Este domingo, 28 de julio, se celebra la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. El tema elegido por el Santo Padre, “En la vejez no me abandones” (cf. Sal 71,9), «pretende subrayar cómo la soledad es, lamentablemente, la amarga compañera en la vida de tantos mayores que, a menudo, son víctimas de la cultura del descarte». Asimismo, «esta jornada se confirma como un acontecimiento importante en la vida de nuestras comunidades eclesiales y se enriquece con nuevos significados». En este sentido,«la atención a los abuelos y a los mayores no es solo un deber de gratitud y afecto, sino una necesidad para poder construir una sociedad más humana y fraterna», afirma la delegada de Familia y Vida de la Archidiócesis de Madrid, María Bazal.
Además, la delegada hace referencia al Papa Francisco «que nos invita a reconocer su valor y hacerlo permanentemente, no solo de vez en cuando, porque no se trata de celebrar un aniversario una vez al año, sino de hacer que los mayores se sientan parte integrante de nuestra familia cristiana y de nuestra historia común». En este sentido, subraya que «las generaciones de mayores deben ser tomadas en serio y la Iglesia debe presentarles la debida atención pastoral».
Respecto al tema de este año, 'En la vejez no me abandones', Bazal señala que «nos recuerda la sentida súplica al Señor de no quedarse solo en la vejez», porque a menudo, «la soledad es la amarga compañera de la vida de los mayores debido a numerosas situaciones contingentes como la emigración de los hijos o la crisis de las familias, pero también debido a la mentalidad individualista que hace percibir a los mayores como una carga». Además, insiste que «parece que ahora todo el mundo da por sentado que hay una época en la vida en la que uno se queda solo. Es un hábito y una mentalidad a los que con resignación no se oponen ni los más viejos». Sin embargo, «como nos recuerda el Santo Padre, Dios nunca abandona a sus hijos, ni siquiera cuando las fuerzas declinan o la vida parece menos productiva, de hecho, en la Biblia, envejecer es un signo de bendición».
Misa en la catedral de la Almudena
También afirma que «la soledad y el descarte de los mayores no son inevitables, sino el resultado de opciones equivocadas que no reconocen la dignidad infinita de cada persona. Siguiendo el ejemplo de Rut que no abandonó a su suegra Noemí estamos llamados a recorrer un nuevo camino imaginando un futuro diferente para nuestros mayores». «Nuestro deseo para la celebración de este evento es, por tanto, que cada comunidad eclesial se esfuerce por vivir un día sin soledad, visitando a los mayores, haciéndolos participar y escuchando sus historias y testimonios de fe».
Por ello, desde la Comisión Diocesana de Pastoral con las Personas Mayores que la integran la Delegación de Pastoral de la Salud y de las Personas Mayores, la Delegación de Familia y Vida, Cáritas Diocesana de Madrid, Vida Ascendente y Confer Madrid, invita a todos los madrileños a que se unan a la eucaristía que se celebrará este domingo 28 de julio, a las 12:00 horas, en la catedral de la Almudena. La misa será presidida por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Vicente Martín y será emitida por el canal de Youtube de la Archidiócesis de Madrid. «Será una alegría poder encontrarnos y celebrar juntos con agradecimiento a los abuelos y a los mayores de nuestras familias y que hagamos nuestras las palabras del Papa Francisco a la actitud egoísta que lleva el descarte y a la soledad contrapongamos el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir no te abandonaré y de emprender un camino diferente», subraya Bazal.
Asimismo, el vicario episcopal para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación, José Luis Segovia recuerda que asistirán un grupo de personas de la residencia Fundación Santa Lucía de Cáritas Madrid. Una de ellas es Maruja que está muy contenta por ir a la Catedral de la Almudena y participar en la Eucaristía con motivo de la festividad de san Joaquín y santa Ana. También la acompañará Florinda que subraya que esta misa «es muy importante», y ha recordado que «desde pequeña iba con sus hermanos a la iglesia, por eso para ella no es un sacrificio». Por ello, anima a todos, también a los jóvenes, a participar en la celebración con motivo de la IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores.