Quién le iba a decir a José María Soria, cuando pasaba a diario por la parroquia de Nuestra Señora de las Delicias, que desde su jubilación su vida iba a quedar ligada a este templo, donde ha puesto en marcha un Aula de Cultura y Nunca Solos.
«Yo me he dedicado toda la vida a la enseñanza -explica-. He sido profesor de FP2 y director de varios centros de formación. Teníamos las oficinas en la calle Ferrocarril, y yo pasaba a las 8:30 de la mañana por la parroquia, a hacer una visita. No conocía a nadie. Un día me saludó la hermana Keli Karina, una de las religiosas que atienden la parroquia, y me preguntó que a qué me dedicaba. Mencioné que trabajaba en el campo de la enseñanza, y me dijo que si sabía algo de informática. Le dije que sí, que era profesor. Resulta que había que hacer unos trabajos, que consistían en pasar la fe de bautismo de los libros a una base de datos. Contesté que era lo mío, pero que estaba trabajando, y en el mundo de la enseñanza se trabaja mañana y tarde, y como yo era el director del centro estaba también parte de la noche, así que le respondí: hasta que no me jubile, no puedo. En cuanto me jubilé, contactó de nuevo conmigo. Me presentó a Miguel, uno de los sacerdotes de la parroquia que llevaba Cáritas, y estuve colaborando con él un año. Pero como ayudo en Cáritas en el Santo Cristo del Olivar, no tenía mucho tiempo. Entonces, me presentaron al párroco, Juan Francisco Garvía, que me sugirió que hiciera algo relacionado con la enseñanza, que era a lo que yo me dedicaba».
Aula de Cultura y taller de manualidades
Y así surgió todo. «En el año 2022 puse en marcha un Aula de Cultura». En este sentido, el párroco precisa que «el Aula de Cultura existía desde hacía unos años, con muchos alumnos. Pero, después de la pandemia, conocimos a José María y le pedimos que se hiciera cargo de su dirección y animación, con lo que hemos ganado en calidad y responsabilidad del funcionamiento de la misma. Así que fue como empezar de nuevo una etapa». Y Keli Karina apunta: «El Aula de Cultura, que ahora está resplandeciente en nuestra parroquia, fue iniciado por Juan Francisco en sus primeros años como párroco. Y obtuvo una buena respuesta de la comunidad parroquial, sobre todo de los mayores, e incluso de los jóvenes. La nueva etapa, que se inició después de la pandemia, tiene un auge muy fuerte, ya que tras el periodo en el que tuvieron que vivir encerrados, los mayores desean retomar con mayor fuerza y participar en los eventos que se les proponen. Todo ello, gracias a José María, y al apoyo y a la apertura continua del párroco a todas estas actividades»
«Empecé con 0 alumnos y 0 profesores - prosigue José María-. Y hoy tenemos a más de un centenar de alumnos, además de entre 22 y 24 profesores, todos voluntarios, licenciados. Damos inglés, francés, maquillaje, sevillanas, informática, salsa, merengue, gimnasia, labores… Un total de 22 actividades, abiertas a todos, sin importar la edad o que pertenezcan a la parroquia. Solo se les pide un donativo de 40€ por todo el curso, para colaborar con los gastos de limpieza o de luz, y a cambio pueden hacer todas las asignaturas que quieran».
«Dentro de la Formación Profesional -continúa-, yo también enseñaba manualidades, por lo que realicé en la parroquia una exposición con mis trabajos. La gente se apuntó al taller. Y Cáritas Vicaría V me captó para que impartiera un taller de manualidades en su sede, en la calle Melilla. Así que voy todos los jueves, de 5 a 7 de la tarde».
Atención a los mayores
De espíritu inquieto, José María Soria se planteó la atención a los mayores. Y, un año después, con el apoyo de Keli Karina, nació en la parroquia Nunca Solos. «Es un proyecto independiente de Cáritas -afirma. Considero que solos estamos siempre. Pero esta iniciativa está pensada más bien para personas que hayan perdido el contacto. Que necesitan hablar. Que necesitan relacionarse. Que necesitan que se les escuche. Ese es mi éxito: ellos me preguntan, y yo les aconsejo, dentro de mis posibilidades». «Empecé con 2 alumnos -indica-. En un principio, era solo para mayores. Pero, dentro de ese abanico, hay jóvenes que están solos también, y tienen el mismo derecho: hablamos de gente de 40, de 50 años… En Nunca Solos hay personas de 96 y de 98 años», sonríe.
Nunca Solos tiene una cita fija «todos los segundos y cuartos viernes de mes, de 5 a 7 de la tarde. En las reuniones, lo más importante es que se conozcan entre ellos. Y, es curioso, porque tenemos toda clase de juegos, pero no juegan. Les gusta hablar. Que se les escuche. Están en el mundo». En cuanto al perfil de los 155 alumnos que tienen censados, señala que «son señores y señoras que proceden de todas partes. No todos viven en el barrio. La voz se ha corrido, y tenemos gente de Villaverde, de Usera… De todos sitios. Pero no siempre vienen todos: a veces faltan por motivos de salud, por la visita de los hijos…. A pesar de todo, la asistencia media es de unas 60-70 personas en cada encuentro».
Con el objetivo de que los mayores puedan disfrutar de una tarde festiva en compañía de amigos, se organizan distintas actividades. «A veces hay un sorteo, también tenemos bingo, se proyectan películas, programamos actuaciones… Y se invita a gente conocida. Por ejemplo, en la inauguración vino el padre Ángel. También han pasado por aquí María José Cantudo, Karina… Bertín Osborne nos mandó un vídeo… Muchos famosos. Para el 26 de abril habrá un monólogo de una obra de teatro de los hermanos Álvarez Quintero, y una película. También está previsto que venga la Asociación Cultural Chotis de Madrid, aunque aún no hemos cerrado la fecha». Y, añade, «la tarde termina con un pequeño piscolabis, unas veces salado y otras dulce. Yo me encargo de hacer la compra, y saber qué les apetece». En este sentido, manifiesta su agradecimiento a pastelerías madrileñas como «Manacor, La Riojana, Mallorca… Nos obsequian con roscones para la fiesta de Reyes que hacemos a estos mayores».
Retos de Nunca Solos
José María Soria confiesa que, a los mayores, «Nunca Solos les aporta estar en el mundo. Si no, no pedirían más días. Ellos quieren que nos reunamos todos los viernes, pero de momento no puedo. Aunque tengo en cuenta sus sugerencias. Por ejemplo, ahora hemos organizado una excursión al Parque Europa, con salida en autocar desde la parroquia, y comida incluida. Solo disponemos de 40 plazas, pero hay lista de espera desde el día siguiente de lanzar la invitación». Pero, insiste, «no puedo poner más actividades culturales para los mayores porque en el Aula de Cultura tenemos tres salidas al mes. Los mayores no pueden participar en ellas, porque son por las mañanas y hay que madrugar. De momento, con dos encuentros al mes tenemos más que suficiente», asevera.
Para atender las actividades del Aula de Cultura y de Nunca Solos cuenta con la ayuda de voluntarios. «Necesito voluntarios cumplidores -comenta-. Eso es lo más importante. Si me falta algún voluntario o profesor, busco una alternativa, para que no se quede la clase sin impartir. Es fundamental que todos seamos responsables de nuestro trabajo», remarca.
De cara al futuro, reconoce que «quiero poner en marcha talleres para los mayores de Nunca Solos, por ejemplo, de encuadernación, o para hacer un álbum de fotografías con sus memorias. Y una biblioteca, para vengan y lean, y se presten libros…Y también un grupo de jóvenes, que interactúe con los mayores, porque es algo muy importante». Pero, ahora mismo, sus prioridades están centradas en el fin de curso, y las fiestas pendientes. «El 24 de abril vamos a celebrar la Feria de Abril y la del Rocío, con actuaciones del taller de baile flamenco para los alumnos del Aula de Cultura, aunque están invitados a asistir los miembros de Nunca Solos. También este mes, los días 27 y 28, habrá un mercadillo, a beneficio de la parroquia. El 2 de junio, con motivo de la fiesta de la parroquia, organizaremos diferentes actuaciones. Y, luego, también en junio, tendremos la fiesta de final de curso, con entrega de diplomas», concluye.