Del 18 al 25 de enero, la Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, este año bajo el lema «¿Crees esto?» (Jn 11, 26). Este lunes, 20 de enero, la reverenda Melanie Mitchell (Community Church of Madrid) predica sobre “La encarnación del Hijo”, a las 19:30 horas, en Friedenskirche, Comunidad Evangélica de habla alemana (Paseo de la Castellana, 6).
La celebración de este Octavario se enmarca en el contexto del Año Jubilar por los 1700 años del Concilio de Nicea (325 d. C.), que proclamó el credo común de los cristianos en el misterio de la Trinidad. «Los credos nos unen como cristianos», señala Melanie. En este sentido destaca que «es muy bonito cuando los cristianos de distintas confesiones se reúnen por primera vez y los que no han estado expuestos al ecumenismo, ven que rezamos al mismo Padre Nuestro y que afirmamos la misma confesión de fe».
El ecumenismo y estas celebraciones de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos «nos dan fuerza y ánimo porque proceden de nuestra fe en común», y también «nos dan la oportunidad de preguntarnos qué es lo que hace que el mundo no vea esa unidad», e incluso más importante, «lo que nos frena para ofrecer al mundo ese testimonio común», señala la Reverenda. Además, explica que lo importante «es que trabajemos unidos para la edificación de todos y del mundo». Por ello, la Reverenda Melanie Mitchell destaca que «si no conseguimos que la gente vea que dentro de esa diversidad tenemos algo que nos une, que es la fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, entonces el mundo no va a creer».
Otro aspecto que destaca es que hoy en día vemos que «es muy bueno tener fe y estos credos que establecen las bases, pero hay cristianos que no se ven definidos por ellos», y aun así, «buscan servir a Cristo ayudando a los pobres, a los inmigrantes, visitando a los enfermos, es decir, viven su fe más que hablar de ella». Por ello, «al unirnos como cristianos también tenemos la oportunidad de explicar cómo extender lazos con otras personas».
“La encarnación del Hijo”
La reverenda Melanie Mitchell predica sobre “La encarnación del Hijo”. El Verbo de Dios estuvo presente desde el principio y todo fue creado por Él porque es vida y luz. «Esa luz que brilla en las tinieblas, sabiendo que no puedan apagar la luz que alumbra a toda la humanidad». Asimismo, insiste que «aunque hay personas que no reconocen esa luz ni la reciben, nosotros los cristianos si creemos en ella, porque creemos en Jesús, que es la luz del mundo».
Las preguntas sobre las reflexionará Melanie están relacionadas con la manera en la que la fe en Jesús, el Hijo de Dios encarnado, inspira y configura nuestras vidas. «Al creer en la encarnación creemos que Dios es el Padre de Jesús, y que Jesús es el hijo de Dios». También es «uno con nosotros porque se encarnó como ser humano y por tanto es el perfecto mediador entre Dios y los hombres». «A través de Jesús miramos todo, porque es nuestra luz, nuestro guía y nuestro ejemplo». En este sentido, señala que «somos llamados a creer en Él y a seguirlo porque no era solo divino, sino también humano». Él vino para enseñarnos cómo vivir y cómo morir
¿Cómo has experimentado la presencia consoladora de Cristo en tu vida?
Jesús cuando anduvo en la Tierra lo hizo en lugares concretos, pero cuando murió y resucitó estaba presente en toda la Tierra, es decir, «está con nosotros donde quiera que estemos». Él sabe lo que es sentirse abandonado por los suyos, es el que nos comprende, el que nunca nos abandona y conoce la felicidad y la tristeza. Por ello, reflexionaremos sobre su presencia en nuestras vidas, como es nuestro amigo más fiel, además de ser nuestro salvador.
Cristo está presente
La tercera pregunta, es más una frase para la reflexión. Donde vemos a un sediento, a un hambriento, o a alguien que llora o sufre, ahí está presente Cristo. Esto es muy importante porque «nosotros somos llamados a ser luz en este mundo, a brillar con la luz de Cristo, a seguir sus pasos para servir a los que necesitan de esa luz, ese amor de Dios». Pero a la hora de servir a los hambrientos, a los sedientos, a los encarcelados, a los inmigrantes, a los enfermos y a los que buscan cobijo y ropa, «Jesús sale a nuestro encuentro porque nos recuerda que cuando les servimos a ellos estamos sirviéndolo a Él».
«Creo que es un desafío muy bonito salir como luz del mundo, y ver esa luz brillando en cada persona que nos rodea». En definitiva, «esa es la realidad de la encarnación que podemos vivir juntos como cristianos».