El capellán mayor de la Congregación San Pedro Apóstol de Presbíteros Seculares Naturales de Madrid, Gregorio Roldán, asistirá este viernes, 24 de febrero a la inauguración del nuevo Orange Digital Center de Madrid, que estará presidida por el rey Felipe VI.
Se trata de un proyecto impulsado por la Fundación Orange que se ubica en el edificio conocido como La Casita del complejo que la congregación tiene en la calle San Bernardo, junto a la residencia hospital para sacerdotes y la tienda Serviclero.
El objetivo del centro es favorecer la inclusión y la accesibilidad al empleo de las personas más vulnerables, reduciendo la brecha digital. El acceso es libre y gratuito par todos aquellos ciudadanos que quieran desarrollar sus habilidades digitales, así como para emprendedores y startups. Estos últimos tendrán a su alcance prácticas y recursos para poder en marcha su propio negocio.
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Almacén, sastrería, imprenta y, ahora, centro de formación
La Casita es un edificio de 350 metros cuadrados que cuenta con sótano, planta baja y planta superior. Se terminó de construir en 1902, al tiempo que la residencia hospital para sacerdotes y la iglesia, en unos terrenos que la congregación —nacida en 1619— había comprado al final de la calle San Bernardo. Allí se trasladaron los sacerdotes pobres y enfermos que estaban en el antiguo hospital, junto al personal que los atendía.
El elemento más característico de La Casita era la enorme chimenea que aún se conserva, y que respondía a la calefacción a vapor instalada en el sótano gracias a una caldera de baja presión. La planta baja y la superior fueron almacén hasta 1936; cuando estalló la guerra civil todas las instalaciones fueron destruidas.
En 1941, la congregación, con el visto bueno de los obispos, creó la Mutual del Clero (cuyas oficinas han estado también en La Casita) para la atención sanitaria de los sacerdotes seculares. Dos años después, la citada mutual impulsó la Cooperativa Nacional del Clero para proporcionar a los sacerdotes vestiduras personales y litúrgicas, así como productos necesarios en el desarrollo de su ministerio. La primera planta de La Casita albergó entonces el taller de sastrería.
En 1953 y hasta 1979, la planta baja se transformó en imprenta, en la que llegaron a trabajar diez personas. Fue esta una iniciativa de un donante particular que entregó a la congregación 500.000 pesetas de las de entonces con el fin de promover la publicación de grandes valores de la Iglesia, «que tanta falta están haciendo en el campo publicitario del apostolado».
Ahora, 70 años después y en ese mismo espacio, empezará su andadura este nuevo centro de formación en competencias digitales de la Fundación Orange.
