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El Papa Francisco autorizó en la tarde de ayer que la Congregación de las Causas de los Santos promulgue los decretos relativos a 8 causas de canonización. Entre estos, se encuentra el decreto sobre la heroicidad de las virtudes de Isidoro Zorzano (1902-1943), un ingeniero que se incorporó al Opus Dei en 1930.
Al conocer el anuncio realizado por la Santa Sede, monseñor Fernando Ocáriz, vicario auxiliar y general del Opus Dei, ha señalado: «Isidoro Zorzano fue un ejemplo de laboriosidad y espíritu de servicio en el trabajo profesional, sentido de justicia social —que se manifestaba en la atención y el respeto a sus colegas—, amor a la Eucaristía, fe grande en Dios y sensibilidad hacia las personas necesitadas».
«Unido a todos los fieles y amigos de la prelatura, y a los muchos devotos de Isidoro, pido al Señor que su ejemplo nos sirva para crecer en estos aspectos tan importantes en la vida de un cristiano y para ser buenos hijos de la Iglesia», afirmó.
Ocáriz, al frente en la prelatura desde el fallecimiento de monseñor Javier Echevarría, añadió que «es un momento de especial alegría y agradecimiento al Papa Francisco que llega justamente mientras en la prelatura del Opus Dei tenemos un sentimiento de pena por la pérdida de nuestro queridísimo prelado».
Por su parte, el postulador de la causa, monseñor José Luis Gutiérrez, destaca la lealtad de Isidoro y lo propone como modelo para los trabajadores. Señala que la fama de santidad de Isidoro está muy difundida e invita a aprovechar este nuevo paso hacia su beatificación, para pedir favores y milagros a Dios a través de Isidoro.
Trabajó como ingeniero industrial
Zorzano emigró a España con su familia en 1905 y tras obtener el título de ingeniero industrial, en 1927, trabajó en un astillero de Cádiz, y en Málaga, empleado por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. Allí también dio clases en la Escuela Industrial.
Compañero de Bachillerato en Logroño con Josemaría Escrivá, en 1930 y ya en Madrid Escrivá le explicó el mensaje del Opus Dei e Isidoro advirtió que aquel panorama respondía a sus aspiraciones y acogió con total disponibilidad la vocación divina. Hasta su muerte en Madrid en julio de 1943, después de una rápida enfermedad, fue apoyo permanente para el fundador en los primeros años de la Obra.
En 2009 sus restos fueron trasladados a la parroquia de San Alberto Magno, en Vallecas, Madrid, donde reposan actualmente.
En este enlace se puede leer la biografía del Isidoro Zorzano
Entrevista al postulador de la causa de Isidoro.