- Titulo: Santiago Tedeschi Prades
- Firma: Monseñor Vicente Martín recuerda el legado de Santa Teresa de Calcuta: «Es uno de los ejemplos más claros de cómo hemos de amar a Cristo en el servicio a los más pobres»
- Fin Agenda: 09-09-2024
Monseñor Vicente Martín, obispo auxiliar de Madrid, celebró la semana pasada la fiesta de Santa Teresa de Calcuta con una Misa junto con las hermanas misioneras de la caridad «para dar gracias a Dios por esta gran mujer, santa, apóstol de la caridad y madre de los pobres». «Ella es un don para la Iglesia de hoy, pues constituye uno de los ejemplos más claros de cómo hemos de amar a Cristo en el servicio a los más pobres», recordó el obispo auxiliar de Madrid.
La misión de Santa Teresa de Calcuta en las «periferias de la vida», continuada después por las misioneras de la caridad, es – según el obispo auxiliar de Madrid - «un testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los últimos»: «Sus obras son obras de un amor limpio, generoso y gratuito, incondicional y crucificado, amor de Cristo. Una luz que brilla en las tinieblas del sufrimiento, la pobreza y la exclusión».
Un testimonio del Evangelio como Evangelio de los pobres
Una atención a la persona, la de Santa Teresa de Calcuta, que implicaba – e implica hoy también gracias al trabajo de las misioneras de la caridad - «sonrisa, compañía, escucha, comprensión, paciencia, pero, también, denuncia y trabajo por los derechos de las personas».
La herencia que nos deja la Madre Teresa de Calcuta es «la de un testimonio del Evangelio como Evangelio de los pobres». Dirigiéndose a las misioneras de la caridad, el obispo auxiliar de Madrid les pidió «ser Buena Noticia para los más pobres, que ellos puedan descubrir en vuestra cercanía, compasión y ternura la misericordia entrañable de Dios».
¿Qué podemos aprender de esta santa, qué nos enseña? Fundamentalmente tres cosas para el obispo Vicente Martín. La primera, «nos enseña a ser santos»: «Sí, nuestra vida estará vacía, si no desarrollamos la semilla que el Señor plantó en nuestro corazón el día de nuestro bautismo. Teresa nos enseñó el camino de la santidad por la vía de la caridad».
Entregar la vida al servicio de los más pobres
La segunda enseñanza es a «entregar la vida al servicio de los más pobres. Ellos son la carne de Cristo. Ellos son el mismo rostro del Señor. Lo que hacemos a uno de ellos, se lo hacemos a Cristo […] No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio de los hermanos, conocen a Dios y aman a Dios, porque Dios es amor. Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad».
Y la tercera enseñanza: «La santidad y el servicio a los pobres no se consigue sin un gran espíritu de oración, sin la unión profunda con Cristo. Y esa unión se logra a través de la oración y de la participación en la Eucaristía».