Madrid

El 24 de agosto, martes, la Iglesia conmemora la festividad litúrgica de san Bartolomé.

La parroquia Santa Águeda de Mataelpino acogerá en esta jornada una solemne Eucaristía en honor al santo, patrono de la localidad. Presidida por el párroco, Jesús Díaz-Ropero, dará comienzo a las 12:00 horas. Y se realizará respetando los límites de aforo y las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.

Debido a la COVID-19, por segundo año consecutivo, la imagen del santo no podrá recorrer en procesión las calles del lugar.

El 5 de agosto, jueves, la Iglesia conmemora la festividad litúrgica de Santa María la Blanca.

La parroquia Santa María la Blanca de Cerceda acogerá en esta jornada una solemne Eucaristía en honor a la Virgen, titular del templo. Presidida por el párroco, Jesús Díaz-Ropero, dará comienzo a las 20:00 horas. Y se realizará respetando los límites de aforo y las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.

El 31 de julio, sábado, la Iglesia conmemora la festividad litúrgica de san Ignacio de Loyola.

La parroquia de San Ignacio de Loyola (Pinos Alta, 79), en La Ventilla, honrará al santo con una Misa solemne. Presidida por el párroco, padre Pablo Veiga, sj, dará comienzo a las 19:15 horas. Y se desarrollará respetando los límites de aforo y las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.

Del 12 al 16 de julio ha tenido lugar el XVI Capítulo General de las religiosas Angélicas. En él se ha elegido al nuevo Gobierno General de la Congregación, quedando establecido de la siguiente manera:

• Superiora general: Enedina Fernández
• Vicaria general: Sofía Gutiérrez
• Consejeras: Araceli Jiménez y María del Carmen del Amo. Secretaria general: María Begoña Borgoñón. Y ecónoma general: Teófila Gonzalo.

Las religiosas Angélicas son un Instituto religioso que, movidas por el testimonio del corazón misericordioso de Jesús, buscan la mayor gloria de Dios, la salvación de los hombres y su propia santificación. Viven una vida consagrada, en comunidad de fe, de amor fraterno y de servicio apostólico, según su peculiar carisma en la Iglesia: ser consuelo en la soledad.