- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
La catedral de la Almudena se prepara estos días para celebrar la fiesta grande de la patrona de Madrid. Flores blancas y rosas adornan ya el presbiterio y la subida al camarín. El paso con la talla de la Almudena que procesionará el sábado 9 de noviembre, tras la solemne Eucaristía, está colocada en el atrio; la Virgen luce el manto amaranto, por primera vez en su fiesta, que lleva bordada una greca de oro del siglo XVIII.
Los niños ya le están haciendo su ofrenda floral y solidaria desde primera hora de la mañana de este jueves, 7 de noviembre. Y se ultiman los detalles de la vigilia de jóvenes, que se celebrará el viernes, 8 de noviembre, a las 20:30 horas (en la imagen inferior, vigilia del año pasado), y se podrá seguir también a través del canal de YouTube de la Archidiócesis de Madrid.
José Manuel Fernández, director de la pastoral de Infancia y Juventud de la Delegación de Jóvenes de la diócesis de Madrid, explica el sentido de la vigilia, que no es otro que «acudir a nuestra Madre, a la Virgen María, para que ella nos acerque, nos acompañe y nos siga impulsando en el camino de la fe y en la amistad con Jesús». Esto, afirma, requiere tiempo y paz, «y hacerlo no por nuestra cuenta», sino «unidos, rezando juntos».
Con el corazón en Valencia
La vigilia comenzará con un gesto «que nos ayude a rezar unidos, como Iglesia joven de Madrid, por todos los afectados y víctimas de la DANA». Lo sucedido en Valencia será una clave, pero también, «dentro de este clima de oración, toda la Iglesia se está preparando para el año jubilar», de modo que en la vigilia se profundizará en el lema de este jubileo, Alegres en la esperanza.
Durante el acto habrá tiempo para la escucha de la Palabra de Dios y la meditación del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, que profundizará en el Evangelio proclamado, el de la Anunciación. Después se celebrará la adoración eucarística, con testimonios de jóvenes que ayudarán a «profundizar en la esperanza», todo ello con música que animará la vigilia. Y, siempre, mirando a la Virgen de la Almudena.
A Ella invita Fernández a pedirle «que nos ayude a vivir la vida con alegría y sabiendo que no estamos solos; que en medio de la situaciones difíciles en el mundo, y también en nuestras vidas, que a veces nos quitan la esperanza, descubramos la alegría de la vida y que caminemos muy agradecidos a Dios para que podamos anunciar el Evangelio a toda la ciudad».