Dentro del Itinerario de Acogida, Orientación y Acompañamiento al Voluntariado de Cáritas Madrid se incluye la Formación Básica Institucional. Esta Formación se imparte en todas las Vicarías. En esta ocasión, nos hemos acercado al último curso impartido por la Vicaría VI.
La formación es un pilar esencial de cara al compromiso hacia la misión asumida por las personas voluntarias en el diario quehacer, en su ser y en su mejor saber hacer, en beneficio de las personas que atendemos.
Hacemos especial mención a la Formación Básica Institucional como aspecto fundamental para el desarrollo de la persona voluntaria, donde posteriormente se completará con una formación específica en función de la tarea que vaya a realizar y de una formación permanente.
Es necesario que la nueva persona voluntaria conozca qué es Cáritas, nuestros objetivos, cómo lo hacemos… siendo necesario realizarse al comienzo de la tarea voluntaria.
Los contenidos de la Formación Básica Institucional: El Ser y que hacer de Cáritas; La pobreza y la exclusión social; Qué es el Voluntariado Social, donde hablamos de las motivaciones, actitudes, la importancia de la formación… y conocemos la actuación de Cáritas Madrid a través de nuestro Modelo de Actuación.
Por eso la Vicaría VI de Cáritas Madrid ha realizado estas últimas semanas un nuevo curso, con una participación de 20 nuevos voluntarios que se han incorporado a las diferentes tareas en esta zona.
Este miércoles, 25 de febrero, el Seminario Conciliar (c/San Buenaventura, 9) acogerá el acto de Inicio de la Campaña del Día del Seminario. Presidido por el Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, dará comienzo a las 18,30 horas con el Encuentro de la Cadena de Oración por las Vocaciones. A continuación, presentación de la Campaña del Día del Seminario, que este año tiene como lema “Señor, ¿Qué mandáis hacer de mí?”. Concluirá con la celebración de la Eucaristía con los miembros de la Cadena y los seminaristas.
“Creer y Educar. A los 50 años de la Gravissimum Educationis” es el tema de la XXX Jornada Diocesana de Enseñanza que se celebrará el sábado 7 de marzo en el Colegio Calasancio (c/Conde de Peñalver, 51).
Organizada por la Delegación Episcopal de Enseñanza, será inaugurada a las 11,45 horas por el Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro Sierra. La primera ponencia, “A los 50 años de la Gravissimum Educationis. Aportaciones e historia”, será impartida por Pedro Chico González. A continuación, reflexión sobre “Actualidad y futuro”, a cargo de Francesc Riu Rovira de Villar, de la Fundación Edebé. A las 16,00 horas, mesa redonda, en la que se debatirá sobre “50 años de educación cristiana” con las aportaciones de Teófilo González Vila, Catedrático, Inspector de Educación, que hablará de “La presencia de los Educadores Cristianos”; la Hna. Concepción Vicente, Presidenta de Escuelas Católicas de Madrid, encargada de presentar “La presencia de la Escuela Católica”; y Carlos Esteban Garcés, de la Delegación Episcopal de Enseñanza, y “La presencia de la Enseñanza de la Religión”.
El encuentro concluirá con la celebración de la Eucaristía, a las 18,00 horas, presidida por Mons. Fidel Herráez, Obispo Auxiliar de Madrid.
El Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro Sierra, participó ayer por la tarde en un Encuentro organizado por el diario La Razón, al que asistieron los ministros de Interior, Jorge Fernández, y Justicia, Rafael Catalá, el Presidente de la CAM, Ignacio González, la Alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, la Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia, Mons. Fidel Herráez, Obispo auxiliar de Madrid, José Mª Gil Tamayo, Secretario General de la CEE, o Fernando Jiménez Barriocanal, Director General de COPE, entre otras personalidades del mundo político, económico, religioso y cultural.
Mons. Osoro comenzó su intervención afirmando que “la Iglesia también piensa en España”, por lo que “voy a pensar en voz alta para intentar globalizar el amor, que no es nuestro, sino que nos viene dado por Nuestro Señor cuando nos abrimos a él”. “En la Iglesia en España, dijo, estamos en tiempo de sazón. La Iglesia nos enseña la Verdad, que es Jesucristo, presentado a todos los hombres”, porque “los hombres no existen en abstracto, sino que existen hombres”. Y es que “la Iglesia tiene que hacer resonar el Evangelio para unos hombres reales en un tiempo real”. “En unos tiempos en los que ciertamente está naciendo una nueva época en la historia, la realidad que los discípulos de Cristo tenemos que tener en cuenta es que el cristianismo considera posible una manera de vivir y de ser, porque -como decía Julián Marías- el hombre es una ‘creatura amorosa’”. “El ser humano, el hombre, es amor. Y esto es lo que el cristiano tiene que entregar a los hombres”, apuntó. “Esta forma de entender la vida, que nos da el Evangelio, la presentamos y la hacemos visible cambiando la globalización de la indiferencia por la globalización del amor”.
Exhortó a “eliminar la ‘herejía emocional’” ya que, a su juicio, la gran enfermedad que hoy existe en nuestro mundo es la de las tres Des. “Frente al desdibujamiento, hay que decir que el ser humano existe, tiene rostro”; ante “la desesperanza, el desencanto, la desilusión, la iglesia sale al mundo con una foto del ser humano, con esperanza”. Y ante la desorientación, “hay que presentar un ser humano que no es un vagabundo, sino un peregrino, con metas”. “La Iglesia hoy, en España, también se empeña en eliminar esta enfermedad”, afirmó. Para ello, invitó a “vivir la apertura entre la conciencia católica de vivir la vida y otras formas”. Recordó que el Papa Francisco “nos habla de la cultura el encuentro”, por lo que “nadie queda descartado. Son tiempos de afirmación y denuncia, son tiempos de edificación. Amor al Evangelio y la buena noticia”, ya que “la Iglesia quiere presentar claridad”. E insistió en la importancia de “tener el dibujo real del ser humano”.
Religión Para el Arzobispo de Madrid, “la aportación de la Iglesia de un modo de entender al hombre es lo que ésta sigue ofreciendo al mundo, y lo que también ofrecemos los cristianos a España”. Y es que “se observa en la sociedad una especie de progresiva indiferencia”. Frente a esta situación, “la cuestión de la Verdad ha de ser una prioridad fundamental en nuestra vida” y la Religión “es una cuestión fundamental para una convivencia lograda” que “requiere libertad para poder vivirse y practicarse”. “Que haya valores que nada ni nadie pueda manipular es una garantía absoluta de libertad”. Para Mons. Osoro, “la Religión es necesaria para la libertad”.
En este sentido, habló de la existencia de sociedades éticas, “en las que hay valores, cuestiones privilegiadas para ser humanas. La Religión, y la presencia de la Iglesia católica en España, quiere hacer sociedades éticas donde aquellos que lo están pasando peor puedan pasarlo igual o parecido a los demás”. Porque, recordó, “la Iglesia y la sociedad tienen en común la preocupación por el hombre”. “Nada tiene sentido, afirmó, si no es a la luz de una vida humana. Hay un punto de contacto entre la Iglesia y la sociedad: el hombre. A esto es a lo que quiere servir la Iglesia en España”.
Discípulo de Jesucristo En el turno de preguntas, Mons. Osoro aseguró que “sólo quiero ser discípulo de Jesucristo”, confesando que “admiro muchísimo al Papa Francisco. Creo que ha logrado que mucha gente vuelva de nuevo a mirar a la Iglesia”. “Yo soy obispo de todos”, respondió a otra cuestión, afirmando que “me parece muy bien cuando se reconoce a alguien como el Papa Francisco”, aunque sea por parte de personas como Pablo Iglesias. “Yo en mi mesa siento a todos, insistió. No para comer lo que ellos me den” sino “para ofrecerles lo que les tengo que dar”.
Respecto a la crisis de valores que estamos viviendo, aseguró que “hoy no valen las palabras: valen las obras” para resaltar la labor que realiza la Iglesia a través de sus personas e instituciones. Así, dijo que ciudades como Madrid serían hoy diferentes si no existiera esa labor social.
Preguntado por si le preocupa que algún partido político rompa los acuerdos Iglesia-Estado, respondió que “hoy todos los países del mundo tienen algún tipo de acuerdo con la Iglesia”, y suprimirlos sería absurdo.
Aseguró que ve la salud de la Iglesia “mejor que nunca, porque Nuestro Señor nos acompaña”. “Ojalá que pongamos la luz del Evangelio en la vida de la gente, para que la vean todos. Una luz que no destruye, que no ata… que quita cadenas, que une”. El perdón, recordó, es una palabra “que muchas culturas no conocen”
Drama del aborto Para el Arzobispo de Madrid, “el drama más grande de nuestro tiempo es el aborto”. Y manifestó su convencimiento de que “en la medida en que un hombre conoce la VIDA, ni piensa en eso… Nuestro Señor te hace tener un corazón más grande, te hace valorar lo que es la vida. Descubrir que el dueño de la vida no eres tú, sino Dios, que te regala la existencia y cuida de ella”. Por eso, afirmó que “la fe no es secundaria” ni tampoco lo es la “adhesión a Jesucristo”.
“Anunciar a Jesucristo es mi pasión, y voy a intentar hacerlo”, afirmó. Y concluyó insistiendo que “para la vida, no puede haber supuestos”