Este domingo, 21 de abril, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas.
Rosa Mª Ávalos Pérez, secretaria general de las Hermanas Trinitarias desde el pasado mes de junio, nos habla del carisma y la misión de esta congregación fundada por el sacerdote y canónigo madrileño Francisco de Asís Méndez Casariego del que se acaba de cumplir el centenario de su muerte. «Nosotras nacimos el 2 de febrero de 1885, en Madrid, por lo que acabamos de cumplir 139 años de existencia. Nuestro carisma y nuestra misión siguen siendo los mismos, aunque adaptados a las circunstancias actuales. Por eso, desde el carisma trinitario seguimos trabajamos para atender a la juventud en cualquier necesidad, con el objetivo de procurar su liberación, que puedan salir adelante y tener un futuro digno». Cuando Méndez Casariego fundó la congregación, el objetivo era la liberación integral de jóvenes que vivían en la miseria física o moral, abandonadas de todos. Para ello, las religiosas se acercaban a las estaciones de ferrocarril o recorrían las calles, y tenían las puertas de sus casas siempre abiertas para la acogida. «Hoy -reconoce- trabajamos a favor de esa liberación, pero de diferente manera. Por ejemplo, en las casas que tenemos en España lo hacemos a través de la acogida incondicional, porque consideramos que una forma de liberar es que tanto chicos como chicas puedan tener un futuro digno».
Para ello, en nuestro país, cuentan con diferentes proyectos. «Hay centros de acogida y acompañamiento para jóvenes -explica-, integrados en la Fundación Mariana Allsopp (FMA), y centros de menores. También contamos con residencias universitarias abiertas tanto a chicos como a chicas que vienen de otras localidades donde no podrían estudiar, y así les damos una oportunidad para contribuir a que puedan realizarse. Y, a través de la actual Fundación Educativa Santísima Trinidad (FEST), tenemos diferentes centros educativos: nosotras teníamos 3, que se unieron a los de otras ramas de la Familia Trinitaria, y en la actualidad la FEST cuenta con 15».
Presencia en Madrid
Las presencias trinitarias en la diócesis de Madrid son las siguientes. «Marqués de Urquijo -indica- es la Casa Madre. Ahí tenemos la Curia General, una residencia para hermanas mayores y el noviciado. Pero también hay una pequeña residencia juvenil, para chicas que estudian o que trabajan, y que por lo tanto tienen más independencia. Y un centro de acogida para mujeres mayores de 18 años… Muchas de ellas proceden, por ejemplo, de familias desestructuradas, o vienen con problemas. Y con nosotros estudian, o trabajan, y pueden estar hasta que cumplen los 20 años. Se las acompaña para que se puedan independizar mientras estudian, por lo que a veces pueden pedir prórroga y quedarse con nosotras un poco más».
«También en Arguelles -prosigue-, entrando por Altamirano, tenemos una residencia universitaria y un centro de acogida para chicas. En García de Paredes contamos con una residencia universitaria; un centro social en el que tenemos una trabajadora social y donde, además de dar orientación, se distribuyen alimentos y se atiende a personas vulnerables; y un centro de acogida para chicas inmigrantes. Por último, en Arturo Soria, en la zona de Ciudad Lineal, hay una residencia universitaria y un centro de acogida para jóvenes».
«Además de los cuatro centros de acogida y acompañamiento que hay en Madrid, -añade- hay otros en Vigo y en Granada. En ellos viven tanto niños como niñas de 12 a 18 años procedentes de familias desestructuradas, que tendrían que estar tutelados, o extranjeros. Y, en Sevilla, tenemos un centro que antes acogía a mujeres que salían de la cárcel, en tercer grado, y ahora se dedica a acoger a mujeres, en colaboración con Proyecto Hombre».
Expansión por el mundo
Las Hermanas Trinitarias cuentan en la actualidad con varias presencias, distribuidas por todo el mundo. «En América Latina -apunta-, tenemos casas en México, Guatemala, Argentina y Uruguay. Las hermanas atienden centros de menores, que son como hogares de acogida para menores de edad. También tenemos residencias para jóvenes que estudian o trabajan».
La única fundación hasta el momento en tierras africanas se encuentra en Kenia. «Es muy reciente: comenzó en 2020. Y ya tenemos dos centros, para niños y niñas de la calle que no están escolarizados. Es una primera acogida. Pasan entre 1 y 3 años con nosotras, y después se les escolariza. Vienen por la mañana, muy temprano, y se van hacia las 5 de la tarde. Reciben también desayuno y comida. Pero hasta ahora no podían dormir, porque la casa de las hermanas estaba en una parroquia, y no tenía espacio. El pasado mes de febrero se ha inaugurado una casa para que puedan dormir en ella, con espacio para vivir allí. Y, es que, cuanto más se les quite de la calle, mucho mejor». «La idea -señala- es que puedan vivir en ella niños y niñas desde 6-7 años hasta 13-14, aunque para los que han cumplido esta edad es más complicado, porque se han habituado a la calle y a lo que les puede ofrecer, y les cuesta más adaptarse al cambio».
Asia es otro de los continentes en los que están las Trinitarias. «En India tenemos una comunidad de hermanas: está en Thrissur, en el estado de Kerala. Colaboran con la parroquia, y atienden un centro para niños abandonados y con dificultades. También trabajan en otro proyecto de mujeres. Y se centran mucho en la Pastoral Vocacional. De hecho, en la actualidad todas las hermanas son nativas».
Actualidad del carisma trinitario
Para Rosa Mª Ávalos, «las Hermanas Trinitarias aportan al mundo actual esa parte del carisma trinitario de llevar la liberación a las personas, para que puedan reconocerse en su dignidad de hijos de Dios Trinidad. Intentamos dotarlas de herramientas para que puedan sentirse liberadas, y amadas por Dios. Pienso que contribuimos a dignificar esas vidas dando pasos para que la sociedad sea mejor haciendo ciudadanos y ciudadanas mejores».
Reconoce que, a pesar de esa actualidad, «en España no tenemos muchas vocaciones. Por un lado, la tasa de natalidad es muy baja. Y, por otro, a menudo, las jóvenes con las que trabajamos no están muy receptivas. Por eso, es complicado. Pero contamos con un equipo de Pastoral Vocacional que se está moviendo mucho, y está impulsando la Pastoral Vocacional en nuestras residencias universitarias y colegios. Lo hacen a través de convivencias, encuentros, campamentos, recorrido por el Camino de Santiago… Tienen mucha actividad».
Confiesa que, «en India, se trabaja muy bien la Pastoral Vocacional. Y hay vocaciones. Organizan periódicamente encuentros y convivencias vocacionales». Y también en Guatemala. «La Pastoral Vocacional allí es muy dinámica, con muchos encuentros y convivencias. Las hermanas trabajan directamente en las parroquias. Y, además, junto con otras religiosas, están implicadas en temas de prostitución».
Liberación de la esclavitud
La secretaria general de las Hermanas Trinitarias afirma que, en la actualidad, este carisma «sigue teniendo sentido. Para mí es muy atractivo. Siempre que se libere a las personas de sus esclavitudes, lo es. Y hay muchas esclavitudes. Que puedan reconocerse en su dignidad como personas tiene sentido. Pero hay que adaptar los medios y las formas, siempre».
«Los tres aspectos fundamentales de nuestra vida consagrada -comenta- son la misión, la vida espiritual y la vida comunitaria. Nosotras vivimos los tres votos de obediencia, castidad y pobreza, y nuestra vida es en comunidad. Para ello, nuestro alimento espiritual está día a día en la Eucaristía, el rezo de la liturgia de las Horas, la oración comunitaria y la individual; además, todos los meses tenemos un retiro, y todos los años hacemos ejercicios espirituales, porque es muy importante cuidar la vida espiritual». Por eso, invita a todas aquellos jóvenes -chicos y chicas- que se planteen su vocación, «a que hagan un discernimiento y un acompañamiento serio. Esta vida, cuando se la toma en serio, merece la pena. Jesús nunca defrauda», remarca.
De cara a este verano, a través de su Pastoral Vocacional se han hecho varias ofertas a adolescentes y jóvenes, tanto de sus centros educativos y residencias como para aquellos que estén interesados. «En julio habrá dos campamentos: uno para la franja de edad de 12 a 14 años, y otros para 14 a 16. Y para los mayores de 16, está el Camino de Santiago, que se realizará entre finales de julio y primeros de agosto. Si alguien quiere participar, puede encontrar más información en nuestra página web», concluye.