Madrid

La Vicaría IV celebra las ’24 horas para el Señor’ en el templo jubilar de Nuestra Señora de la Misericordia

  • Titulo: Infomadrid

Las parroquias de la Vicaría IV participarán este fin de semana, días 4 y 5 de marzo, en las 24 horas para el Señor que se van a desarrollar en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia (c/Arroyo del Olivar, 100), que durante este Año de la Misericordia es templo jubilar.

Las 24 horas para el Señor darán comienzo mañana, viernes 4, a las 19:30 horas, con una celebración de la Eucaristía. La Mesa de Juventud de la vicaría se encargará de preparar la Vigilia que se desarrollará desde las 20:00 a las 21:00 horas. A continuación arrancarán los turnos de oración, a cargo de las distintas parroquias, siguiendo el siguiente horario:

  • 21-22 horas: parroquia Nuestra Señora de la Aurora y Santo Ángel
  • 22-23 horas: parroquia San Raimundo de Peñafort
  • 23-24 horas: Parroquia San Ramón Nonato

Sábado 5 de marzo

  • 0-1 horas: parroquia Nuestra Señora de los Álamos
  • 1-2 horas: Franciscanos de la T.O.R.
  • 2-3 horas: Adoración Nocturna, parroquia Nuestra Señora de la Misericordia
  • 3-4 horas: Adoración Nocturna, parroquia San Ramón Nonato (I)
  • 4-5 horas: Adoración Nocturna, parroquia San Ramón Nonato (II)
  • 5-6 horas: parroquia Santa Eugenia
  • 6-7 horas: Adoración Nocturna, parroquia San Pedro Ad Víncula
  • 7-8 horas: parroquia San Diego
  • 8-9 horas: parroquia San Juan de Dios
  • 9-10 horas: Misa con Laudes
  • 10-11 horas: arciprestazgo de San Pablo
  • 11-12 horas: parroquia San Alberto Magno
  • 12-13 horas: parroquia Santa María del Pozo y Santa Marta
  • 13-14 horas: parroquia Santa María Josefa del Sagrado Corazón (I)
  • 14-15 horas: parroquia Santa María Josefa del Sagrado Corazón (II)
  • 15-16 horas: parroquia Santa María del Puig
  • 16-17 horas: parroquia Santa María de Nazaret
  • 17-18 horas: parroquia San Felipe Neri y Nuestra Señora de la Peña

A las 18:00 horas de este sábado, 5 de marzo, dará comienzo el rezo de Vísperas. A las 19:00 horas, santo rosario. Y a las 19:30 horas, Eucaristía de clausura de las 24 horas para el Señor.

«Los enfermos sois un cántico a la ternura de Dios»

  • Titulo: Infomadrid / C. González

Esta mañana, en el marco del Jubileo de la Misericordia, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha presidido una celebración eucarística en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. Han bastado una mirada y miles de gestos para cerciorarse de que la celebración que hoy iluminaba la catedral custodiaba la esencia de ese Dios que, vestido de enfermo, guarda una especial sensibilidad hacia los que aman por encima de las reglas, las barreras o las enfermedades. Religiosas, enfermos, trabajadores y voluntarios del Cottolengo del Padre Alegre, de la mano de las Hermanas Servidoras de Jesús, acudían a la Eucaristía que les abriría la puerta de la esperanza en este Año de la Misericordia.

Con los pobres, enfermos y desahuciados

«Para mí todo el mundo se reduce a amar a Dios y a los pobrecitos por amor de Dios, pero amor de obras, no de palabras», rezaba el padre Alegre en el único idioma en el que supo entregar su vida: con los pobres, con los enfermos y con los desahuciados de todo lo esencial para vivir con dignidad. Al hilo de este admirable mensaje ha girado toda la celebración, presidida por un arzobispo que, despojado de toda rectitud, ha confirmado que, tal y como diría en su toma de posesión en la ciudad madrileña, es necesario que todos los cristianos «podamos vivir una relación tal con Jesucristo que, cuando nos acerquemos a los demás, podamos decir con obras y palabras que hemos visto al Señor».

En su homilía, ha contado que, cuando recibió la carta de la hermana Claudia, la madre superiora, «inmediatamente» buscó lugar para poder estar con ellos. Así, perpetuando el Salmo que se acababa de pronunciar -«Ojalá escuchéis la voz del Señor, no endurezcáis vuestro corazón»-, reveló que «vosotros nos ayudáis a no endurecer el corazón» y «a escuchar al Señor con una felicidad más grandes; sois como altavoces» que, permanentemente, «hacéis resonar en el corazón de todos los hombres la necesidad de escuchar a quien tiene vida, a quien tiene amor y a quien nos regala ese amor». Porque enfermos, hermanas y voluntarios «hacéis posible que los corazones de los hombres seamos más sensibles a la voz de Jesucristo, que nos dice que nos cuidemos, que no dejemos que se robe nada del ser humano, y vosotros hacéis posible que recordemos esto».

Gracias por hacernos palpitar el corazón

Así, dirigiéndose a los enfermos, ha recordado que son «un cántico a la ternura de Dios», porque «nos hacéis a los demás capaces de conmover y de mover nuestro corazón». A veces, «nuestro corazón es de piedra, y Dios no lo ha hecho de piedra, lo ha hecho de carne; tiene que palpitar de tal manera que el corazón del hombre vaya a quien más lo necesite». De esta manera, ha dado las gracias «por hacernos palpitar este corazón, por hablarnos hoy, porque hoy el Señor nos pide que ojalá escuchemos su voz y que no endurezcamos nuestro corazón». «Vosotros sois voz del Señor y hacéis posible que nuestro corazón no se endurezca», ha aseverado para luego incidir en que la Iglesia diocesana de Madrid «no sería lo que es si faltáis vosotros».

Jesucristo: la puerta de la esperanza

«Escuchad al Señor, el Señor siempre habla», ha dicho, «no solamente en su palabra, nos habla en todo». Esta mañana, «veníais a esta peregrinación contentos porque queríais pasar esta puerta que, como os decía antes, significa y representa a Jesucristo». «Queríais pasar por Jesucristo, que es la verdadera puerta: la puerta de la alegría, de la esperanza, que salva, que da sentido a nuestra vida, que nos anima a vivir por los demás, que no nos encierra en nosotros mismos, que nos regala un corazón cada día más grande», ha añadido, antes de subrayar que Él «nos hace el corazón mucho más grande» y pedir que «no nos dejemos robar a Dios, no nos lo dejemos robar».

En la Primera Lectura, ha continuado monseñor Osoro, «el Señor ha dicho “sois mi pueblo” y el pueblo del Señor es un pueblo que camina por el camino que Él nos manda», que «es un camino de fraternidad, de entrega, de paz, de servicio, de fidelidad, en el que nos tenemos que acercar a quienes más necesiten de nosotros». «A nadie podemos retirar de este camino; al contrario, cuanto más necesiten, más tengo que entrar por ese camino y recoger y coger y vivir con los que están en ese camino. Escuchemos la voz del Señor siempre», ha reiterado.

El arte de Jesús es la misericordia

El prelado, que no ha dejado en ningún momento de mirarles a los ojos, les ha alentado a no olvidarse de María, la Virgen: «Ella sí que escuchó a Dios, es la que mejor ha escuchado a Dios de todos los seres humanos. Ella no dudó y, rápidamente, dijo: “Hágase en mí según tu palabra, no quiero otra palabra, solo la tuya”».

En segundo lugar, «tengamos fe en el Señor». Recordando el Evangelio, ha señalado que «el Señor cura, saca un demonio de un hombre que lo tenía mudo, que no le dejaba hablar, ni pronunciar palabra... Algunos pensaban que el arte de curar de Jesús era malo. ¡Qué torpeza! El arte de curar de Jesús es acercarse a los hombres, es abrazar a todo ser humano; es entregarle la medicina de la misericordia».

La medicina de la cariñoterapia

El arzobispo de Madrid ha querido también recordar las palabras del Papa Francisco durante su estancia en México, donde visitó a los enfermos: «Hay una medicina que es imprescindible, que solo la puede dar Dios», como decía el Papa, y es la cariñoterapia: es el cariño, es el amor. Y en la casa del Cottolengo esta es la medicina fundamental; hay otras que son necesarias, pero la fundamental es la cariñoterapia».

Las Hermanas, «buenas mujeres», que «lo hacen todo creyendo absolutamente en la Providencia, solo se ocupan de dar cariño, a los enfermos y a quienes llegamos allí, y esta experiencia la tenéis todos los voluntarios también. Todos». «¿No os parece -ha preguntado- que tener fe en Jesús es tener fe en esta medicina de la cariñoterapia?» Es decir, «es acoger el amor del Señor, el cariño de Dios, y regalarlo, que es lo que nos cura de verdad, es lo que necesitamos todos los hombres. Podemos tener muchas cosas, pero si nos falta el cariño de Dios, nos falta lo fundamental».

El Señor nos libera y nos cura

Además, monseñor Osoro ha recordado el signo que da el Señor: «nos está dando un signo a todo, me lo dais vosotros porque me volvéis a recordar que el Reino de Dios está aquí, ya, porque está Jesucristo, está el amor de Dios, la entrega de Dios, la acogida de Dios en el corazón de los hombres, el cariño de Dios, la ternura de Dios que se hace presente aquí».

Además, en tercer lugar, creemos que «el Señor nos libera y nos cura». «Nos libera del pecado porque nos transforma», ya que «quien deja que el Señor entre en su vida, nos transforma». De manera personal, ha asegurado que no puede tener odio o egoísmos, porque «si le dejo entrar al Señor en mi vida, yo no puedo vivir para mí mismo, es necesario que viva para los demás, me tengo que olvidar de mí mismo, me libera del pecado y me sana las heridas».

Y en el centro, Jesucristo

El Cottolengo del Padre Alegre no es un hospital, ni un colegio, ni una residencia... Es un hogar donde viven en familia, una familia grande donde todos comparten lo de todos, las alegrías y las tristezas, cada uno contribuyendo en la medida que su corazón le deja. «La casa del Cottolengo del padre Alegre en Madrid es un hospital de cariñoterapia», ha subrayado monseñor Osoro, antes de pedirles que sigan acogiendo a Jesucristo, «que el centro de esa casa sea Jesucristo».

Para concluir, ha aseverado que, como le decía la hermana Claudia cuando le escribió, «estamos viviendo intensamente el año de la Misericordia», y «cuando se está tan cerquita de los pobres y enfermos, es más sencillo descubrir la misericordia de un Padre bueno»; por lo que se hace esta peregrinación de enfermos y voluntarios. Finalmente, ha confesado que la madre superiora le decía que comprendía que su agenda estuviera llena, «pero mi agenda se vacía cuando hay casas donde se da lo que, a veces, el arzobispo no es capaz de dar: el cariño y el amor a los demás».

Una ceremonia especial que se ha consumado con el canto de todos los presentes a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, y con el abrazo agradecido del arzobispo a todos los presentes, sin excluir a absolutamente nadie, y dejando su impronta fiel de sacerdote de Jesucristo, padre entregado y pastor de los últimos: sin duda alguna, los preferidos de Dios.


Galería fotográfica de la celebración

Homilía en vídeo

Encuentro con la Iglesia Católica Siro-Malabar en la parroquia del Santísimo Redentor

  • Titulo: Infomadrid

¿Cuándo llegaron por vez primera los cristianos a la India? ¿Es cierto que el apóstol Tomás fue el primer evangelizador de aquellas lejanas tierras? Entre los cristianos de la India existe una fuerte tradición que sostiene la labor evangelizadora del apóstol Tomás en su tierra, razón por la que se les conoce como «cristianos de santo Tomás». La tumba del apóstol fue descubierta en Mylapur, al sur de Madrás (Chennai). Hoy día subsisten dos comunidades —la del rito siro-malabar y la del rito siro-malankara—, que afirman ser descendientes de la gran labor misionera del primer evangelizador de la India, santo Tomás.

La parroquia del Santísimo Redentor (c/Félix Boix, 13 – metro Plaza de Castilla) invita al encuentro con la Iglesia Católica Siro-Malabar que se desarrollará el próximo 11 de marzo, viernes, a partir de las 20:00 horas, en la sala Liguori. Participarán sacerdotes católicos siro-malabares, varios miembros de la Comunidad de Santo Tomás Siro-Malabar de Madrid así como un coro litúrgico. Al final del encuentro se ofrecerá a los asistentes un vino español y, por cortesía de la Comunidad Siro-Malabar, dulces indios.

La Iglesia Católica Siro-Malabar cuenta con unos cuatro millones de fieles, de los cuales 3.400.000 viven en las veintiocho diócesis de la India. De estas diócesis, dieciocho se encuentran en el territorio propio (Kerala, parte de Tamil Nadu y Kernataka) de la Iglesia Siro-Malabar. La divina liturgia es celebrada en malayalam, la lengua nativa de Kerala. Uno de sus grandes retos es la emigración de sus fieles y la necesidad de garantizarles una adecuada atención pastoral.

Se dice que la Iglesia Siro-Malabar es cristiana por fe, hindú por cultura y oriental en el culto.

Nota de la Vicaría General sobre la solemnidad de San José en la Archidiócesis de Madrid

  • Titulo: Infomadrid

El próximo 19 de marzo se celebra la solemnidad de san José, patrono de la Iglesia universal. Esta fiesta es día de precepto en toda la Iglesia (cf. Canon 1246 del Código de Derecho Canónico) y, en consecuencia, en la archidiócesis de Madrid.

Así pues, se recuerda a todos los miembros de la Iglesia diocesana la obligatoriedad de participar ese día en la celebración de la Eucaristía, a no ser que, por razones de trabajo u otras circunstancias ineludibles, exista dificultad grave para cumplir con este precepto.