puesto que ya era licenciado, los estudios de Alejandro se han aligerado bastante. Además del propedéutico, ha hecho tres años de formación diaconal y uno de pastoral. Esos tres años se han centrado cada uno en la Palabra, la caridad y la liturgia, los servicios nucleares de los diáconos.

Alejandro diacono selfie

El «punto definitivo» para Alejandro de todo este tiempo fue cuando oyó aquello de que «el diácono hace presente a Cristo servidor, visibiliza a Cristo siervo». Entonces, se dio cuenta de «esto me sobrepasa» y un día, mirando el crucifijo, se dijo «¿pero cómo voy a ser yo eso?».

El Señor, que es fiel, le fue susurrando certezas en su corazón a través de su director espiritual, de su párroco, de homilías… «Lo que Dios ha empezado, Él lo terminará»; imposible «por nuestras propias fuerzas, hay que abandonarse»; «lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios»; «esto es obra de Dios». Y, sobre todo, «Dios no elige a los capaces, capacita a los que elige».

La designación para ir a Roma lo vivió Alejandro no solo como una gracia enorme, sino como un empujón del Señor: «Debe ser que como el año pasado me asaltaron las dudas, Dios me ha dicho “fíate ya; fíate y no tengas más dudas, que soy yo el que lo estoy haciendo”».

Del 23 de febrero no se quiere perder nada. «Lo vivo con el deseo de que no se me escape nada; estoy reforzando la oración para tener esa vivencia tan fuerte y pienso en el momento de estar allí con mucho gozo». Y concluye: «Cada vez que miro a Dios, le pido esperar ser digno de esta elección que en su misericordia ha hecho por mí».