- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
Hace años, para una pascua joven, en la parroquia de la Preciosa Sangre decidieron colocar los bancos en círculo alrededor del altar, que bajaron del presbiterio para acercarlo al pueblo. Y así se quedó hasta el día de hoy. Muestra del ambiente comunitario y de acogida que se vive allí, que son dos de sus notas características, en palabras de su co-parroco, José Antonio Rodríguez, Toño para los que lo conocen. Junto a Juan Eugenio Mora, o Queño para todos, son los dos misioneros que están al frente.
La congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre llegó al barrio de Orcasitas en los años 60, cuando la zona eran chabolas pero se empezaban a construir los primeros bloques de viviendas del IVIMA. Los vecinos pudieron acceder con facilidades de pago, con el compromiso de no vender ni alquilar hasta que fuera suya de derecho, y no solo de hecho. Hasta que esto sucedió, hace unos cinco años, «esto era una especie de isla» en medio de un distrito, el de Usera, que desde hacía 20 ó 30 años había experimentado ya la nueva realidad de la inmigración extranjera.
Una parroquia ligada al barrio
Lo cual se ha notado en el perfil de la asistencia a la Misa del domingo. «Si hace diez años había un 10 % de población extranjera, ahora es el 40 %». Unas familias, además, con trabajos precarios, que malviven juntas en una habitación y con mucha provisionalidad. «Están un mes en un piso, si les sale otra oportunidad se van, si tienen niños, a veces les cuesta acceder a un alquiler por la desconfianza del dueño ante los impagos…».
La parroquia, cuenta Toño, siempre estuvo muy ligada al barrio, a las gentes, al movimiento vecinal —con mucha fuerza—. Muy atenta, según el carisma de los misioneros, al «grito de la sangre del hermano». Fundada por san Gaspar del Búfalo en 1815 en Roma, la congregación lleva en su ADN el afán misionero del fundador —al que el Papa Pío VII le pidió fundar para re-evangelizar Italia— y la adoración a la sangre de Cristo en una espiritualidad de «redención, salvación, Cristo que sufre por nosotros y por amor se entrega…».
Actualización posconciliar y misión en África
Esta espiritualidad de devoción se va a actualizar con el tiempo, sobre todo a raíz del Concilio Vaticano II y de su aplicación en la congregación. Es entonces cuando se les revela la expresión «el grito de la sangre», que recoge san Juan Pablo II en la Evangelium vitae, extraída del Génesis. Tas el asesinato de Abel a manos de su hermano Caín, el Señor le dice a este que su sangre «me está gritando desde el suelo». «La sangre es al final símbolo de vida; la sangre derramada de Cristo, de los mártires…».
Así pues, los misioneros tratan de responder a los «gritos de vida» que hay en las zonas a las que van. En algunos casos, son tan evidentes… Como en la misión de Guinea Bissau, que pertenece a la zona de España y Portugal, y con la que los misioneros de Orcasitas tienen una relación muy estrecha. Tanto, que todas las acciones solidarias de la parroquia están ligadas a ella. «Hay que apoyar la misión porque hay vocaciones y hay muchísimo trabajo», señala Toño.
Al país africano llegaron hace 25 años por petición de la rama femenina de la congregación, las Adoratrices de la Sangre de Cristo. Necesitaban sacerdotes para atender a los niños varones y su desarrollo humano y espiritual. Actualmente, la congregación tiene un colegio con más de 600 alumnos; un seminario con tres seminaristas nativos —imagen de octubre del calendario solidario 2025—, y un puesto de atención sanitaria con médico, técnicos de laboratorio y enfermeras, también nativos. Dos sacerdotes atienden la misión, uno de ellos formador del seminario, que se formó varios años en la Universidad Pontificia Comillas.
Adviento solidario
Como parte de las actividades solidarias de la parroquia en este tiempo, además de envío de ropa, sábanas —aunque muchos duermen en el suelo, pero, como dice Queño, que por lo menos tengan un espacio delimitado para ello —, que tienen acumulado y organizado ya en cajas en las dependencias parroquiales, se han organizados mercadillos y conciertos.
En el primer caso, aunque cada mes la parroquia organiza uno, los mercadillos de Adviento son más especiales porque, entre otras cosas, se pueden comprar belenes de mimbre elaborados por las madres de EASE, el proyecto de apoyo escolar y ocio saludable para niños en situación vulnerable de Cáritas Diocesana de Madrid. Las madres también tienen su espacio mientras los pequeños son atendidos. «Más que la artesanía, es un instrumento para que las mujeres se encuentren, socialicen, hagan amistad, se apoyen, se animen…», destaca Toño.
Ya se ha celebrado un mercadillo este mes, y el próximo sábado 21 se repetirá otro, coincidiendo con el gran concierto de Navidad, que es «el redondeo perfecto de la propuesta navideña y solidaria de la parroquia». Se trata de un evento que combina música con espectáculo de luces y baile, en el que actuarán Pablo Santamaría, Celñia Salamanca, David Santafé, Sancho White, Pili Galler, James Herrera y la participación especial de Migueli. Esta tercera edición promete ser «espectacular», como el año pasado.
Además, durante el evento se presentará un vídeo sobre la parroquia producido también por Santafé y protagonizado por feligreses, con adaptación de la letra del Arre borriquito. Ya para el grupo de adolescentes fue toda una aventura ir a grabar al estudio del artista. «Una experiencia total», resume el párroco.