- De los 78 casos, 38 se refieren al ámbito intrafamiliar; 2 a personas particulares sin vinculación familiar; 11 al ámbito de la vida consagrada; 6 a clero de la diócesis de Madrid (ningún abuso sexual a menores en el momento actual); 5 a sacerdotes de otras diócesis; 1 a un laico y 4 a movimientos y realidades eclesiales
- De ellos, 64 hacen referencia a abusos sexuales y los otros 14, a abusos de autoridad y de conciencia
- Además, Repara acompañó más de 100 consultas, también de instituciones, y desde el área de formación y sensibilización se ha llegado a más de 2.000 personas
- Cada vez más sacerdotes acompañan a las víctimas de todo tipo de abusos hasta Repara para que reciban orientación y terapia
- En el ámbito eclesial, «el abuso sexual y el abuso de autoridad a menudo conviven». Desde Repara, se considera «preocupante» el abuso de conciencia a personas adultas «no vulnerables, sino vulneradas»
En el año que acaba de cerrarse, se ha atendido a 78 víctimas directas de abusos (víctimas de primer orden), así como a 7 familiares de estas (víctimas de segundo orden). Además, se ha orientado a 1 victimario. Se han efectuado más de 100 intervenciones puntuales o asesoramientos, sobre todo a través del teléfono o correo electrónico. En resumen, durante el año 2023, más de 180 personas han sido atendidas y acompañadas desde el área de atención de Repara.
Un proceso de «toma de conciencia»
Más allá de las cifras, «nos preocupa que se pueda confundir el posible delito con el daño que manifiesta la víctima, porque éste no se mueve por criterios jurídicos. En ocasiones, nos encontramos con comportamientos no delictivos y que, por tanto, no entrarán a formar parte de otras estadísticas y registros, pero que sí han resultado lesivos. Efectivamente, cabe que el Juzgado o la Fiscalía determinen que no hay delito, o que no se ha podido probar o que está prescrito y, sin embargo, existe un daño. Por otro lado, hay personas víctimas que están siendo atendidas terapéuticamente, pero que todavía no han formalizado denuncia, ya que, a menudo, llegar a ese punto requiere un largo proceso de toma de conciencia que no siempre desemboca en un acto jurídico».
Cabe recordar que Repara no es una agencia de investigación ni tiene competencias disciplinarias. Por eso da cuenta de las atenciones, no de los procesos: «Nuestra clasificación no prejuzga el resultado procesal (no es un registro de penados ni de delitos), sino de lo que demandan las víctimas según su relato. Ello implica que en ocasiones puede darse algún desajuste formal y, como en toda taxonomía, especialmente en la Iglesia, con una realidad organizativa y estatutariamente tan compleja, pueden darse aparentes descuadres en función del cuándo, quién y desde dónde se contempló un mismo caso».
Crece la sensibilidad
En el abuso intrafamiliar se ha detectado un incremento de entradas a través de las parroquias de la diócesis de Madrid. Se empieza a percibir el impacto de la actividad sensibilizadora y formativa de Repara. Cada vez más sacerdotes se están haciendo cargo de las víctimas de todo tipo de abusos y las acompañan hasta Repara para que reciban orientación y terapia. Crece, pues, la sensibilidad de que la fe solo no basta para sanar lo más traumático».
Uno de los datos a destacar es que, en el ámbito eclesial, el abuso sexual y el abuso de autoridad a menudo conviven. De hecho, el abuso sexual es el resultado final de un proceso de dominación y manipulación, en nombre de Dios, que cosifica a la persona. Resulta muy preocupante el abuso de autoridad y de conciencia a personas adultas, no vulnerables, sino vulneradas. Por eso, desde Repara se insiste en la preocupación de la insuficiente atención que, en general, se presta dentro de la Iglesia a los abusos a adultos y los de conciencia y la mínima relevancia que se da fuera a los abusos intrafamiliares y en otros contextos.
Los datos
- De los 78 posibles casos de abuso llegados a Repara, 38 se refieren al ámbito intrafamiliar; 2 a personas particulares sin vinculación familiar; 11 al ámbito de la vida consagrada; 6 a clero de la diócesis de Madrid; 5 a sacerdotes de otras diócesis, y 4 a movimientos y realidades eclesiales.
- De los 78 casos, 64 hacen referencia a abusos sexuales y los otros 14, a abusos de autoridad y de conciencia. Hay 66 mujeres y 12 hombres.
- De los 64 casos de abusos sexuales, 4 afectan a menores en el momento de la denuncia. 49 afectan a adultos en el momento de la denuncia y menores en el abuso. 11 afectan a adultos en el momento del abuso y de la denuncia.
- Dentro del ámbito del clero diocesano de Madrid, 3 víctimas eran menores en el momento de los hechos y denunciaron ya siendo adultas, y otras 3 eran adultas también en el momento de los hechos.
- 14 personas denunciaron haber sufrido abuso de autoridad: 9 dentro de la vida religiosa, 1 en la diócesis de Madrid, 1 en otras diócesis y 3 en movimientos y realidades eclesiales.
- La atención a víctimas de segundo orden, es decir, a los familiares de las personas que han sufrido el abuso, sigue siendo importante, con 7 personas acompañadas.
Víctimas atendidas
- De las víctimas directas, 12 son hombres frente a 66 mujeres.
- El servicio más demandado sigue siendo el acompañamiento psicológico.
Victimario
Se ha atendido a 1 único agresor de otra diócesis, por abuso sexual a menores en contexto religioso. Por protocolo, todas las víctimas son informadas del derecho a iniciar acciones civiles y canónicas. En el caso de que el abuso afecte a un menor, se informa a la Fiscalía Provincial de Madrid.
Formación en Repara
Por otro lado, durante este curso se ha ampliado el trabajo que se está realizando desde el área de formación. Han aumentado considerablemente las sensibilizaciones y los lugares eclesiales donde somos requeridos, dándonos voz.
Durante el año 2023 se ha impartido formación y sensibilización de manera directa a más de 500 personas, inscritas en cualquiera de las modalidades formativas ofrecidas. Por otro lado, se ha invitado a miembros del equipo a participar en distintos foros por todo el territorio nacional.