Coincidiendo con las bodas de oro de la erección del templo, la parroquia San Juan de Ribera (c/ Rodríguez Marín, 57) ha realizado una serie de obras de estructura y conservación del edificio parroquial.
Dieron comienzo el pasado mes de julio con las obras de conservación y mejora de la accesibilidad en el edificio parroquial. Y se desarrollaron a lo largo del verano, para finalizar coincidiendo con la fiesta de San Juan de Ribera, el pasado 14 de enero.
Los trabajos realizados han abordado la recimentación del edificio, ya que peligraba la sostenibilidad física del mismo; las cubiertas, las fachadas, el muro perimetral externo, la accesibilidad, la edificabilidad de los locales y las viviendas de los sacerdotes.
Algunas de las actuaciones realizadas son más visibles que otras. Entre las primeras, las que se pueden ver, se encuentra la restauración efectuada en las fachadas de ladrillo y cubierta del edificio, limpiando el ladrillo y la piedra, reemplazando aquellos que se encontraban en mal estado, impermeabilizando de nuevo la cubierta, restaurando (reemplazando en algunos casos) los balcones, las rejas y las contraventanas, y reparando los aleros y voladizos del edificio.
Entre las segundas, y no visibles, cabe destacar la sustitución de las bajantes de pluviales empotradas en los muros, la construcción de nuevas arquetas, de un nuevo drenaje e impermeabilización alrededor del sótano, así como la consolidación de los muros de cimentación del mismo. La mayor parte de estas medidas se han realizado para evitar las filtraciones de agua en el sótano, y reparar los daños que esas filtraciones habían ocasionado.
En el entorno del edificio, se ha procedido a reparar el zócalo del mismo, se ha colocado un nuevo acerado a su alrededor, y se ha realizado una adecuación de los niveles para que se pueda acceder al interior del edificio desde la calle sin tener que salvar ningún escalón, mediante suaves rampas. Se ha completado la intervención exterior con el saneado y reconstrucción de los muros de cerramiento de la parcela. El resultado es un itinerario accesible para el uso del edificio.
En el interior, se ha recuperado el sótano, convertido ahora en una sala de usos múltiples; la reparación del suelo de la sala polivalente de planta baja, la adecuación de los aseos adaptándolos para su uso por personas discapacitadas, y el remate de aquellas actuaciones sobre las tuberías de pluviales y saneamiento ya realizado por el exterior. La sustitución de puertas de acceso al edificio y de separación interna y colocación de puertas nuevas... También se han realizado baños nuevos en las casas de los sacerdotes, que estaban en un estado lamentable. Y se ha abordado el cambio completo de la iluminación del edificio, externa e interna.
El resultado final ha sido lograr una mejor accesibilidad del edificio para su uso por personas con movilidad reducida, la eliminación de humedades y mejora del confort interior recuperando espacios para el uso parroquial, además de mejorar la conservación del mismo y su entorno.
Por último, se ha colocado un Ecce Homo en la fachada externa, junto a la puerta de entrada al edificio parroquial, convirtiendo así una simple pared en un lugar de oración, desde donde elevar una súplica al Señor de nuestra vida y de la historia: «Señor Jesús, ten compasión de mí».