Este viernes, 21 de junio, los voluntarios de Cáritas pertenecientes al arciprestazgo de Colmenar Viejo se darán cita en la ermita de Nuestra Señora de los Remedios para disfrutar de un día de convivencia como clausura del curso pastoral. Una Eucaristía, presidida por el padre Ángel Camino, OSA, vicario episcopal del territorio, y aplicada en acción de gracias por los trabajos realizados, completará una jornada en la que los participantes intercambiarán experiencias y compartirán momentos vividos.
Antonio del Amo, párroco de San José de Colmenar Viejo, y coodinador de Cáritas en el arciprestazgo, explica que «desde la Cáritas arciprestal realizamos distintos proyectos para todo nuestro arciprestazgo, que está compuesto por 14 parroquias y 10 municipios. Tenemos 11 equipos de acogida parroquial, atendidos por 167 voluntarios, que son los que acompañan a todas las personas que acuden a los despachos de Cáritas. Además, en el centro arciprestal ofrecemos acogida a familias y administración, con cinco voluntarios que se encargan de informar sobre todo el tema de ayudas familiares; un servicio de orientación e información para el empleo, gestionado por seis voluntarios; un aula de empleo, capacitación y alfabetización, compuesta por siete voluntarios; un servicio de orientación e información para la vivienda, con dos voluntarios; la asesoría jurídica, atendida por dos voluntarios; un servicio de acompañamiento psicológico, con dos voluntarios; el proyecto de acogida y formación a personas voluntarias para el tema de la acogida, del que son responsables cinco voluntarios, que se desplazan por los pueblos para impartir esta formación. Y un servicio de acompañamiento a mayores en residencias, con ocho voluntarios; y otro de acompañamiento a población reclusa, en la cárcel de Soto del Real, con 19 voluntarios».
Reconoce que «gracias a la voluntad, dedicación y al cariño que ponen los voluntarios, así como a la atención que dedican a las personas que acogen, se puede realizar toda la acción caritativa que llevamos a cabo en el arciprestazgo. Con su ayuda -confiesa-, a lo largo del año 2023 hemos atendido en todo el arciprestazgo a 1.269 familias, con un promedio de unas 662 unidades familiares al mes. Esto significa que en nuestro territorio sí que ha aumentado la situación de vulnerabilidad en comparación con el año 2022, ya que nos hemos encontrado con un 12% más de familias necesitadas».
«Lo que más demandan las familias que acuden a Cáritas -indica- es sobre todo ayuda para el pago de los alquileres o de la vivienda, para el tema de alimentos, o para atender a las necesidades básicas. Pero, sobre todo, las ayudas que más se prestan a estas familias tanto desde el arciprestazgo como desde Cáritas Diocesana de Madrid son para pagar la vivienda, ya que es lo que más se solicita y donde más necesidad existe».
«En el arciprestazgo -comenta-, nos reunimos de manera bimensual en lo que llamamos la mesa arciprestal, para coordinar y unificar acciones, compartir experiencias y tomar decisiones conjuntas. Nos juntamos las acogidas de todas las parroquias. Además, llevamos varios años haciendo, y en el futuro lo mantendremos, unas visitas a proyectos de Cáritas Diocesana de Madrid, muy necesarias para tener un mayor conocimiento a la hora de atender a las familias que acuden a las Cáritas parroquiales». «Como marco anual -prosigue-, a nivel de arciprestazgo, se ofrece una formación con temas que se programan y que ayudan a los voluntarios, sobre cómo hacer las acogidas parroquiales, estudios de casos, migraciones, salud mental, espiritualidad en el ejercicio de la caridad… Es algo muy positivo, que seguiremos fomentando, ya que es muy importante la formación para los voluntarios».
Por último, apunta, «desarrollamos las campañas que propone la entidad, sensibilizando en nuestro entorno acerca de mismas, sobre todo la del Día de Caridad. Realizamos encuentros de toda la Cáritas arciprestal en Navidad. Celebramos, desde que se constituyó, la Jornada Mundial del Pobre. Y programamos reuniones y encuentros al inicio y al final del curso pastoral, que nos sirven para programar y evaluar», concluye.