Madrid

Concierto de órgano en el real oratorio del Caballero de Gracia con la soprano Laura Lavigny

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: Concierto de órgano en el real oratorio del Caballero de Gracia con la soprano Laura Lavigny
  • Fin Agenda: 22-06-2024

El real oratorio del Caballero de Gracia (Caballero de Gracia, 5 y Gran Vía, 17) presenta este sábado, 22 de junio, a las 19:00 horas, el concierto Réquiem aeternam. Un recital en el que la soprano Laura Lavigny estará acompañada al piano por la compositora y organista Kyria Libia. La entrada es libre, con una aportación voluntaria.

Manuela Pérez, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid: «'Fratelli tutti' es, por encima de todo, una casa de acogida»

  • Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
  • Firma: Manuela Pérez, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid: «'Fratelli tutti' es, por encima de todo, una casa de acogida»
  • Fin Agenda: 18-06-2024

El pasado 8 de junio se cumplía el primer aniversario de la Casa 'Fratelli Tutti' de la Comunidad de Sant’Egidio en la capital de España. Manuela Pérez, responsable de la Comunidad en Madrid, nos habla de la misma.

«Es un espacio de fraternidad, amistad y humanidad - explica - en el que muchas personas encuentran acogida y cariño. Así nos lo testimoniaron, por ejemplo, Manuel y Victoria en el acto que organizamos con motivo del primer aniversario del centro. Ellos son un matrimonio muy joven que llegaron a Madrid hace dos años desde su país natal, Perú. Se vieron obligados a salir de su tierra por la situación social y política que atraviesa, y con el sueño de poder darles un futuro mejor a sus hijos. Y es que son padres de cuatro niños, desde los 11 años que tiene el mayor hasta los seis meses que tiene la más pequeña. Y en la tarde de la celebración del primer año en la Casa 'Fratelli tutti' nos contaron cuál había sido su experiencia en Sant’Egidio y en el centro. Fue impresionante, porque literalmente nos dijeron: “Llegamos un día muy mal a este hermoso lugar, sin trabajo y recién comenzando de cero. Ya se podrán imaginar lo difícil que es. Pero no imposible. En Sant’Egidio hemos conocido a bellas personas que nos recibieron con mucho cariño. Vamos a estar eternamente agradecidos a ellas”».

«Aunque son solo palabras - prosigue Manuela -, impactan y llegan al corazón cuando sabes que responden a una realidad concreta que ellos han vivido. En la actualidad, Manuel ha encontrado trabajo, lo que aporta a la familia una situación un poco más estable, a pesar de la precariedad que siguen atravesando, porque mantener en estos momentos a cuatro hijos, teniendo en cuenta el elevado precio de las viviendas y de los alimentos, es muy duro. Pero ellos están más establecidos. Y muy, muy agradecidos», afirma.

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Acoger a todos

«En su testimonio - comenta Manuela -, nos contaron también, y cito textualmente, que “durante este año, 'Fratelli tutti' ha sido para nosotros una casa bonita y acogedora, donde un sábado al mes recibimos ayuda con una gran cesta de alimentos frescos y no perecederos. También nos apoyan con los pañales y la leche para nuestro bebé. Pero, sobre todo, esta Casa es un lugar donde acogen a todos sin mirar a quién. Por eso, queremos dar las gracias por este hermoso trabajo que hacen voluntariamente, sin recibir nada a cambio. Son un ejemplo a seguir. Y también lo es esta casa de 'Fratelli tutti'. Aquí traigo a mi hijo Gabriel, de 9 años, para que asista a la Escuela de la Paz. Él está muy contento, sobre todo porque puede conocer a nuevos amigos de distintas nacionalidades. Yo les agradezco el apoyo escolar que le brindan. Está feliz, porque aprende mucho, y ha dejado de ser tan tímido, porque lo era bastante”. Concluyeron su intervención dando las gracias, y manifestando su deseo de que Dios bendiga la Casa 'Fratelli tutti', la Escuela de la Paz, y a todos los que hacen posible esa realidad».

Para Manuela, «fue un discurso muy bonito y emotivo, que recalca la importancia de que la Iglesia sea un lugar de acogida cálido y humano. Insistieron muchísimo en esta idea. Porque, claro, dieron importancia a la ayuda concreta que reciben a través de los alimentos, los pañales o el apoyo escolar para los niños, pero también dijeron que la Casa es mucho más que esto: es un lugar donde ellos se sienten amablemente acogidos. Y es que, como decían, llegaron muy mal al principio, estaban muy abatidos, y este centro ha sido para ellos, en cierta manera, como la posada para el buen samaritano. Ellos también han sido curados de sus heridas. Y es que a la Casa Fratelli tutti llega mucha gente con todo tipo de heridas, procedentes de situaciones muy, muy, muy complicadas. Y esta es como una posada, donde realmente uno puede ser querido y cuidado, que no es poco. Así que es una bellísima misión la que tiene la Iglesia», remarca.

Nueva Placa Fratelli

La escuela de lengua y servicio de familias

«Esta Casa - añade Manuela - ofrece también un espacio para la escuela de lengua española y la cultura española pensado para inmigrantes que llegan de países no hispanos. Así que imagínate lo que supone: muchas de estas personas llegan de países en guerra, o de vivir situaciones muy, muy complejas. Tenemos mucha gente procedente de Sudán, también hay un buen grupo de personas de Marruecos, otro bastante numeroso de Filipinas… En fin, de diferentes situaciones y realidades de este mundo, pero con muchas heridas, en muchos de ellos absolutamente reales, porque han sufrido persecución. Por eso, para ellos, este espacio de Fratelli tutti supone trabajar la belleza desde la inclusión, a través del lenguaje y la cultura de España».

«Otra de las prestaciones que se ofrecen desde Fratelli tutti - señala - es la que llamamos ‘servicio de las familias’. También acuden a él Manuel y Victoria. Se trata de un espacio en el que se atiende a familias muy vulnerables, procedentes de muchas situaciones complicadas. Se les apoya con cosas concretas, en alimentación, en higiene… Pero, como todo lo que hace la Comunidad de Sant’Egidio, la ayuda va mucho más allá de lo puramente material. Y eso también lo recalcaron en el testimonio que escuchamos este sábado, porque insistieron en que 'Fratelli tutti' es, por encima de todo, una casa de acogida».

«Y otro servicio bellísimo en esta Casa -indica Manuela-, que al mismo tiempo es como un lugar de acogida y de reposo, es el comedor para los amigos de la calle. Abre sus puertas los jueves. Alrededor de una buenísima comida que preparamos, ellos pueden venir y descansar en un ambiente de acogida, de humanidad, de amistad, de fraternidad…». Por último, apunta, «otro momento es el que ofrecemos los miércoles para los amigos de la calle que quieran venir al servicio de duchas que tenemos. Es muy importante, sobre todo en este tiempo de calor, ya que es un espacio en el que ellos pueden encontrar un sitio donde refrescarse y sentirse cómodos, también con ellos mismos», concluye.

Detalle Familias Comedor24

Roberto Reyes Guzmán, futuro diácono de la diócesis de Madrid: «Dios siempre ha puesto en mí palabras de aliento y de ánimo»

  • Titulo: Infomadrid/Sandra Madrid

Roberto Reyes Guzmán será ordenado diácono el próximo sábado, 22 de junio, en una celebración en la catedral de la Almudena, a las 19h, presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. «Mis padres me transmitieron la fe» y ha estado muy implicado «en la vida de la Parroquia Santa Maravillas de Jesús». Al acabar los estudios de bachillerato, comenzó la carrera de Ingeniería de Telecomunicaciones y «ese año viví algo muy especial». En un retiro, al que le invitó un cura de la parroquia, «sentí de un modo especial y muy bonito el amor de un Dios que dio la vida por mí, porque me quiere y me ama».

A partir de esa experiencia, Roberto le dijo al Señor que no sabía a donde iba su vida y que es lo que quería de él, pero «lo que era una certeza es que deseo que sea contigo. Allá donde me lleves. Siempre contigo». Dicho y hecho, así fue «porque empecé a tener diferentes signos vocacionales, Dios dejó en mí una inquietud del sacerdocio; me tenía preparado ese camino y me llamaba a ser cura».

El futuro diácono, que actualmente tiene 27 años, ha contado que, a partir de ese momento, comenzó hacer un discernimiento y un acompañamiento espiritual con Nacho, «un sacerdote de mi parroquia de Maravillas». También se cambió de carrera, Filología Hispánica. Al mismo tiempo, realizó un discernimiento vocacional en el Seminario Conciliar de Madrid, que «me ayudó a confirmar esa llamada de Dios a ser cura».

Diacono Madrid

«Llevar a Dios a todos los lugares»

Durante estos 7 años formándose en el seminario, «en los que me han acompañado sacerdotes formadores de esa institución, el acompañamiento espiritual, también en las parroquias Santa Maravillas de Jesús, san Miguel Arcángel de las Rozas, en la delegación de Pastoral Vocacional y actualmente en san Andrés de Villaverde». Todos estos lugares «me han ayudado a contrastar lo que he vivido en el seminario para saber si cuadraba con mi vida en las parroquias». Además, ha recordado «la experiencia de misión en Etiopía o voluntariado con las Hermanitas de las Pobres».

Al final «he ido descubriendo esa llamada. Dios ha ido confirmándolo y me ordeno sabiendo tres certezas». En primer lugar, «que, en momentos complicados, Dios siempre ha puesto en mí palabras de aliento y de ánimo y me quiere como sacerdote feliz». Segundo, «no solo veo que Dios me llama a eso, sino que me he dado cuenta que ese camino me hace muy feliz, y Dios me llama a ser santo a través del sacerdocio». Por último, «esta misión de Jesús y de su Iglesia en la que participaré como diácono y futuro cura, es la misión que tengo en estos momentos en Villaverde; la de llevar a Dios a todos los lugares y la de colaborar con Jesús para que Dios sea todo en todos».

Roberto y hermanos

 

El cardenal José Cobo invita a devolver a «nuestra vieja Europa» la «cartografía del Evangelio»

  • Titulo: Infomadrid / Rodrigo Moreno Quicios
  • Firma: El cardenal José Cobo invita a devolver a «nuestra vieja Europa» la «cartografía del Evangelio»
  • Fin Agenda: 17-06-2024

«Tenemos grandes desafíos por delante. El primero es anunciar y hacer visible al Dios que se revela en Jesucristo en un mundo que mira a otro lado y pretende privatizar su experiencia», ha dicho el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en su homilía este lunes durante la Eucaristía celebrada en la Catedral de la Almudena junto a los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) a su paso por la capital para su reunión anual. Entre otras autoridades han estado presentes Gintaras Grusas, su presidente, y Martin Michalíček, secretario general del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa.

En una de las capillas laterales del templo y bajo los pies de la patrona de la villa, la Virgen de la Almudena, el cardenal José Cobo ha señalado la importancia «del cuidado de la casa común desde una ecología integral que apuesta por la vida, vela por la naturaleza y se preocupa por la familia». También «la urgencia de una acogida integral a los migrantes para quienes la solidaridad europea es la última de sus oportunidades». Y la «apremiante necesidad de escucha a tantos jóvenes y mayores, solos y desconcertados, en nuestras sociedades desvinculadas».

Tras la lectura del Evangelio en el que Jesús invita a superar el «ojo por ojo» y a «poner la otra mejilla», José Cobo ha explicado que «humanamente, la ley de Moisés sigue la lógica de la proporcionalidad y es aceptada aún en nuestros días». «Sin embargo, Jesús no se queda en ese razonamiento, sino que nos ayuda a dar nuevos pasos», ha matizado.

Según el cardenal, «Jesús ofrece una justicia distinta y mayor» más allá de la que proviene de «cumplir formalmente con la legalidad y la medida establecida». Y, frente a quienes consideran como «un signo de debilidad» el acto de «devolver bien por mal», el arzobispo ha reivindicado que «Jesús nos introduce en una dinámica absolutamente novedosa y provocativa que tiene la virtualidad de poder cambiar el mundo». Así se ha referido a «la fuerza de la Cruz», que supone «el verdadero poder de Dios con el que podremos combatir definitivamente el mal».

El arzobispo de Madrid ha explicado cómo esa «fuerza de la Cruz» tiene la capacidad de «desarmar al violento y cambiar el corazón más endurecido». Y ha advertido de que, pese a las buenas intenciones de cada uno, tal transformación no se debe a «nuestra forma de hacer las cosas» ni «nuestra voluntad» sino al «poder de Cristo, reconciliador y crucificado, quien despliegue esa inmensa fuerza irresistible que nos alcanza en la oración y se hace presente en medio de nuestra fragilidad».

«La polarización se va consolidando»

El arzobispo de Madrid ha lamentado cómo «a poco que miremos descubrimos la dificultad». Por ejemplo, en las guerras, también en aquellas «olvidadas porque carecen de interés geoestratégico». O en un mundo en «que la polarización es una actitud que se va consolidando, desgraciadamente, y que lleva al enfrentamiento y la demonización del que piensa diferente».

«Acontece también en nuestra sociedad, donde resulta fácil levantar muros y trazar líneas rojas para excluirnos y aislarnos los unos de los otros», ha lamentado el purpurado. E incluso «en nuestra Iglesia, donde, a menudo, estamos lejos de vivir la fraternidad que anunciamos y a la que nos llama Jesús». Ha advertido de que, como sucedía con aquella ley de Moisés con la que comenzaba la homilía, muchas veces «podemos ser cumplidores, pero el corazón no acaba de estar convertido ni reconciliado».

Devolver a Europa la alegría

Pese a este duro contexto, José Cobo ha insistido en que «podemos aportar y ofrecer la buena noticia del Evangelio». Y ha invitado a volver a presentar a «nuestra vieja Europa» esa «cartografía que solo aporta el Evangelio de Jesucristo», que consiste según la exhortación apostólica Evangelii Gaudium en «la dulce y confortadora alegría de evangelizar».

Según el arzobispo, «en esta cartografía existen hitos y señales importantes que nos dan esperanza», empezando por «la propuesta de fraternidad del Papa Francisco». Ha pronosticado que esta invitación «será capaz de ponernos ante el reto de parar todas las guerras de locura y de malicia» y ayudará a las conferencias episcopales a realizar su trabajo como «una auténtica misión que necesita ser vivida desde el alma del amor entre los hermanos».

En ese sentido, ha recordado a los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa su llamada a «permanecer juntos, sirviéndonos de nuestras conferencias episcopales y de la Comisión de las Conferencias Episcopales Europeas como instrumentos de afecto colegial». Y, aunque estos entes «no sustituyen el gobierno pastoral de cada obispo», sí ha reivindicado que «constituyen un instrumento de comunión».

Finalmente, ha deseado a todos «que la Virgen de la Almudena acompañe vuestra inmensa tarea en favor de la evangelización, la sinodalidad y la comunión de nuestro querido continente desde el corazón y la acogida cordial del Evangelio que se nos entrega».