Madrid

El centro residencial Sínodo 2005 organiza una fiesta de final de curso

  • Titulo: Cáritas

Este martes, 27 de junio, a las 17:30 horas, dará comienzo la celebración del final de curso con las familias del centro residencial Sínodo 2005. Será un momento de encuentro con todas las familias que a lo largo de todo el curso han compartido los talleres y los proyectos que se desarrollan. Además, se ha invitado a antiguos residentes a compartir esta jornada con los voluntarios de Cáritas y con sus antiguos vecinos.
 
Centro residencial Sínodo 2005

Cáritas Madrid ofrece diversas respuestas al problema fundamental de la vivienda como eje central en el proceso de la normalización social. Por ello, promueve diversos espacios residenciales donde acompañan a las familias en su proceso de intervención, siendo uno de ellos el centro residencial Sínodo 2005. Se trata de un alojamiento temporal tutelado cuyo objetivo es la prevención de las situaciones de exclusión social de personas y familias residentes. En él se desarrolla una intervención psicosocial con las familias para la recuperación de habilidades que permitan la plena autonomía y su retorno a una vivienda normalizada.
 
El equipo está compuesto por personas voluntarias, religiosas de diversas congregaciones y técnicos sociales que realizan un acompañamiento individual, familiar y grupal.
 
En el año 2016 se atendieron a 63 familias, siendo en total 243 personas, entre madres, padres y los hijos, acompañados por 31 voluntarios.

La Obra Social de San Juan de Dios atendió en 2016 en Madrid a 8.588 personas en situación de vulnerabilidad

  • Titulo: MCS

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, a través del área de Desarrollo Solidario, ha publicado la memoria anual de la acción social que desarrolla en sus centros de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Extremadura y Canarias, donde se han llevado a cabo más de 250.000 atenciones sociales para mejorar las condiciones de vida de 55.017 personas.

En concreto en la Comunidad de Madrid, en los Centros San Juan de Dios de Ciempozuelos y la Clínica Nuestra Señora de La Paz, se han llevado a cabo más de 2.000 intervenciones destinadas a favorecer el día a día de 8.588 personas durante 2016.

Fundamental para la consecución de estos datos ha sido la labor de los 113 voluntarios que forman parte de ambos centros y que son un apoyo imprescindible para los residentes. Su implicación, entusiasmo y cariño hacen de los voluntarios un pilar fundamental para el desarrollo de la labor social de la Orden Hospitalaria.

En total, se han destinado más de 405.000 euros entre los dos centros fundamentalmente para programas sociales y de cooperación internacional. De esta cifra, un 90 por ciento ha financiado proyectos para la atención a la exclusión social, situación en la que se encuentran el 98 por ciento de las personas atendidas en alguno de sus dispositivos.

En junio de 2010 el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, a través de su Obra Social, inicia la puesta en marcha de programas de atención a personas en riesgo de exclusión social, dando una respuesta coordinada con los Servicios Sociales municipales, a las necesidades de este colectivo.

Los objetivos a los que ambos centros de la Comunidad de Madrid hacen frente son: atender las necesidades básicas y urgentes de las personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social del municipio de Ciempozuelos y la zona de Ciudad Lineal; detectar y resolver de forma precoz las situaciones de necesidad, con el fin de evitar agravamiento de la situación de riesgo; mejorar la calidad de vida de las personas en riesgo de exclusión social de ambas zonas, permitiendo así un aumento de su autonomía y fomentando la integración social.

Centro San Juan de Dios (Ciempozuelos)

En concreto, el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, dispone de un comedor social que diariamente atiende a las personas necesitadas del municipio. A lo largo de 2016 se dispusieron alrededor de 37.000 comidas. Esta cifra ha supuesto un aumento del 15 por ciento con respecto al año anterior ya que, como señala Casimiro Dueñas O.H., superior de este centro «en 2016 aumentó en 20 el número personas fijas atendidas y en más de 100 las transitorias».

Asimismo, hace entrega de ayudas económicas de tipo personal (ropa, alimentación…) y a la vivienda, actuación destinada a familias que han perdido su vivienda, que se encuentran en grave riesgo de desahucio, en situación de hacinamiento o residiendo en viviendas con carencia en las condiciones de habitabilidad.

Los niños son otra de las grandes preocupaciones del Centro San Juan de Dios, ayudando a la escolarización, proporcionándoles ropa y cuidado de su alimentación e higiene. También se entregan productos de limpieza a familias del municipio, con hijos menores en situación de precariedad económica.

También preocupan a la Orden Hospitalaria los propios residentes del centro, alrededor de 1000 personas con algún tipo de discapacidad intelectual o enfermedad mental, y sus familiares en situación de precariedad económica. Para ellos, se entregan becas de campamento, alimentos y se desarrollan programas de acompañamiento.

Clínica Nuestra Señora de La Paz (Madrid)

En la Clínica Nuestra Señora de La Paz destaca el programa de alimentos que se divide en dos líneas. Por un lado, se reparten bolsas de alimentos no perecederos a personas/familias que son derivadas por Servicios Sociales y familias que las solicitan. Por otro lado, a cada una de ellas se le hace entrega de un vale canjeable en un establecimiento de la zona para la compra de alimentos frescos. A estas ayudas se añaden la de productos de higiene y la entrega de ropa y calzado.

Otro gran eje es el programa de necesidades personales. Ya que muchos de los usuarios de la clínica no cuentan con una red de apoyo fuera del centro ni con suficientes recursos económicos.

El programa de atención a la infancia que también pone en marcha la clínica, consiste en cubrir parte de las carencias esenciales y paliar la difícil situación en que se encuentran muchas familias del entorno, sin recursos económicos suficientes para poder afrontar gastos derivados de necesidades básicas. Teniendo en cuenta la diversificación de necesidades que presenta el menor en la edad escolar, este programa se divide en dos líneas de actuación: necesidades escolares y vales de ropa para entregar a familias en situación de riesgo social en las que existan menores escolarizados.

Otras ayudas menores pero de vital importancia son las que tienen que ver con el abono transporte o el acompañamiento, gracias a lo cual los usuarios del centro puedan continuar su tratamiento, u otras puntuales originadas por las donaciones en especie que se han recibido de diversos productos (cuna, juguetes, libros infantiles…).

Todas estas líneas de actuación se están procurando coordinar junto con la parroquia de San Juan Bautista y otras próximas de la zona, según manifiestan Calixto Plumed O.H., superior de la clínica, y Marta Rodríguez, trabajadora social, ambos encargados de esta labor.

La importancia del voluntariado y otros colaboradores

Durante los últimos 4 años, el número de voluntarios de San Juan de Dios ha crecido más de un 57 por ciento, llegando a los 1.147 que se reparten hoy por los centros de la Provincia Bética, que se encuentran en la Comunidad de Madrid, Andalucía, en Extremadura y Canarias. Esto la sitúa entre las diez primeras organizaciones en número de voluntarios en España. En concreto, en Madrid, se cuenta con 113 voluntarios entre la clínica Nuestra Señora de La Paz y el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos.

Toda esta labor es posible también gracias a la colaboración desinteresada de los bienhechores, empresas colaboradoras e instituciones civiles y religiosas de la Comunidad, que realizan sus donaciones tanto en metálico como en especie. Es importante destacar la contribución de la vocalía de Obra Social de la Hermandad de San Juan de Dios de Ciempozuelos que colabora activamente en los distintos programas del área de Desarrollo Solidario.

Más de 4,5 millones de euros en ayudas

La memoria de Desarrollo Solidario de San Juan de Dios expone que han sido más de 5,4 millones de euros los fondos destinados a programas sociales y de cooperación internacional. De esta cifra, casi la mitad, un 47 por  ciento, ha financiado proyectos para la atención a la exclusión social, ya que el 73 por ciento de las personas atendidas en alguno de sus dispositivos se encuentran en situación de pobreza o exclusión social.

En el extremo de la exclusión social, se encuentran las personas sin hogar, y es por esto y porque son el 10 por ciento de las personas atendidas por la Obra Social de San Juan de Dios, por lo que la Orden lo considera un ámbito de intervención social específico en el amplio espectro que cubre, a través de dispositivos sociales específicos como el Centro de Acogida San Juan de Dios en Málaga capital.

«En la Orden Hospitalaria seguimos trabajando para promover la solidaridad con el fin de poder ofrecer una atención integral que tenga en cuenta las diferentes dimensiones de la persona, fomentando la dignidad y la autonomía personal, sensibilizando a la sociedad para romper con los estigmas y fomentando la inclusión social de los colectivos más desfavorecidos», concluye Ignacio Romero, director de Desarrollo Solidario de San Juan de Dios.

Cardenal Osoro: «Escrivá de Balaguer destacó por su amor entrañable a la Iglesia»

  • Titulo: Carlos González / Foto: Álvaro García Fuentes @alvarogafu

OsoroEscriva2017

Este lunes, 26 de junio, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidió la Eucaristía celebrada con motivo de la festividad litúrgica de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.

El prelado, durante la homilía y al hilo de las palabras del fundador de la Obra, animó a los presentes a «ser útiles y dejar poso», así como a «desterrar la mediocridad y la superficilidad» por no pertenecer a la identidad cristiana. Como san Josemaría, reclamó «valentía y confianza para cambiar la tierra».

La Palabra de Dios, dijo, «nos da las claves desde las cuales no solamente vivió san Josemaría, sino que hoy él nos regala en esta celebración». El Señor revela que «trabajemos esta tierra» y «nos ha configurado con Jesucristo para que trabajemos en este mundo y transformemos esta tierra, como un hogar, en una casa común».

El valor santificador del trabajo

Haciendo un recorrido por la vida y obras de Escrivá de Balaguer, destacó del mismo su «amor entrañable a la Iglesia» y su «fidelidad a Cristo para difundir el valor santificador del trabajo». San Josemaría nos invita a «vivir en el trabajo cotidiano, sirviendo con amor ardiente la obra de la redención». Fiel a esa promesa, «el Señor nos dice que somos hermanos y no podemos estar en división, porque somos una familia». Y «sin Dios no sabemos quienes somos nosotros, estamos perdidos en este mundo y en esta tierra». Sin su fuerza y su gracia, continuó, «no valemos para mucho». Por eso, el fundador del Opus Dei «nos pide y nos repite que, fieles en el espíritu de Cristo a lo que hacemos en el trabajo cotidiano, seamos capaces de decir siempre ‘Abba Padre’». Y de «descubrir la necesidad que tenemos de Dios», aseveró.

El cardenal quiso, también, recordar al Papa Francisco, señalando que «junto al cuidado de lo creado, hemos de cuidar a la familia», la cual «necesita también la luz de Dios». La sociedad se desorienta «sin la luz de Dios», señaló el arzobispo de Madrid, «que hemos de proponer con el testimonio y ejemplo de alegría».

Finalmente, animó a todos a «dejar que el Señor se meta en nuestra vida». Y, también, a ser «como aquellas barcas del Evangelio» para echar las redes y recibir así a Jesucristo, «en quien san Josemaría se fió absolutamente y puso su vida junto a Él, en Él y desde Él».

Puede verse una galería completa de la celebración en este enlace.

Homilía en vídeo

Encuesta de Comillas: los menores de 35 años con estudios superiores y renta media/alta son las personas que más desperdician

  • Titulo: SPSJ

La Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y Prosalus han presentado este martes, 27 de junio, por la mañana la encuesta sobre aprovechamiento de alimentos en el municipio de Madrid, que ha sido elaborada por las investigadoras Victoria Labajo y María Eugenia Fabra, del Grupo de Investigación E‐SOST (Economía, Empresa y Sostenibilidad) de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de esa universidad. Esta encuesta es una de las actividades contempladas en el proyecto impulsado por Prosalus y financiado por el Ayuntamiento de Madrid: En Madrid yo no desperdicio, yo comparto. Implicación ciudadana en la reducción del desperdicio alimentario.
 
En el acto han intervenido Javier Martín, subdirector S.G. de Ciudadanía Global y Cooperación Internacional al Desarrollo, de la Coordinación General de la Alcaldía de Madrid; José María Medina Rey, director de Prosalus, ONGD impulsora de la iniciativa Yonodesperdicio.org; Victoria Labajo, investigadora de E-SOST; y Carlos Prieto, director del Servicio para el Compromiso Solidario y la Cooperación al Desarrollo, de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE.
 
El acuciante problema del hambre y la (in)seguridad alimentaria, unida al desafío global que plantea la escasez de recursos y el cambio climático, ha situado la reducción del desperdicio de alimentos como un tema prioritario en la agenda de organismos nacionales e internacionales.
 
Los datos de la encuesta arrojan que son los jóvenes menores de 35 años, con estudios superiores, en hogares de menos de tres miembros, de renta media/alta y en distritos de perfil socio económico medio/alto quienes más desperdician.
 
A pesar de que en los hogares madrileños se percibe cierto cuidado con el desperdicio, el 7 % de las personas encuestadas reconocen tirar alimentos a la basura con relativa frecuencia y el 0,4 % casi siempre. Los alimentos que más se desperdician son frutas y verduras, pan/cereales/repostería y productos lácteos. Las causas que se apuntan como prioritarias son el deterioro de los productos por mala conservación o la preparación inapropiada, junto con la caducidad de los productos, ya que el estudio revela la confusa interpretación que sigue habiendo entre fecha de caducidad y consumo preferente.

La percepción acerca de cómo nos comportamos en este tema es muy subjetiva, puesto que a pesar de que la encuesta muestra que solo un 7 % de las personas encuestadas reconoce tirar comida a la basura, la Dirección General del Parque Tecnológico Valdemingómez, dependiente del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, muestra que la tasa de producción de residuos urbanos en Madrid por habitante y año de la recogida selectiva domiciliaria, es decir de la bolsa de restos que se deposita en los contenedores, se sitúa en los últimos tres años en 273 kilos de media, alrededor de 750 gramos al día.
 
En la encuesta se pone de manifiesto, además un tema de especial relevancia: la preocupación por el consumo responsable no aparece vinculada al hecho de no desechar alimentos. Asimismo, la concienciación medioambiental manifestada por muchas personas encuestadas no se relaciona con las repercusiones del desperdicio alimentario en el medio ambiente.

Por eso Yonodesperdicio.org, como plataforma que trata de poner en contacto a personas que quieren compartir alimentos para evitar que acaben en la basura, tiene como objetivo último sensibilizar acerca de las consecuencias que tiene sobre el hambre y la sostenibilidad del planeta un acto tan cotidiano como tirar a la basura alimentos.