Madrid

La parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón pone en marcha “MAJOS”, «para compartir en pareja la espiritualidad desde el prisma del matrimonio»

  • Titulo: Sandra Madrid
  • Firma: La parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón pone en marcha “MAJOS”, «para compartir en pareja la espiritualidad desde el prisma del matrimonio»

La parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón ha puesto en marcha el Grupo de Matrimonios Jóvenes ‘MAJOS’. El objetivo es compartir en pareja la espiritualidad desde el prisma del matrimonio para evitar el endurecimiento interior y cuidar el espacio que Dios ocupa en la pareja. Un lunes al mes, y durante una hora tienen la oportunidad de seguir viviendo su amor desde la fe

El párroco, Jaime Rosique explica que esta iniciativa surgió de «un modo muy sencillo», estaban revisando con varias parejas casadas y con matrimonios jóvenes la Pastoral Familiar Matrimonial, y «vimos la necesidad de dar un apoyo espiritual en forma de grupo, a su vida de fe como pareja».

Este lunes, 4 de noviembre, a las 20h, los matrimonios acompañados de varios sacerdotes de la parroquia, tienen formación sobre un tema, después hay un diálogo, para finalizar con la puesta en común. Las reuniones las dirigen los coordinadores de la Pastoral Familiar de la parroquia, un matrimonio que el año pasado celebró sus bodas de plata.

«La idea es crecer como pareja y compartir inquietudes con otros matrimonios que pueden estar en la misma situación», es decir, «se trata de crear grupos que compartan su experiencia mediante el testimonio y profundizar a la vez cada uno en su espiritualidad», concluye el párroco.

Pablo Seco, capellán de Barajas, galardonado con el premio Alter Christus: «Cristo sigue trabajando en nuestra sociedad abriendo puertas a los migrantes y a los refugiados»

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses

«Me parece muy importante que alguien en la Iglesia quiera decir que una persona que se dedica a trabajar por los migrantes y los refugiados es otro Cristo en nuestro mundo». Con estas palabras explicó el sacerdote Pablo Seco sus primeras impresiones al ser galardonado con el premio Alter Christus en la categoría de Pastoral Social. Actual capellán del aeropuerto de Barajas, Seco vivió en primera persona la crisis de los migrantes hacinados en las instalaciones aeroportuarias de comienzos de este año.

Después de haber misionado en Japón durante 24 años, tiempo durante el cual fue capellán de prisiones y del apostolado del mar, y desde hace poco menos de dos años «aterrizado» en Barajas, sabe que lo que más necesita la gente «es poder hablar con alguien».

D. Pablo Seco

 

«No hay que olvidar que Jesús, desde su cultura judía y desde su identidad como judío, era capaz de entablar relaciones y acoger a samaritanos, gentiles, siro-fenicios, centuriones romanos…». Fue capaz, continúa el sacerdote, de «trabajar y tender puentes con los excluidos de la sociedad», como los cobradores de impuestos o los pecadores públicos. Así, «resaltar que Cristo sigue trabajando en nuestra sociedad y en el mundo moderno, acogiendo, tendiendo puentes, abriendo puertas a los migrantes y a los refugiados y a todas las personas extranjeras me parece que es algo loable».

En este punto, no obstante, se sitúa «como san Pablo, el último de los apóstoles», porque considera su concesión del premio «completamente injusto viendo la cantidad de personas que trabajan por los extranjeros en Madrid y en toda España». Aunque «bendito sea Dios» si sirve para destacar la labor de tantas personas, «voluntarios y sacerdotes», que «se están dejando el pellejo y trabajando tantísimo con tanta intensidad por acoger a estos migrantes y refugiados».

Concluye el capellán con el deseo de que «que este premio ayude a sensibilizar mucho más a la Iglesia y a nuestras parroquias del drama de estas personas» que, con sus dificultades, «lo único que están buscando es un espacio donde puedan desarrollar todas las capacidades con las que han sido bendecidos por Dios».

Gabriel Gomez

Dos sacerdotes de la diócesis

Los premios Alter Christus, otorgados por Regnum Christi, quieren poner en valor y agradecer la dedicación fecunda que los sacerdotes aportan a toda la sociedad. Junto a Pablo Seco también ha sido galardonado en esta edición, la decimosexta, otro sacerdote de la diócesis de Madrid, Gabriel Antonio Gómez, en la categoría de Pastoral Familiar. Con una destacada trayectoria al servicio de las comunidades rurales, es párroco de El Berrueco, El Atazar y Sieteiglesias, y también en la atención a los más vulnerables en la pastoral carcelaria y en la UVA de Hortaleza.

Junto a ellos han recibido el premio Alfonso Crespo en Atención al Clero y a la Vida Consagrada, Carlos Bosch en Nueva Evangelización y Luis Alfonso Zamorano, galardón Alter Christus especial por su acompañamiento a las víctimas de abuso y compromiso con la cultura del buen trato.

La entrega de los premios ha tenido lugar este lunes, 4 de noviembre, en la Universidad Francisco de Vitoria.

El cardenal Cobo invita a vivir el Día de los Fieles Difuntos como un día de «recuerdo, memoria y esperanza»: «Miremos la vida no desde la muerte, sino desde la eternidad que es Dios en su amor»

  • Titulo: Santiago Tedeschi Prades
  • Firma: El cardenal Cobo invita a vivir el Día de los Fieles Difuntos como un día de «recuerdo, memoria y esperanza»: «Miremos la vida no desde la muerte, sino desde la eternidad que es Dios en su amor»

Tras la visita ayer al Cementerio Sur en el Día de Todos los Santos, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha presidido este sábado, 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, un responso y una Misa en la Catedral de la Almudena. Una celebración en la que también han participado el cardenal Carlos Osoro, arzobispo emérito de Madrid, los obispos auxiliares de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, Jesús Vidal y José Antonio Álvarez.

Un día, este 2 de noviembre, «de recuerdo, de memoria y de esperanza» según el cardenal José Cobo que, en su homilía, ha recordado las víctimas de la DANA que ha golpeado España y «todo el dolor que ha generado en tantas familias». «Hoy es un día de recuerdo: recordamos a los familiares de cada una de nuestras familias, son nuestras raíces. Recordamos también a los obispos de esta diócesis porque gracias a ellos esta diócesis está aquí y a todos los que han sembrado su servicio en esta vida diocesana […] también recordamos a los “sin memoria”, a aquellos que nadie recuerda, aquellos que no tienen familia, pero sí tienen una Iglesia que reza por ellos. Hoy es un día para recordar no solamente los nuestros, sino que somos un pueblo en marcha y que dependemos unos de la oración de los otros», ha remarcado el arzobispo de Madrid al principio de su homilía.

foto cobo dentro

Hoy, en este Día de los Fieles Difuntos, la Iglesia «nos invita a mirar la vida no desde la muerte, sino desde la eternidad que es Dios en su amor. Ese es el regalo que nos ofrece»: «Eso nos coloca no en una actitud de tristeza o melancolía, sino que nos posibilita, con la historia de cada uno, a acoger una actitud de esperanza y de poder escuchar, algún día, aquellas palabras de Jesús, “venid benditos de mi Padre”».

En una sociedad que quiere que desplacemos la muerte a un lado, «Dios la incorpora a nuestra vida y, sin maquillajes, nos permite poderla afrontar sabiendo que morir se pasa, pero Dios no se pasa». Asimismo, en este 2 de noviembre, es un buen día para «cultivar la esperanza»: «¿Soy capaz de ir a lo esencial o nos distraemos con cosas superfluas? […] hoy es un buen día para preguntarnos en qué se nos va la vida».

WhatsApp Image 2024 11 02 at 12.56.07

Al acabar su homilía, el cardenal José Cobo ha reflexionado además sobre la oración, «un acto de fe en el Resucitado, de fe amorosa. La oración hace posible la cercanía y el milagro de transformar la melancolía en acogida de la vida en toda su grandeza». Y con la oración hecha vida y con la mirada puesta en Jesús, podemos mirar al futuro: «Un futuro que está acompañado de signos de Dios. Rezar y vivir la vida eterna es saber que Dios ya nos está diciendo, “venid a mí”, y nos lo dice a través de los que nos encontramos en los rincones la vida, a través de los que necesitan nuestra misericordia, a través de aquellos que van pidiendo la expresión del amor de Dios».

«Queridos amigos, con nuestros familiares difuntos, con nuestros obispos, con todas las víctimas y los olvidados, escuchemos como Jesús hoy en la Eucaristía nos dice a cada uno, “venid benditos de mi Padre”, y con la oración afrontaremos nuestra vida […] Que nuestra oración sea un acto de fe y que nuestra Eucaristía sea de nuevo una posibilidad de unir los que están en el Cielo con la Tierra».

El cardenal Cobo visita el Cementerio Sur de Madrid en la festividad de Todos los Santos: “Miremos el sentido de la vida desde la santidad de tantos que nos han precedido y que son luz para el presente”

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: El cardenal Cobo visita el Cementerio Sur de Madrid en la festividad de Todos los Santos: “Miremos el sentido de la vida desde la santidad de tantos que nos han precedido y que son luz para el presente”

"Hoy no venimos a lamentar la muerte, sino a celebrar la Vida", así lo ha expresado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, que ha acompañado a multitud de fieles en el Cementerio Sur en el Día de Todos los Santos. Durante su homilía, el cardenal ha transmitido un mensaje de esperanza y de invitación a la santidad, recordando que la verdadera celebración de este día no es la muerte, sino la Vida, una vida transformada por el amor y la fe.

Ante los asistentes, ha resaltado que esta festividad es un llamado a ser bienaventurados aquí y ahora, en medio de los desafíos y las heridas cotidianas. "Morir solo es morir, es un paso más, un abrazo a la vida que Dios ofrece", ha enfatizado.

cobo cementerio portada

El arzobispo de Madrid ha subrayado la importancia de recordar a los seres queridos y a todos aquellos que han marcado nuestras vidas. Estos días, según ha explicado, son momentos de memoria y de gratitud, en los que se deben recordar tanto a quienes vivieron la bienaventuranza como a aquellos olvidados, "los odiados, los masacrados, los muertos en tantas guerras, los ahogados en el mar que nadie reclama". Este recordatorio es, según Cobo, una forma de convertir la melancolía en agradecimiento y solidaridad con aquellos que ya no están.

Sus palabras han sido una invitación avalorar la vida desde la santidad cotidiana, "no una santidad de gestos heroicos, sino de actos de amor sencillos, como amarse unos a otros como Cristo nos amó". La santidad, ha proseguido, no es un privilegio reservado a unos pocos, sino una vocación para todos, un camino de fe que cada uno debe construir desde su fragilidad y con el apoyo de Dios

cobo cementerio

"Somos un pueblo de santos", ha recalcado el cardenal Cobo, recordando que la Iglesia está compuesta por personas sencillas, que con su bondad reflejan a Dios en lo cotidiano. "Los santos nos enseñan que todos podemos ser dichosos, porque Dios llena aquello que otros arrebatan y completa lo que falta". Por ello, ha mencionado a los padres, madres, estudiantes, amigos, jubilados, viudos, religiosos y sacerdotes, a todos aquellos que en su día a día iluminan el mundo con su testimonio de fe y entrega.

Por último, ha animado a los presentes a valorar el bautismo como un pozo de fuerza y esperanza, y a encontrar en él la clave para una vida en plenitud. "La santidad es accesible", ha dicho, "y estamos rodeados de santos que nos inspiran a caminar hacia la vida eterna".