Presidida por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, sj, obispo auxiliar de Madrid, este sábado, 12 de marzo, a las 19:00 horas, se celebrará en la parroquia de San Jerónimo el Real (c/Moreto, 4) una Misa de gaita. Concelebrarán monseñor Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, y Julián Melero, párroco de Los Jerónimos.
Dirigidos por Joaquín Valdeón, en la Misa intervendrán los cantantes solistas Joaquín Pixán y Mari Luz Cristóbal Caunedo, los gaiteros Xaime Menéndez y Llorián García Flórez, los cantores del taller ‘Lolo Cornellana’ de la Misa de Gaita.
En el folleto de presentación del acto, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, explica que «esta misa vespertina será una eucaristía cantada en latín con acompañamiento de gaita o, dicho en términos más usuales y propios, será lo que se conoce como una Misa de gaita, liturgia popular aún conservada en Asturias y declarada Bien de Interés Cultural en 2014».
«Es inevitable que al rememorar los sones de la gaita nos vengan a la cabeza numerosos e imborrables recuerdos de la tierra y las gentes que nos acogieron como arzobispo entre 2002 y 2009. Este poderoso instrumento –bien acompañado de un tambor o bien en grupo, ya desgranando como solista las floridas melodías de la tradición asturiana o ya acompañando la voz de los cantantes de tonada o a los cantores de la misa- puede considerarse alegre e inconfundible cifra de la fiesta y aun del alma de aquella región».
En alusión a la gaita, asegura que «hoy conocemos que su uso como instrumento acompañante en celebraciones litúrgicas está documentado desde hace siglos» y que «fue utilizada para apoyar el canto» sobre todo «en las festividades patronales o sacramentales, cuando las misas eran solemnes».
«En Asturias se ha conservado una preciada joya de la liturgia popular. Son cantos que proceden del canto llano de la Iglesia y que, al circular por tradición oral y sin duda influidos por los giros de la gaita, se han convertido en otra cosa, donde se reconoce tanto la base gregoriana como la tradición vocal de la región».
«La existencia de la Misa de gaita, hoy solo en algunas zonas del Principado, muestra las dificultades habidas, pero también la fuerza de la fe y de la tradición, el calado que la religión ha tenido en el pueblo y el apego que éste ha sabido demostrar respecto a unos usos que, por diversos motivos, han quedado arrinconados».
Por eso, da las gracias a «todos los que en el mundo rural del Principado de Asturias todavía hoy hacen posible ese milagro del patrimonio que es la Misa de gaita» por «su testimonio de tesón, cultura y religiosidad».