El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Con este motivo, las entidades y movimientos que componen la plataforma Iglesia por el Trabajo Decente de Madrid - integrada por CONFER, Cáritas, Justicia y Paz, HOAC, JOC, JEC, Hermandades del Trabajo, ACO, Encuentro y Solidaridad, Profesionales Cristianos, Religiosas en Barrios Obreros y el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo - han convocado un encuentro.
Se trata de una mesa redonda que, con el tema Mujer: ¿por qué es tan difícil encontrar un trabajo decente?, se desarrollará el sábado 9 de marzo, a partir de las 18:00 horas, en la sede del centro de Madrid de Hermandades del Trabajo (Raimundo Lulio, 3). Presentada por Pilar de la Rosa, representante Mesa ITD Madrid y miembro de la comisión diocesana Justicia y Paz de Madrid, contará con las experiencias de una trabajadora del sector de cuidados en domicilio/empleada del hogar, un voluntario/a en proyecto de gestión de ofertas de empleo del hogar, y un empleado/a y/o empresa contratante de cuidadores a domicilio.
«La respuesta a esta pregunta es sencilla porque vivimos en una sociedad que no es justa ni igualitaria. Un aspecto fundamental en esta desigualdad está en el área de los cuidados, que le ha sido asignado tradicionalmente a la mujer, y que no se valora ni reconoce» afirma de la Rosa.
«Como se dice en nuestro manifiesto parece que fuera un trabajo invisible». Por ello, «como Iglesia no podemos estar callados ante esta injusta realidad que vivimos las mujeres, y a través de la pregunta de Mujer: ¿por qué es tan difícil encontrar un trabajo decente?, reclamamos políticas y medidas que reconozcan la importancia de los trabajos del cuidado, porque sin ellos nuestra sociedad se pararía».
En esta línea, como indica Juan Carlos Antona, director del Secretariado de Pastoral del Trabajo, «como Iglesia no podemos permanecer callados ante la injusta situación que aún vive la mujer en tantas realidades laborales: las mujeres están más golpeadas por el desempleo, la brecha salarial, la temporalidad, la parcialidad, y su participación en la toma de decisiones de las empresas sigue siendo inferior que la de los varones».